Al otro día, ni siquiera salió de su habitación. Todo estaba espeluznantemente quieto, cuando miraba por la ventana, los veía a todos tranquilos, pero preparados, ¿Cómo no se sentiría nerviosa al ver a todos armados?
Lo que la hacía preguntarse, por qué había tipos malos detrás de Dexter, hasta donde sabía, se dedicaban al negocio de los tabacos, pero eso era algo legal, además si se sentían amenazados ¿Por qué no llamaban a la policía en vez de a esos tipos que parecían sacados de una película de espías?
Al principio había estado llena de dudas, pero después había confiado en ellos, pero ya no estaba tan segura de las cosas. Sabía que Dexter ocultaba cosas, pero ahora se convencía de que debía saber lo que estaba pasando, se sentía estúpida estando en medio de todos, sin saber nada.
Abrió la puerta y gritó de susto, al ver a Ronald parado frente a ella con el arma alzada. —Lo siento, solo estaba probando un ángulo, no quería asustarte —dijo bajando el arma.
Ella llevó la mano a su pecho y cerró los ojos, sus rodillas se habían aflojado odiaba sentirse así, porque la hacía volver a pensar en el pasado, cuando vivía en lugares no seguros, cuando tenía miedo de que algo malo le pasara, o de que alguien le hiciera daño.
Bajó las escaleras, quería hablar con Roger, él solía ser más hablador que Dexter, así que tenía la esperanza de sacarle algo de información, lo escuchó hablar en el estudio, y no pudo evitar quedarse parada afuera, para saber lo que decía.
—Entonces mátalo —dijo simplemente.
Eso la hizo asustarse, no pudo evitar entrar en el lugar, él no la notó, le daba la espalda, sosteniendo el teléfono en su oreja. —No creo que eso... ¿Sabes qué? —Preguntó bruscamente—. ¡Vete al diablo!
Él se giró bruscamente y ella instintivamente retrocedió. Era obvio que no lo había encontrado en su mejor momento. —Lo siento, solo quería preguntarte hasta cuando estaríamos así de protegidos.
Él respiró hondo, tiró el teléfono en el escritorio, y puso ambas manos en su cintura, estaba enojado, es más, parecía que en cualquier momento estrellaría todo a su alrededor. Estaba contenido, y eso la asustaba, porque no sabía de lo que era capaz de hacer en ese estado.
Él botó el aire de golpe, y forzó una sonrisa. —Está bien, cariño, solo estaba hablando con Dexter. No sé hasta cuando, solo serán unos días, lo prometo.
Ella asintió y salió del estudio, después de unos segundos se estremeció al escuchar como algo se estrellaba contra la pared. Vio a uno de los hombres armados entrar en el estudio.
Subió corriendo a su habitación. Solo quería que todo acabara rápido. No sabía si se trataba de paranoia o su miedo le estaba jugando una mala broma, pero se alejó de las ventanas, no quería que alguien le apuntara con un rayo rojo y luego le disparara, como pasaba en las películas.
Ni siquiera durmió en su cama, tiró todas las colchas al piso y se acomodó al lado de su cama, aunque de igual forma, puso almohadas debajo de las sabanas para aparentar que alguien estaba ahí.
Los siguientes días fueron ciertamente intensos, obedeció a Roger en todo, si él quería que ella no abandonara la habitación, entonces se quedaba todo el día encerrada, si él decía que bajara a comer, ella lo hacía aunque no tuviera hambre, si él le pedía que vieran una película, ella lo hacía aunque no tuviera ganas.
No le hacía preguntas, no decía nada, tan solo se quedaba a su lado, fingiendo que se interesaba por el programa que veían, y dejando que él acariciara su cabello y besara su frente de vez en cuando.
Al final de la semana, se había acostumbrado al raro estilo de vida que habían adoptado. Estaba en su habitación cuando escuchó gritos y blasfemias, respiró hondo cuando escuchó la voz de Dexter, se sentía aliviada, era bueno saber que él estaba en casa.
Salió gateando de la habitación y se quedó oculta, los observó en la sala, ambos parecían enojados, Dexter miraba fijamente a Roger. —Baja la voz —le dijo tomándolo por el brazo, pero él se zafó.
— ¡Suéltame! —Gritó enojado—. ¿Crees que vender drogas es fácil? Tú te quedas en la maldita oficina, como el todopoderoso, solo dando órdenes, mientras que yo hago el trabajo sucio. ¡Tu trabajo sucio!
—No te he obligado a nada —dijo Dexter—. Tomé la decisión que creí conveniente para todos.
— ¿Conveniente para todos? De ser así, lo hubieras consultado conmigo primero, pero se me olvida que solo cuando estas hasta el tope de problemas, solo cuando te amenazan es que sientes la necesidad de compartirlo, para que me encargue del maldito asunto. Para que recoja tu mierda.
—Deja de gritar —le dijo Dexter con dientes apretados.
— ¡Estoy cansado, maldita sea! ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de que se enteren de la clase de basura que eres? ¿No quieres que Camila sepa que el hombre perfecto es el más sucio de todos?
Dexter golpeó a Roger, derribándolo, en ese momento Ronald se pudo en medo de ellos. — ¡Ya basta! —Gritó enojado.
Camila entró rápidamente en su habitación. Dexter vendía drogas, ¡Dios! ¿Cómo no lo había pensado antes? Ahora todo tenía sentido.
***
OMG. Continuará...
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VOLVERÉ.
Fanfiction© 2016, Samara García. Todos los Derechos Reservados. Título Original: volveré. Todos los Derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial. [Art. 56, Ley 424-06] República Dominicana.