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Dexter observó con disgusto las noticias. El asesinato de uno de los jefes del principal cartel del país, complicaba las cosas.

— ¿Viste las noticias? —Preguntó Roger, entrando en el estudio—. Mataron a Dionisio, ¿Sabes lo que eso significa?

Dexter asintió. —Hay un traidor entre nosotros.

—Diablos —maldijo Roger, llevando ambas manos a la cabeza—. Tenemos que ir con ellos, ¿Crees que tengan a un sospechoso?

Dexter se encogió de hombros. —Ellos tenían muchos enemigos, pudo ser cualquiera. Viajaré esta misma noche, no quiero que nos involucren en esto.

—Iré contigo —dijo Roger, caminando hasta la salida, pero Dexter lo detuvo—. Quédate aquí, tenemos que reforzar la seguridad, Camila no se puede quedar sola.

—Cierto, vete tranquilo, me encargaré de todo aquí.

Dexter salió del estudio. Si había un traidor entre ellos, significaba que nadie estaba totalmente seguro, eso lo preocupaba, con Camila en casa, cualquier cosa podía pasar. Debía de protegerla a toda costa.

En las últimas semanas le había dado espacio, no entraba en su habitación, y no hablaba mucho con ella, ciertamente las cosas entre ellos no habían salido como él las había planeado.

Quería estar con ella, pero más que nada, quería protegerla, mantenerla segura. Y odiaba ponerla en peligro, además no podía garantizarle que no la haría llorar, ya que tenía la habilidad de causarle daño, así que había decidido respetar su decisión y mantenerse al margen.

Era su guardián, y hacía mejor su trabajo cuando la veía como su pequeña chica, que cuando deseaba meterla en la cama. Había descubierto que cuando de amor se trataba, no solía tomar las mejores decisiones, y no estaba dispuesto a herirla cada maldita vez que no hiciera nada bien.

Camila había buscado algunos cursos prácticos que impartían en la universidad, cursos de informática, otros idiomas, diseño de modas, así que se inscribiría en alguno de ellos, y luego buscaría una carrera universitaria.

Eso la había mantenido ocupada en las últimas semanas, era el escape que había necesitado. Dexter había respetado su decisión, y luego de unos días eso la hizo entender que romper su tormentosa relación con él había sido una necesidad.

Vio a Dexter en el pasillo, caminaba directamente hacia ella, parecía decidido y preocupado, antes de poder preguntarle qué pasaba. Él la tomó por la cintura y le dio un suave beso en los labios. — Te dejaré con Roger unos días —susurró—. Espero que te portes bien.

— ¿Por qué me besaste? —Preguntó separándose de él.

Dexter le sonrió. —Porque quería hacerlo.

—Estuve viendo cursos en la universidad, hay uno que empieza la próxima semana, creo que puedo...

—No —la interrumpió rápidamente—. No, Camila.

— ¿Qué? —Preguntó sin entender.

Él la tomó de la mano. —Escúchame bien, corazón. No puedes salir de aquí en los próximos días, ha pasado algo malo y estamos en peligro.

— ¿Peligro de qué? —Preguntó, pero la respuesta pasó en su cabeza—. ¿Son los hombres que mataron a Emilie? ¿Ellos nos quieren hacer daño? —Preguntó aterrada—. Dexter, tenemos que irnos de aquí —dijo tratando de subir a la habitación, pero él la retuvo—. Ellos vendrán y... No me puedes dejar sola aquí, si te vas, ellos pueden venir y...

—Camila —dijo él, poniendo ambas manos en sus hombros—. No voy a dejar que nadie te haga daño, nadie va a lastimarte, pero necesito que obedezcas a Roger en todo lo que te diga, los próximos días pueden ser algo intensos.

Ella asintió. —Está bien —dijo lentamente. No podía dejar de tener miedo, aun recordaba lo que le había pasado a Emilie, y no quería algo así le sucediera a ella, no quería ser la próxima víctima.

En las próximas horas vio como nuevas personas entraban en la casa, todo parecía una película, hombres armados asegurando la casa, y comunicándose por radios.

Esa noche, aunque se fue a la cama temprano, no pudo dormir. Estaba nerviosa, y sabía quién podía ayudarla a estar en paz. No lo pensó dos veces, salió al pasillo y entró a la habitación de Dexter.

Para su sorpresa, él no estaba dormido, sino que estaba acostado en la cama, mirando hacia el techo. —Sé que dije que no quería que estuviéramos juntos pero...

Dexter le extendió los brazos, y ella no pudo terminar la oración, se metió en la cama, y se acurrucó en su pecho. Cerró los ojos al sentir sus fuertes brazos envolverla. —Me siento segura en tus brazos —confesó sonriendo.

—No dejaré que nadie te haga daño, cariño, eres lo más importante en mi vida, ¿Cómo voy a dejar que algo le pase a mi chica? —dijo él, acariciando su cabello.

*****

:O Continuará...

POSDATA:

NO OLVIDEN LEER LA SINOPSIS DE MI PRÓXIMA NOVELA "No seas tonto, Mike!" 

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