Se escuchó el sonido de la puerta al abrirse, ambos voltearon, Roger alzó las cejas y dejó el portafolios que tenía encima del escritorio. —Veo que ya se arreglaron —dijo lentamente—. Tengo que seguir trabajando.
Camila se separó de Dexter y caminó hasta él. — ¿A dónde iremos ahora? —Preguntó sonriendo.
Roger rascó la parte trasera de su cabeza. —Creo que será mejor que te quedes aquí.
— ¿Por qué? —Preguntó confundida.
Él no parecía saber la respuesta. —Solo quédate aquí —dijo antes de salir de la oficina.
Camila frunció el ceño, pretendía seguirlo, pero Dexter la tomó de la mano. —Vamos a comer algo —dijo saliendo de la oficina con ella. La asistente trató de decirle algo pero él dijo Luego, sin ni siquiera voltear a mirarla.
Llegó tarde a casa, había ayudado a Dexter en la oficina, realmente él la hizo sentir útil, era obvio que su asistente estaba hasta el tope con el trabajo, y poder ayudar, la hizo sentir bien.
Eran las diez de la noche, estaba buscando algo de comer en la cocina, cuando escuchó que alguien entraba a la casa. Camila salió de la cocina, pero eso había sido una mala idea, ya que apenas llevaba una camiseta extra grande que no tapaba para nada sus piernas.
— ¿Quién es esa conejita? —Preguntó el hombre, ofreciéndole una mirada que la hizo sentir incomoda.
Roger y Dexter se pusieron delante de ella, para taparla del hombre. —Ella no es de tu incumbencia, así que di lo que tengas que decir ahora —dijo Dexter de mala gana.
—Tienes razón, no es de mi incumbencia —dijo el hombre respirando hondo—. Santana tiene una fiesta todo este fin de semana para celebrar la unión, y por la mercan...
—Sí, estaremos allá —lo interrumpió Roger.
—Él quiere conocer a su familia, y con eso me refiero a todos —dijo dedicándole una mirada a Camila.
Supo que esa salida solo significaba problemas, ya que los chicos se encerraron en el estudio por horas, ellos solo hacían eso cuando había problemas, se quedó sentada al final de las escaleras, vio a Roger subir y detenerse unos escalones antes.
— ¿Pasa algo, linda?
—Eso debería preguntarte a ti— respondió ella, mirándolo.
Él se sentó a su lado. — Santana no es un buen hombre, esto solo será trabajo, trabajo no divertido y tenso... Pero estaremos bien —dijo poniendo una mano en su pierna y acariciándola lentamente—. Estarás segura con nosotros.
Ella asintió, le dio un beso en la mejilla antes de pararse y dirigirse a su habitación.
Cuando el viernes llegó todo en casa estaba tenso, ella había preparado su pequeña maleta, Roger le había explicado que iban a una casa de campo, así que llevo pantalones cortos, ropa veraniega, y varios trajes de baño.
Bajó las escaleras y casi gimió de frustración cuando vio a Jessica entrar a la casa. Una cosa era estar en un ambiente incomodo con los chicos, pero otra muy diferente era tener que soportar a Jessica todo un maldito fin de semana. Sería un desastre.
Ella corrió a los brazos de Dexter, y lo besó apasionadamente. Nadie dijo nada, es decir, todo el mundo estaba acostumbrado a sus declaraciones de amor, si ambos se quitaban la ropa y empezaban a tener sexo en el piso, no sería algo sorprendente.
Jessica tenía unos pantalones cortos que más bien parecían ser ropa interior, con una blusa transparente color blanca, y lentes de sol. —Tú también irás— dijo con disgusto, al verla.
Camila rodó los ojos, mientras le pasaba su equipaje a Roger. Por suerte llevó audífonos en todo el viaje, ya que Jessica no paraba de hablar con Dexter y Roger, ellos parecían entenderse bien, y la dejaban totalmente de lado. Bueno, los chicos trataban de incluirla en la conversación, pero Jessica hacía todo lo posible para que la conversación solo fuera de tres y no de cuatro.
Ella decía cosas como: Creo que Cami es muy pequeña para saber estas cosas, y hacía malos chistes sexuales bastante entendibles y luego decía algo como. Lo siento, olvidé que hay niños aquí.
Cuando entraron en la mansión, Camila notó que había al menos treinta mujeres, muchas en bikini y otras casi desnudas, eso la hizo sonreír, ya que Jessica tenía el ceño profundamente fruncido, era obvio que no sería el centro de atención, ni la más linda y perfecta de todas, al contrario, esas mujeres parecían haber salido de un certamen de belleza.
— ¡Dexter! —Exclamó un señor gordo, que debía rondar en los cuarenta años, tenía el pelo peinado hacia atrás y usaba lentes de sol de oro, en combinación con muchos anillos y cadenas también de oro. Llevaba pantalones cortos y una camisa ancha. —Buen muchacho —dijo palmeando su espalda—. Por un momento pensé que no eras un hombre de calidad, tu padre fue un excelente socio, y pensé que no tenías los cojones para seguir en el negocio, pero aquí estás, me has demostrado lo contrario, y por eso te respeto.
— ¿Por qué trajiste mujeres? —Preguntó el hombre decepcionado—. Mira a tu alrededor, todas estas son para ti y Roger. Espero que ellas no sean celosas, porque mis chicas se mojaron cuando les dije que ustedes vendrían todo el fin de semana.
—Ella es mi novia —dijo Dexter, presentando a Jessica.
—Me interesa esa pequeña cosita tierna que estás escondiendo —dijo el hombre mirando a Camila.
Roger apretó su agarre en ella. —Soy su tutor —dijo Dexter, acariciando el pelo de Camila.
Ella observó que el hombre no le quitaba los ojos de encima, la estaba haciendo sentir incomoda, él parecía un depredador y ella su presa, Roger notó la acción, porque le susurró en el oído. No te apartes de nosotros ni un segundo.
Las cosas seríanbastante intensas en todo el fin de semana
****
Las cosas podrían complicarse...
Continuará.
ESTÁS LEYENDO
VOLVERÉ.
Fanfiction© 2016, Samara García. Todos los Derechos Reservados. Título Original: volveré. Todos los Derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial. [Art. 56, Ley 424-06] República Dominicana.