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Capítulo dedicado a: celemaceroo 

-Gracias por venir Samantha. -dijo con dificultad. 

-¿Qué ha pasado Rubén? -volví a preguntar.

Rubén miró hacia abajo. Tenia toda la nariz ensangrentada y el labio igual. Estaba tirado en el suelo, sus manos también estaban llenas de sangre. Estaba asustada y Rubén no me decía nada.

-Rubén...- le coloqué mi mano en su mejilla mientras que la acariciaba la mejilla lentamente, podía ver como unas lágrimas descendían por su mejilla. -Cuentame que ha pasado.

-Yo... Soy un gilipollas Samantha. Pensaba que lo tenía todo controlado pero no. -sollozó.

No entendía nada y me estaba exasperando. Realmente quería saber lo que había pasado.

-Rubén, no te entiendo. -le agarré de la mano.

-No importa Samantha, estas aquí conmigo. -sonrió aunque cambio la sonrisa por una mueca de dolor.

-Soy tu amiga Rubén, voy a venir.

-¿Mi amiga?

-Si, aunque hayas sido un acosador todo este tiempo.

-¿Desde cuando los amigos siente algo mas que amistad el uno por el otro? -se rió como solía hacer. Esa risa que daba miedo. -No puedo ser tu amigo Samantha.

-Quieras o no, voy a estar contigo Rubén.

-Yo quiero que estés, pero no de la manera que tu quieres. -intentó levantarse pero no pudo.

-Te ayudo. -lo ayude a levantarse y pasé mi brazo detrás de su espalda mientras que con el otro le sujetaba el brazo que me había pasado por el cuello. -Vamos a mi casa.

-¿No está Samuel?

-¿Que más da si estuviera? -caminamos en silencio. -No está.

Íbamos lento, ahora no había mucha gente en la calle por lo tanto se podía decir que estábamos solos. Llegamos a mi casa, lo senté en el sofá con cuidado y le dije que no se moviera a lo que él respondió riéndose y fui hasta el cuarto de baño, donde tenía agua oxigenada y algodón.

-Esto a lo mejor te escuece. -le advertí antes de juntarle el agua oxigenada con el algodón.

-No pasa nada.

Le empecé a dar suaves toquecitos en el labio. Él no apartó la mirada de mi. Me puse nerviosa, sentir su mirada impedía que me concentrara.

-Deja de mirarme. -dije sonriendo.
-¿Por qué? -hizo una mueca.

-Me pones nerviosa. -él sonrió pero no apartaba su mirada de mi. -Enserio, para. -ahora fui yo la que le miró.

-Eres hermosa, ¿te lo ha dicho tu querido novio?

-No somos novios, aún. -carraspeé y me levanté de donde estaba sentada. -No se para que lo tienes que meter. -dejé el algodón en la mesa. -Sigue tu.

Caminé hasta la cocina. Revisé mi móvil, tenía un mensaje de Samuel diciendo me que todo estaba bien en el restaurante y que espero que tenga una buena noche y que me quiere. ¿No era demasiado pronto para decir te quiero? No llevábamos ni un día y ya decía te quiero. Suspiré y teclee algunos emoticonos de corazones y le di a enviar. Puse el móvil en silencio y volví con Rubén. Se había quedado frito en el sofá, con la cabeza hacia atrás y con la boca abierta. Sonreí con ternura. Se veía realmente adorable. Caminé hasta él y apoye su cabeza en un cojín del sofá y sus piernas las coloqué en él. Le puse una manta y me pude de cluquillas y comencé a acariciarle el pelo.

-Duerme conmigo, por favor. -no sabía que estaba despierto aún.

-No puedo Rubén.

-Por favor. -me agarró de la mano.
Asentí con la cabeza y me metí con él en sofá como pude. Estaba agotada así que me quedé dormida rápidamente.

Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora