VOLVERÉ.

60.

El 18 de Abril se visitó de negro, había un lugar al que tenía que ir. Si Emilie hubiera estado viva, estaría cumpliendo veinticuatro años, no había pasado un año desde su muerte, pero desde que las cosas se pusieron tan tensas, sintió la necesidad de visitarla.

Ronald la había llevado pero se había quedado en el auto. Aún no podía creer que ella no estaba entre ellos, no habían sido amigas, y de hecho solo la había conocido un mes, pero por la forma tan horrorosa en que murió, sentía que era justo visitarla. Al menos así lo pensaba.

Probablemente Emilie no la hubiera visitado, pero no era como ella. Se arrodilló frente a su lápida y colocó las flores blancas que había comprado. Aún se asombraba de cuantas cosas podían cambiar en tan poco tiempo.

Si alguien en enero del año pasado le hubiera dicho que encontraría a un tipo como Dexter, y que estaría viviendo con él, probablemente se hubiera reído y después hubiera dicho algo como Has visto demasiadas películas.

— ¿Solo trajiste esas flores? —Preguntó Emilie, sentada encima de su lápida—. Al menos debiste gastar un poco más. Hay unas flores que vienen dentro de un cristal ovalado. ¿Las has visto? Para la próxima, tráeme una de esas, por favor.

Camila sonrió. Debería estar asustada y corriendo lejos del cementerio, pero estaba tranquila, no sabía en verdad si veía a Emilie o todo era fabricado por su mente, pero se alegraba de verla.

— ¿Qué has estado haciendo? —Preguntó Camila, parándose.

Emilie se encogió de hombros. —Por ahí. ¿Tú que has estado haciendo?

Camila respiró hondo. —Muchas cosas han cambiado, Emilie.

—Lo sé —dijo ella, haciendo una mueca—. Vi que las cosas con Dexter son diferentes.

Eso la hizo sentir culpable, porque ciertamente si Emilie no hubiera muerto, ella nunca se hubiera relacionado de forma íntima con Dexter, él solo había tenido ojos para Emilie, y lo había sabido desde el principio, si ella no hubiese fallecido talvez las cosas hubieran sido tan diferentes, y no sabía si agradecer por eso o maldecir.

Si Emilie no hubiera estado esa noche en casa, talvez la historia hubiera sido diferente, talvez ella hubiera sido la que estuviera muerta en esos momentos. No podía dejar de pensar en eso. Emilie no había merecido morir de esa forma.

Sintió que sus ojos se aguaban, estaba siendo débil, iba a llorar delante de un fantasma o espejismo o espíritu o lo que sea que ella fuera. —Yo no... —empezó a decir negando.

—Está bien, no te disculpes —ella parándose de la lápida y caminando por los alrededores—. Era algo que se veía venir, tan solo ver como él te trataba y como te protegía, desde un principio lo sospeché, por eso te odié, tú tenías este aire de niña huérfana que me molestaba tanto, porque era sincero, no estabas tratando de metértele por los ojos, o intentando ser una niña abandonada para llamar su atención, creo que eso fue lo que lo llevó directamente hacia ti.

—Yo no... —Volvió a decir, sin saber cómo explicar lo que sentía.

—Está bien, Camila, sé que Dexter es un chico lindo, pero creo que deberías saber que estar a su lado no es tan fácil como se ve. Dexter guarda secretos, secretos tan oscuros que puede llevarte a odiarlo profundamente.

—Lo sé.

—No lo sabes —dijo Emilie negando—. No lo sabes, porque no lo conoces, solo crees hacerlo. Así que antes de que sigas en esto con él, hazte la pregunta de si estás lista para estar con él sin dejar que su oscuridad se ponga en medio de ustedes, porque si no lo estás, mejor déjalo libre.

Camila no supo que decir, tan solo se quedó mirándola, mientras hablaba. —Ya no me necesitas aquí, creo que tienes todo lo necesario para estar con él, y para vencer lo que viene a continuación.

— ¿De qué hablas? —Preguntó preocupada, pero ella no parecía escucharla.

—...Creo que es hora de descansar, cuídalos por mí —dijo sonriendo, y alejándose, pero después de unos segundos, miró hacia atrás—. Este es tu momento para arreglar las cosas con ellos, no lo desperdicies.

Camila no entendió nada. — ¿A dónde vas? —Preguntó, pero la vio desvanecerse. ¿Se había dio para siempre?

— ¿Con quién hablas? —Escuchó que preguntaba Roger, detrás de ella—. Pasé por aquí y no pensé encontrarte en este lugar.

Ella sintió que sus ojos se llenaban nuevamente de lágrimas y lo abrasó. Él la apretó con fuerza. —Con el pasar de los años, se hará menos difícil, o al menos eso creo.

Camila asintió separándose de sus brazos, miró detrás del hombro de Roger, y notó que Dexter se acercaba a ellos con flores en las manos. —Al parecer todos tuvimos la misma idea —dijo él, respirando hondo.

Ella lo abrasó a ambos. —Los quiero a ambos —dijo entre sollozos—. Y no quiero que peleemos más.

Sintió que los dos la abrasaban y esa fue la mejor sensación que tuvo en semanas.

.......

Continuará...

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