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Abrió los ojos lentamente, y notó que el auto se había detenido, bajó lentamente, Roger la abrasó, mientras la conducía dentro de la primera casa que había habitado con ellos.

Al entrar los recuerdos la asaltaron, todo estaba exactamente como lo había dejado, al parecer alguien le había dado mantenimiento en su ausencia, porque todo estaba reluciente.

Roger la hizo subir las escaleras, pero antes de eso no pudo evitar mirar por el pasillo, en donde ella misma había descubierto a Emilie, empapada de sangre, se separó de Roger y caminó hasta ese lugar, miró el piso y era como si pudiera enfocar toda la sangre que se había derramado, con la que ella torpemente había resbalado y se había manchado.

Tocó la pared, y miró sus dedos, todo parecía tan real, era como si estuviera ahí de nuevo, iba a pisar justamente el lugar en donde había visto su cuerpo, pero retrocedió. No podía hacerlo.

Empezó a caminar hacia atrás, pero chocó con el pecho de Roger. —Vamos arriba —le dijo, tomándola de la mano y sacándola de los horribles recuerdos. Caminó a su lado en silencio, y lo vio abrir la puerta de su habitación, entró, cerciorándose de que todo estuviera bien.

Las imágenes aparecieron en su cabeza sin ser llamadas, eso era exactamente lo que hacía Ronald, siempre se aseguraba de que todo estuviera bien, siempre la mantenía segura. Había sospechado desde un principio que no era un simple chofer, pero nunca imaginó que podía ser su guardaespaldas.

Muchas cosas tenían sentido ahora, como el hecho de que aunque se suponía que era chofer, no estaba siempre con Dexter o Roger, de hecho los chicos siempre conducían sus propios autos, sin embargo, Ronald siempre había estado disponible para ella, además, revisaba cada lugar al que iban, y la cuidaba. Él estaba haciendo su trabajo, y murió tratando de protegerla.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. —Camila —dijo Roger lentamente.

Pero ella negó, sollozando. —No quiero estar aquí —dijo presa del pánico, era como ver todo lo que había pasado y saber que seguían en peligro, saber que no tardarían en regresar por ellos y los iban a asesinar de la misma forma que lo hicieron con Emilie y Ronald.

—No quiero estar aquí —repitió tratando de correr, pero Roger la atrapó y la abrazó con fuerza.

Era la primera crisis de nervios que tenía desde que esos hombres habían irrumpido en casa y se habían llevado a Dexter, se había controlado, y se había mantenido tranquila, pero ahora... Ahora sentía miedo, terror de que los asesinaran, porque no dudaba que lo harían.

—Vamos a morir —dijo llorando contra su pecho.

—No vamos a morir —la consoló Roger, pero ella sabía que mentía, no le podían decir que la protegerían cuando ellos mismos estaban indefensos.

Él la entró en la habitación, y quitó la colcha para que ella entrara en la cama, y después la cubrió. Estaba a punto de alejarse, pero Camila lo tomó de la mano. —No te vayas —le rogó.

No quería estar sola, y no quería tener a Dexter cerca, era como si no lo conociera, era un ser agresivo y cruel, y no deseaba compartir su espacio con él. De una forma extraña, sentía que Roger era el único que estaba de su lado. —Por favor —dijo con los ojos aguados.

Él se quitó los zapatos, rodeo la cama y se acostó a su lado. Camila recostó su cabeza en su pecho, necesitaba desesperadamente tener contacto con alguien, para así no sentir que estaba completamente sola y desamparada.

—Has estado mal en los últimos días, ¿Segura que no quieres que te llevemos con un doctor? Pareces muy enferma, y te he escuchado vomitar demasiadas veces.

Ella frunció el ceño. No le había contado a nadie la verdad, y este no era el mejor momento, aunque de igual forma ningún momento sería bueno, ya que sabía que la noticia del nuevo bebé caería como un balde de agua fría.

Tenía que ser cuidadosa, porque no quería agravar las cosas, pero este era el peor momento, estaban en medio de una guerra, no estaban seguros en ninguna parte, además sabía que santana haría algo para vengarse de Dexter, ella había prometido estar con él, y no lo había cumplido. Todo era demasiado difícil.

No se imaginaba tener un bebé en estas condiciones, pero tampoco podía negar el hecho de que estaba ahí, independientemente de que el momento fuera conveniente o no, su bebé seguía creciendo, y cuando su vientre empezara a abultarse tendría que decir la verdad, porque tarde o temprano lo descubrirían.

Si estaba con santana, era casi seguro que la haría abortar, estuviera de acuerdo o no, y si estaba con Dexter, era casi seguro que pasaría lo mismo. Nadie quería al bebé, excepto ella, así que tenía que buscar una salida.

Una idea cruzó en su cabeza, talvez Roger la podía ayudar, él la quería, no se enojaba con ella como lo hacía Dexter, y no le daría la espalda nunca, talvez él podía ayudarla a encontrar un lugar seguro en el que estar, ya que estaba en peligro, porque estaba con ellos, pero se si se alejaba y se ocultaba lo suficiente, nadie le haría daño, no era de mucha importancia para los que perseguían a Dexter.

Se apoyó en un codo y lo observó. Roger era su única salida. —Estoy... —empezó a decir. —Estoy —repitió, lista para decir la otra palabra, pero la puerta se abrió bruscamente—. Enferma —concluyó, mirando a la entrada.

Dexter estaba parado, se veía enojado, aunque ese era su estado la mayor parte del tiempo, así que no se sorprendía. No dijo nada, pero pudo notar que en sus ojos había cansancio, y sospechaba que había ido a la habitación, para dormir junto a ella, agradecía que Roger estuviera en la cama, porque no quería estar cerca de él. Se acurrucó en el pecho de su amigo, y sintió como la puerta se cerraba bruscamente.

Decir que estaba embarazada iba a ser más difícil de lo que pensaba.

..

:'(

Continuará...

VOLVERÉ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora