Esperó hasta que Dexter llegara a casa, lo escuchó encerrarse en el estudio y caminó hasta ahí, entró y cerró la puerta detrás de ella. Él se estaba sirviendo un trago de whisky, aún estaba vestido formal.
—Tengo que decirte algo —dijo firme.
Él la observó con curiosidad. —Si es sobre anoche, no importa... No significa nada... Yo solo...
—No —lo interrumpió ella, dando unos cuantos pasos hacia él—. Es sobre otra cosa. Conseguí trabajo hoy.
Él se quedó totalmente quieto, la observó por unos segundos.
—Quería que lo supieras —dijo ella, tratando de aligerar la tensión que se había formado.
Dexter negó. —No lo necesitas —dijo simplemente.
Camila parpadeo rápidamente. — ¿Qué? —Preguntó sin entender. Es decir, por supuesto que lo necesitaba, aunque viviera con ellos, no tenía dinero, al menos no propio.
—Tienes aquí todo lo que necesitas —respondió él, mirándola.
—Es cierto —dijo ella, aproximándose a él—. Pero es tuyo, no mío.
—Es tuyo también.
— ¡Ay, por favor! —Exclamó en tono alto—. No puedo vivir todo el tiempo de tu dinero.
— ¿Por qué no? —Preguntó él, encogiéndose de hombros—. Cualquier otra persona estaría encantada de vivir así.
Ella se cruzó de brazos. —Pero yo no. Siempre he trabajado por lo que quiero, y tener todo esto sin ningún esfuerzo, no me agrada.
— ¿Dónde trabajarás, Camila? —Preguntó él, sentándose en la mesa de su escritorio.
Ella se encogió de hombros. —Es un restaurante en el centro de la ciudad. Solo será por las noches.
Dexter alzó ambas cenas. — ¿Y ese es tu plan para tener dinero? ¿Trabajar en un restaurante? ¿Eso te sacará adelante?
— ¡Estando aquí no lo puedo lograr! —Exclamó.
— ¡Por supuesto que sí! ¿No quieres ir a la universidad? ¿No crees que eso sí será provechoso?
— ¡Eso también será con tu dinero! —Exclamó frustrada.
— ¿Y piensas que trabajando en un restaurante podrás pagar la carrera? —Él rio—. Abre los ojos, Camila. No sé en qué mundo vives, pero esto que tienes ahora es estable, es bueno y puedes hacer lo que quieras.
Ella negó. — ¿Crees que esto es la realidad? No quiero pasarme la vida entera debiéndote cosas, no está bien.
— ¿Qué diablos está bien para ti? ¿Vivir donde vivías estaba bien? ¿Trabajar en donde trabajabas estaba bien? ¿Estar con personas peligrosas estaba bien? ¿No tener dinero estaba bien?
Camila se acercó a él, y tocó su pecho con su dedo índice. — ¿Y crees que solo vivir aquí está bien? ¿Crees que aceptar dinero de un hombre que conozco de hace solo unos cuantos meses está bien? ¿Crees que ver a hombres peligrosos y armados entrar aquí y no saber lo que está pasando está bien? ¿Crees que ver a Emilie asesinada y aún no saber quién rayos está detrás de todo esto está bien?
Él tomó su mano, pero ella se zafó de su agarre. —Solo te estoy avisando lo que haré, no te estoy pidiendo permiso —dijo alejándose de él.
La puerta se abrió, revelando a Roger. — ¿Qué está pasando? —Preguntó preocupado—. Sus gritos se escuchan allá afuera.
—Consiguió trabajo en un restaurante —dijo Dexter bruscamente.
—Eso es genial —dijo Roger, sonriendo—. ¿Cuándo empiezas?
—¡Roger! —Exclamó Dexter enojado—. No está bien.
Camila se giró y miró a Dexter. — ¿Ves? El único que no lo ve como una buena idea eres tú —dijo antes de salir del estudio.
Agradecía lo que Dexter hacía por ella, en serio, lo hacía. Pero no quería depender de él todo el tiempo, quería hacer cosas por su cuenta, talvez era cierto que trabajando en un restaurante no pagaría una carrera universitaria, pero al menos ahorraría dinero y luego vería cómo podría ingresar a la universidad.
Se miró en el espejo con su uniforme. Era totalmente de negro, zapatos pantalones, y también su camisa, solo con la excepción de que tenía el logo del restaurante en el lado derecho, bordado en verde.
Recogió su pelo en una coleta alta, no se veía tan mal. Ronald la llevó al restaurante, en todo el camino no dijo ni media palabra, no podía saber qué pensaba sobre su nuevo trabajo. —Buena suerte— le dijo antes de que se desmontara.
La primera hora estuvo bien, las empleadas le habían dicho que principalmente los fines de semana, el restaurante era un caos, había muchas personas con muchas exigencias.
Camila observó al chico que había llegado solo, vestido formal y se había sentado en una de las mesas del local, y entonces cuando alzó la vista, su pulso se aceleró. Se trataba de Dexter.
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La que se va a armar
Continuará...
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VOLVERÉ.
Hayran Kurgu© 2016, Samara García. Todos los Derechos Reservados. Título Original: volveré. Todos los Derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial. [Art. 56, Ley 424-06] República Dominicana.