Se acostó con Santana unas cuatro veces más, cada noche tenían sexo, y después ella corría a encerrarse en su habitación. Al principio lloraba toda la noche, es decir, era la cosa más asquerosa que había hecho en su corta vida.
Sin embargo la última vez que se acostó con él no corrió como niña asustada hacia su habitación, bajó lentamente de su cama y caminó, atravesó la puerta de su habitación, ni se dejó caer en el piso, ni se abrazó a sí misma, mientras lloraba en una esquina. Solo se dio un baño, trepó a su cama y durmió.
No sabía que eso podía ser posible pero su mente estaba totalmente en blanco, quería forzarse a pensar en algo, en preocuparse o sentirse triste, pero todo lo hacía de modo tan mecánico, que se sorprendía.
Estaba sentada jugando ajedrez con un chico, su nombre era Antonio, llevaba rato haciéndolo, no sabía jugar muy bien, pero él le había explicado así que estaba haciendo su mejor esfuerzo.
Llevaba un vestido color beige, y andalias doradas, su pelo estaba recogido, y su maquillaje era sencillo. Le gustaba su aspecto, al menos vestir así era mil veces mejor que vestir como una de las tantas putas que se paseaban por la casa.
No se estaba divirtiendo, pero tampoco estaba enojada o triste, solo neutral.
Neutral.
En los últimos días esa había sido la palabra que había definido todo: su vestuario, peinado, forma de pensar, actitud, todo era neutral.
—Acabo de ganar —dijo Antonio con una sonrisa.
—Has ganado las últimas tres partidas —dijo mirando las piezas con confusión, se había concentrado tanto en sus pensamiento que ni siquiera recordaba las jugadas que había hecho.
— ¿Jugamos otra vez? —Preguntó entusiasmado.
Ella negó. —Creo que daré un paseo.
—Si quieres te acompaño —se ofreció él.
Ella lo miró fijamente. —Por supuesto —dijo parándose del asiento.
Era una linda noche, quería dar un paseo, no le importaba si lo hacía sola o en compañía de alguien, al final de cuentas ni siquiera hablaba más de una oración, se sentía sola en medio de todos, y mientras más se acercaba a ellos, más sola estaba.
Antonio le hablaba de la mansión, mientras caminaban a paso lento por los alrededores, todas las chicas, o al menos la gran mayoría de ellas, estaban en la piscina, muchas se habían quitado la parte de arriba de su bikini, y otras estaban completamente desnudas, anteriormente había sentido una tensión sexual extrema, pero esta vez miraba todo sin sentir nada, era como si fuera un espectador delante de un televisor, podía ver lo que sucedía pero no era parte de eso.
No le quiso decir a Antonio que ya conocía la casa, para que siguiera hablando, ya que mientras él parecía entusiasmado contándole cosas, ella solo asentía de vez en cuando y se mantenía encerrada en sus pensamientos.
— ¿Por qué estás tan triste? —Preguntó él, de repente, sacándola de sus pensamientos—. ¿Estás de rehén aquí?
Ella negó, no sabía ni siquiera que decir.
—Sabemos algo de lo que está pasando, no con exactitud pero... —él se encogió de hombros—. Todas las chicas son felices de estar aquí, y nunca he visto a santana obligar a alguna a quedarse en contra de su voluntad. Todas aquí mueren por un poco de atención de parte de él, y tú... Tú duermes con él y no... Bueno, no pareces como si...
Quiso corregirlo, porque Santana y ella solo tenían sexo, no amanecían juntos, pero eso sería estúpido. —Él no me está reteniendo aquí —dijo interrumpiéndolo.
— ¿Entonces por qué no te vas? —Preguntó mirándola.
Terminaron de darle la vuelta a la casa, y ella notó como Santana sostenía una cerveza y le sonreía a las chicas, luego su mirada se posó en ella y dejó de sonreír, pero no vio odio en sus ojos, sino otra cosa, algo que no pudo reconocer.
—Porque tenemos un trato —dijo mirando a Antonio.
Él de repente pareció estar muy avergonzado, y cuando ella volvió a mirar a santana notó que él miraba de forma asesina a Antonio. Camila le sonrió al chico, y caminó hasta santana, no quería decir que santana estaba celoso o algo así, además ni siquiera le importaba, pero no quería que Antonio pagara por algo estúpido.
No conocía a santana a fondo, y aunque era muy meloso con las chicas, no dudaba que fuera agresivo y cruel, todos lo eran, ese era su forma de vivir, siempre cuidándose las espaldas y sospechando de todos, atesorando su dinero, y manteniéndose en perfil bajo, sacando del medio a todo el que se impusiera. Así funcionaban.
Él le ofreció una bebida, pero ella la rechazó y se sentó a su lado. —No te voy a envenenar, bebé —dijo él, posando una mano en su rodilla.
Ella se encogió de hombros. Su negación se debía a que estaba embarazada, y no quería hacerle daño al bebé.
Al otro día sus nervios estaban a flor de piel, a las ocho de la noche debían estar en el lugar que acordaron, no sabía cómo se manejaban esos asuntos, pero santana ya había cumplido parte del trato, y para terminar de cumplir llevarían a Dexter a un lugar abandonado y ahí lo recogerían.
Todo se le caía de las manos, no podía evitarlo, miraba el reloj a cada minuto, y cuando finalmente anocheció se metió en la camioneta con tres hombres de santana armados hasta los dientes, santana estaba a su lado, y ella no podía dejar de pensar que en solo unos cuantos minutos vería a Dexter.
Sus ojos estaban aguados, pero se negaba a llorar. Santana puso una mano en su pierna, últimamente él lo había hecho muchas veces, pensaba que era un movimiento inconsciente, ella nunca le prestó atención, solo ignoraba que su mano estaba ahí.
Cuando llegaron al lugar de la entrega, los hombres trataron de bajar de la camioneta, pero ella lo hizo primero, nadie la siguió, había una camioneta negra en medio de la nada, las luces delanteras del auto de santana la alumbraron y ella pudo ver claramente lo que había frente, en un lado de la camioneta había dos hombres muertos, tenían heridas de balas, a unos cuantos pasos más había otro hombre tirado en el pavimento con un disparo en la cabeza.
Y entonces fue en ese momento cuando rompió a llorar, porque si Dexter no estaba ahí, solo significaba una cosa... Que había muerto.
****
Dios santoooo :'(
Continuará...
Por cierto chicas, encontré la forma de terminar esta nove cuando me vaya, así que aunque me voy mañana, completaré esta nove, no se preocupen :)
ESTÁS LEYENDO
VOLVERÉ.
Fanfiction© 2016, Samara García. Todos los Derechos Reservados. Título Original: volveré. Todos los Derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial. [Art. 56, Ley 424-06] República Dominicana.