14.

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Al otro día se despertó primero que Dexter, él seguía profundamente dormido, ella lo observó por unos segundos. Aún en sueños parecía preocupado, alzó lentamente su mano y alisó esa parte en la frente que se arrugaba al fruncir el ceño.

Él abrió los ojos, y atrapó su mano rápidamente. Parpadeó varias veces, como recordando en donde estaba. Y ella pudo notar la tristeza que le causó comprender que lo que había pasado la noche anterior no había sido un sueño.

Dexter se puso de pie, caminó de un lado a otro, y tapó su boca con su mano, parecía desesperado, pero debajo de todo eso, la devastación se hacía presente en él. Sus lágrimas se apilaron en sus ojos, aunque nunca rodaron por sus mejillas.

Era obvio que parte de su autocontrol se había quebrantado, y eso estaba bien porque no se imaginaba tener que guardar dentro de sí misma tanto dolor. Ella sintió que sus lágrimas caían a chorros, y no sabía por qué sufría, si por la muerte de Emilie, o por verlo sufrir a él.

—Emilie —susurró él, con la voz quebrada—. Oh Emilie —repitió como si no pudiera creer que ella ya no estaría nunca más en este mundo—. Mi Emilie.

—Lo siento, Dex —dijo Camila, saliendo de la cama.

Él la observó con ojos rojos triste. —Tú no te vas a mover lejos de mí ni por un segundo.

Ella asintió, caminando hacia él para abrasarlo. Y no pudo evitar sollozar al dejar que los recuerdos de la noche anterior regresaran. —Fue horrible —dijo entre lágrimas—. Ella estaba cubierta de sangre, y había perdido todo el color de su cuerpo. No quiero que algo así me pase a mí —confesó con la voz entrecortada.

Él la apretó con fuerza, y ella no necesitó palabras para saber que él la iba a proteger.

Ambos pasaron el día en silencio, no era un silencio incomodo, más bien, era triste. Muy triste. No fue sino al otro día cuando Roger llamó a Dexter, ni siquiera entendía como estando tan debajo de todo seguía habiendo señal.

No escuchó lo que le dijo, pero fue algo breve. Él le dijo que se irían, y ella no pudo sentirse más aliviada, ya que estar varios días encerrada la estaba asustando. Él le pasó un abrigo y una gorra, él también los usó.

Dexter tomó su mano y la llevó hasta el auto, antes de subirse a él, lo revisó y al final le indicó que subiera al asiento trasero. La dirección que tomaron era diferente a la que habían tomado alguna vez, estaban atravesando la ciudad, pasó al menos una hora de viaje, cuando llegaron a las afueras de la ciudad.

Ella se desmontó y notó que había algunos hombres vestidos de negro, portaban armas, Roger estaba en la entrada de la casa, avanzó a paso lento hasta ellos, Camila no puo evitarlo y corrió hasta él, abrasándolo con fuerza.

No pudo evitar sentir que sus ojos se aguaban. — ¿Estás bien, bebé? —preguntó él, acariciando su cabello.

Ella asintió secándose las lágrimas. —Ve a ver tu nueva habitación —le indicó.

Camila por un segundo dudó, pero Dexter le indicó que entrara a la casa. Era un poco más pequeña que la anterior, a diferencia de la otra, ésta tenía todas las habitaciones en el segundo piso, ella no tenía ganas de explorarlo todo, así que abrió puerta por puerta, la primera habitación que encontró estaba totalmente vacía, la segunda tenía un estilo sencillo, en colores tierra, debió suponer que pertenecía a Roger, la otra que abrió, tenía una gran cama ostentosa, supuso que era la de Dexter, miró el balcón del fondo, caminó hasta ahí y miró todo el paisaje, ciertamente se parecía a la antigua casa pero el ambiente había cambiado.

Entró a la habitación que estaba al lado de la de Dexter y se sorprendió al ver que todo estaba intacto, habían trasladado todo lo de su anterior habitación a ésta. Abrió el closet, había la misma ropa, las mismas gavetas, el mismo ventanal, las mismas colchas, su mochila en la esquina, y sus dibujos esparcidos en la mesita del fondo.

Se dio un baño y se puso ropa de su talla, su pelo estaba mojado, pero no estaba preocupada por su apariencia, apenas llevaba un vestido deportivo y tenis bajos, solo quería saber qué estaba pasando. Necesitaba respuestas y pretendía encontrarlas.

Vio el estudio que había en el primer piso, desde ahí se escuchaban voces, las podía distinguir desde la distancia, era Dexter y Roger hablando, ella trató de entrar pero Ronald, el cual estaba parado en frente de la puerta se lo impidió.

—Ronald... —dijo ella cruzándose de brazos.

Él negó. —No puedes entrar ahí.

—Tú eres solo un chofer —dijo ella, tratando de presionarlo para que se apartara.

Él sonrió burlándose, la miró de arriba abajo. —No soy chofer, Camila.

— ¿Entonces qué eres? —Preguntó ella, curiosa.

—Todo a su tiempo, pequeña —le dijo haciéndole señas para que se fuera.

:O

Continuará

PD: El del gif es Ronald :) 

Su nombre verdadero es David Ramsey y actúa actualmente en una seria llamada The Arrow (la cual amo) con el nombre de Diggle.

VOLVERÉ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora