Rubén acariciaba mi pelo mientras que yo enredaba mis dedos en el suyo. Nos besábamos con pasión y deseo como si la vida dependiese de ello. Lo necesitaba y ahora sabía que estaba aquí, conmigo. Y que por nada en el mundo me iba a separar de él y tampoco permitiría que él lo hiciera de mi. He podido comprobar que yo sin el no existo. Me ha convertido en alguien totalmente diferente a lo que era. Aún así con sus idas y venidas, estaba completamente segura de lo mucho que lo quiero.
Poco a poco, ambos, nos fuimos echando en mi cama. Él se posicionó encima mía, con cuidado de no aplastarme. Seguíamos besándonos con el mismo deseo de antes. El beso fue a más y en unos segundos ambos estábamos sin camiseta. Lo observé un tiempo, en su torso habían cicatrices y moratones. Recorrí cada uno de aquellas marcas con mis manos, con cuidado de no hacerle daño. Recordé lo mal que lo habría tenido que pasar y me sentí muy, muy mal. Rubén pareció haberse dado cuenta y volvió a besarme, luego me sonrió. Yo simplemente asentí. Rubén dio un beso casto en mis labios y continuó dando pequeños besos por mi cuello siguiendo un recorrido que lo estaba disfrutando bastante hasta mi zona íntima. Con lentitud, me fue quitando los pantalones y a continuación las bragas. Solté una pequeña risa y Rubén al escucharme también rió. Y pude notar lo feliz que me había echo sentir aquella risa. Había iluminado toda la habitación con esa risa. Hacía muchísimo que no reía. Volvió de nuevo a mis labios y los devoró como si fuera la última vez que lo iba a ser. Enseguida yo le mordí un poco el labio inferior y esto hizo que éste diera un pequeño gemido. Eso me gustó mucho y lo volví hacer para volver a escuchar ese gemido. Cuando supo lo que estaba haciendo, él inmediatamente puso su mano en mi zona íntima. Moviéndola de arriba hacia abajo, creando un sentimiento impresionante en mi y que no quería que acabara. Eché la cabeza hacia atrás y me dejé llevar. Soltaba pequeños gemidos, suspiros. Me di cuenta de que Rubén aún seguía con sus pantalones y supe que eso no era justo. Le quité sus pantalones y pude notar la erección bajo sus calzoncillos. Sonreí y le susurré al lado.
-Hazlo, por favor.- rogué. Quería sentirlo dentro de mi. Quería sentir nuestros cuerpos unidos.
Él no dudó ni un solo momento y cuando estaba a punto de hacerlo, Clarie entró en la puerta sin ni si quiera llamar en esta. Rápidamente, Rubén y yo nos tapamos desastrosamente con las mantas de mi cama. Y yo juré en este momento matar a Clarie.
-¡Oh, por Dios, lo siento, lo siento!- dijo tapándose los ojos con las manos. Yo rodé los ojos. -Tengo que hablar contigo, Sam. Es muy importante.
-Clarie, estoy...
-Ve con ella.- me interrumpió Rubén. Lo miré con cara de pocos amigos. Resoplé y asentí. Le di un beso en los labios a Rubén y volví a colocarme las bragas, el pantalón y la camiseta.
Pasé por el lado de Clarie agarrándola del brazo y saliendo de la habitación, la cerré detrás nuestra. Clarie se quitó las manos de sus ojos y suspiró.
-¿Qué tienes que decirme tan importante?- dije sentándome en el sofá. Me extrañé de que estuviera sola, supuestamente iba a venir Roan.- ¿Y Roan?
-Eso no importa ahora, Sam.- se sentó a mi lado y me agarró la mano. Parecía muy seria y eso me estaba asustando. Levanté mis cejas en señal de que no estaba entendiendo nada y que hablara ya porque estaba comenzando a ponerme de los nervios.- A ver como te explico yo esto...
-Clarie, por favor, me estás asustando.
-No te fíes de Rubén.
Levanté mi ceja, estaba a punto de echarme a reír.
-Paso de esto, Clarie.- estaba apunto de levantarme cuando ella me agarró del brazo.
-Escúchame, ¿vale? Es muy rara esta situación. Cuando te pasó aquello dijo que no te quería ver y ahora, ¿se presenta aquí como si nada? Hay algo que no me cuadra.
-Clarie, no lo conoces. Él me quiere y yo le quiero a él. Eso es lo único que me importa ahora mismo. Que él esté feliz. Me da igual si te cuadra a ti o no, ha vuelto. Está bien.- ahora sí que si, me levanté de nuevo para volver a la habitación pero sabía que esto era muy raro.
-No quiero que te haga daño, eso es todo.- dijo antes de que yo entrara en la habitación.
-Y no lo hará.
Zanjé esta conversación ahí y entré en la habitación. Miré hacia la cama, Rubén se había quedado dormido entre las sábanas. Seguía sin la camiseta lo que supuse que también estaría solo en calzoncillos. Con cuidado de no despertarle, me tumbé a su lado. Estábamos de frente a frete. Escuchaba su respiración. Observé su rostro y me acordé cuando lo vi en aquella habitación de paredes blancas de la prisión. Aún seguía teniendo cicatrices. Luego me di cuenta de una cosa que antes no había visto. Es un cuello colgaba aquel colgante que le regalé cuando éramos tan solo unos críos que no sabíamos nada de la vida. Parecía que había pasado una eternidad de aquello.
Luego me acordé de mis padres.
¿Qué dirían si me vieran en esta situación? ¿Les parecería bien? ¿Se enfadarían? No lo sabía, y nunca podría encontrar la forma de saberlo. Los echaba tanto de menos, la risa de mamá, los abrazos de papá, aquellas tardes en las que nos reuníamos los tres en el salón de casa a ver muchas películas. ¿Por qué mi vida se había convertido en algo tan diferente a como tenía pensado?
Acaricié el rostro de Rubén.
Las cosas pasan por algo, por mucho daño que nos hagan algunas.
Le iba a dar un beso en la mejilla cuando noté como se despertaba.
-Hola.- susurré. Él se estiraba un poco por la cama. Abrió los ojos y sonrió.
-Había echado de menos esto de despertar a tu lado.- me reí.
-Pues acostúmbrate porque así va a ser a partir de ahora.- Rubén me rodeó con sus brazos. Yo jugaba con un mechón de su pelo.
-Me arrepiento de muchísimas cosas, pero jamás de haberte conocido Samantha.
-Me alegro de que me mandaras aquel mensaje siendo un jodido acosador. - ambos nos reímos. -Te quiero.- él me miraba sonriendo. Con esa sonrisa que era jodidamente perfecta. Luego se acercó un poco y me dio un pequeño beso en los labios. A continuación volvió a cerrar los ojos. Yo hice lo mismo.
Y en poco tiempo, ambos nos quedamos dormidos, abrazados el uno con el otro.
Síganme en instagram si quieres ver más edits, subiré algunas cosillas de la historia también ;) (@doblasxs instagram) espero que os haya gustado el capítulo, lo siento por la espera. ¡Nos vemos en el siguiente!
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Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDO
FanficDonde Rubén Doblas es un posesivo y Samantha Jones cada vez tiene más miedo de él. «Como vea que te mira más de esa manera le mato»