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037

En estos pocos de días Samuel me había demostrado que me quería de verdad. Después del disparo, me dieron el alta al los tres día de despertarme del coma y desde entonces Samuel ha estado junto a mi. Sin separarse de mi en ningún momento. Incluso había traído sus cosas esenciales de su piso para dejarlas en mi casa.

Era feliz con Samuel pero sentía que me faltaba algo.

Más bien, alguien.

No había sabido nada de él. Aún no estaba muy segura de lo que pasó el día del disparo. Samuel había insistido tanto de que fue Rubén que ya me hizo dudar de Samuel.

¿Pero si realmente él no fue, porqué no vino a visitarme? ¿Porqué me dejó sola? ¿Porqué despareció así como así?

Tantas preguntas y en ninguna hallaba la respuesta.

El anónimo que me amenazaba con hacer daño a Rubén y a Samuel, ya no me había vuelto hablar. También había desaparecido 

Quería saber con exactitud que mierda pasó el día del disparo.

Quería saber si realmente fue Rubén.
Mi médico me recomendó que me olvidara de todo y empezara de nuevo. Pero eso era algo que no podía hacer. Tenía que saberlo.

Agarré mi móvil y teclee que quería que hablar con el a Rubén.

Un mes había pasado sin verle. Un mes sin escuchar su voz. Un mes sin recibir ningún puto mensaje acosador de él. Tenía miedo. Miedo de que hubiera cometido alguna locura.

Esperé unos minutos pero no contestaba el maldito mensaje. Lancé el móvil a la cama, rebotó y cayó al suelo. Maldije en voz alta.

—¿Estás bien? —escuché decir a Samuel en el marco de la puerta.

—Si. —me eché el pelo hacia atrás y con cuidado fui hasta mi móvil.

Me había contestado.

Se me escapó una sonrisa.

—¿Con quién hablas? —miré extrañada al móvil. —Le ha sonreído al móvil. —señaló al aparato que tenía en mis manos y sonrió. Yo me puse nerviosa y me encogí de hombros.

—Blair, mandando fotos para que no esté, como ella dice, “deprimida”— hice el gesto de comillas en el aire.

—Que tontas es a veces. Pero te quiere mucho Sam, al igual que yo. — puso sus manos detrás de mi nuca y me dio un tierno beso en los labios. Sonreí cuando se separó. —¿Quieres que vayamos a cenar a algún lado? —negué con la cabeza. —Está bien, preparé algo entonces.

—Me voy a dar una ducha, ahora te ayudo.

Samuel asintió con la cabeza y dio media vuelta para ir a la cocina. Cuando me aseguré de que ya no estaba, miré el mensaje de Rubén. En él ponía que me esperaría en la parte trasera de mi casa a media noche.

Le contesté con un vale y apagué el móvil. Era raro volver a hablar con Rubén después de tanto tiempo, al igual que raro se extrañaba hablar con él.

Medianoche se estaba acercando y yo estaba bastante nerviosa.

Por fin iba a saber la verdad.

Solo esperaba que Ruben no lo hubiera echo, sino, no se lo que haría.

Al rato o a la noche subo otro. Y si no mañana :)
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