El tiempo había pasado volando. Ese día se graduaba del curso de pintura, finalmente y con ayuda de su maestra había hecho un dibujo de unos bosques que había quedado algo decente.
Camila observó a Dexter, últimamente él había estado extraño, parecía cansado, muy cansado, y tenía ojeras. Estaba preocupada por él, ya que parecía estar pasando por un mal momento, pero siendo sincera no sabía si él se abriría con ella, y le contaría sobre lo que le estaba pasando. Probablemente no.
Roger no dejaba de ver a su amigo, se notaba la preocupación en sus ojos. ¿Era tan malo lo que estaba pasando?
Solo ellos la acompañaron a la graduación, no es como si esperaba que Emilie fuera, al contrario, se sintió muy aliviada cuando ella dio una falsa excusa para no asistir, cuando ella no estaba cerca las cosas fluían de una mejor forma.
Era una pequeña ceremonia casual, pero de igual forma los chicos llamaban la atención de las chicas a su alrededor, ella se mantuvo en medio de ellos, pero nadie le dedicó una mala mirada, es decir, no la veían como una amenaza, porque realmente no lo era.
Desde lejos se podía notar que ambos hombres la miraban como si fuera una pequeña chica indefensa, no había amor en sus ojos, o al menos no amor de parejas.
— ¿Quieres una bebida, Camila? —Preguntó Dexter ofreciéndole un vaso color rosa.
Ella lo aceptó. Se quedó mirándolo unos segundos, y no pudo contener su curiosidad. — ¿Todo está bien? —preguntó, mirándolo fijamente.
—Por supuesto —respondió rápidamente. Su respuesta fue más como algo automático, así como cuando respondes lo mismo a todo el mundo.
Cuando miró hacia otro lado, notó que Roger estaba en la otra esquina del salón hablando con su maestra, a leguas se notaba que ella estaba coqueteando con él, se podía notar por la forma en que sonreía y que ocasionalmente le tocaba el brazo.
Y como si fuera por pura atracción, Roger miró en su dirección y le dedicó una sonrisa. Ella lo saludó sonriéndole. Él era el tipo más divertido que alguna vez había conocido. Era totalmente contrario a Dexter, pero ambos eran tipos grandiosos, lo debía reconocer.
Luego de una hora, los tres fueron a cenar a un restaurante cerca del instituto. Ambos chicos hicieron un brindis por ella, porque había finalizado exitosamente el curso de pintura. No pensaba repetirlo nunca, pero al menos ya podía decir que sabía dibujar árboles, cielos azules, y un sol perfecto.
Realmente ahora pensaba enfocarse en lo que reamente pensaba estudiar en la universidad, podía conseguir un trabajo y pagar parte de su matrícula, lo más probable era que Dexter se opondría pero ella no quería estar bajo su tutela todo el tiempo, quería independizarse, aunque sea un poco.
Además, trabajar nunca había sido un problema, es más, podía casi asegurar que se sentía algo extraña ahora que nada dependía de su dinero, y que no tenía que trabajar para comer.
—Te tengo un regalo —dijo Roger, parándose del asiento y saliendo del local.
Ella observó a Dexter buscando una respuesta, pero él solo se encogió de hombros, claramente estaba igual de sorprendido que ella.
Él regresó con una pequeña bolsa. Camila la tomó y sacó la caja que había dentro. Era un nuevo teléfono. Sonrió, mientras lo encendía. —Gracias, Roger —dijo parándose de su asiento y abrasándolo.
Le dedicó una rápida mirada a Dexter, y éste estaba mirando a Roger, al parecer se estaban comunicando por la mirada, pero no parecía ser un buen gesto, ya que Dexter tenía el ceño fruncido, y su amigo tenía la misma expresión.
— ¿Pasa algo? —Preguntó sin evitarlo—. ¿No puedo aceptarlo? —Preguntó mirando a Dexter.
La cara de él rápidamente cambió de expresión, pero parecía forzada, o talvez todo estaba en su cabeza y la relación entre los tres estaba bien. —Por supuesto que si —respondió Dexter, acariciándole el cabello—. Es solo que no me lo esperaba —dijo aún con la mano en su cabello, pero mirando a su amigo.
Cuando llegaron a casa, notó que ambos hombres se ponían tensos. Ella trató de ver lo que ellos veían pero no pudo apreciar nada, todo estaba normal. Abrió la puerta y entró a paso rápido a la casa, como siempre lo hacía, quería ir a su habitación, y quitarse los tacones que la estaban matando.
Corrió por el pasillo, pero la imagen que presenció la hizo caer hacia atrás, dio un grito tan fuerte que pensó que se había desgarrado la garganta. Sus lágrimas salieron precipitadas, y retrocedió rápidamente, arrastrándose por el piso, con sus manos cubiertas de sangre.
Ambos hombres corrieron en su dirección. — ¡Joder! —Exclamó Roger, ayudándola a parar, y empujándola lejos. Ella se aferró a Dexter, el cual estaba totalmente en shock.
Emilie estaba en un charco de sangre, su cuerpo totalmente sin vida. Le habían disparado en la cabeza, tenía los ojos abiertos, al igual que su boca, y había un mensaje en la pared, escrito con aerosol. "Considera nuestra cuenta saldada".
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OMGGGGGGGG D:
Continuará...
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VOLVERÉ.
Fanfiction© 2016, Samara García. Todos los Derechos Reservados. Título Original: volveré. Todos los Derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial. [Art. 56, Ley 424-06] República Dominicana.