— ¿Es por sexo? Diablos, no tienes que tener a ese imbécil si solo te interesa acostarte con alguien.
Ella se quedó observándolo sin entenderlo. —Si quieres tener sexo con alguien, si tu único motivo es acostarte con un hombre... Entonces hagámoslo, tengamos sexo.
Ella se quedó observándolo unos segundos, sintiendo que todo su cuerpo ardía de pura vergüenza, no podía creer lo que había dicho, ni siquiera sabía que decir, ni siquiera sabía cómo podía mirarlo fijamente después de haber escuchado sus palabras.
Ronald entró a la habitación. — ¿Qué está pasando? —Preguntó serio.
— ¿Dónde estabas? Se supone que debías cuidarla.
—Solo se trataba de ese chico...
— ¡Él casi tenía su polla dentro de ella! —gritó Dexter enojado.
Camila abrió los ojos como platos. — ¡No permitiré que digas esas cosas! ¡Eres un mentiroso! ¡Sal de aquí! —Gritó enojada, y al ver que él no se movía, caminó hasta la salida—. No voy a dormir en esta maldita habitación hasta que no te vayas.
Se metió en una de las habitaciones de invitados, estaba enojada, apenada, indignada, todo al mismo tiempo, quería gritar y patear cosas. Respiró hondo varias veces y miró por la ventana, trepó a ella, y sacó los pies, si Dexter la encontraba en esa posición se volvería loco, miró hacia abajo, si se caía se fracturaría.
Abrasó sus piernas y se recostó del marco de la ventana. ¿Era tan malo que solo le gustara un chico? era joven, tener sexo no le haría tanto daño, Dexter lo hacía todo el maldito tiempo, engañaba a las chicas, y todas parecían estar contentas con eso, porque solo querían sexo con él, no entendía porqué se alteraba tanto con ella, tenía diecinueve, algún día se acostaría con alguien.
Escuchó que la puerta se abría y solo quiso mandarlo al diablo, pero le sorprendió encontrarse derramando lágrimas. Ella no era débil, pero aun así, odiaba las peleas, la hacían sentirse mal.
—Ya no pelees más —dijo con tono triste, porque sabía que él le volvería a gritar y a tratarla como a una idiota, la hacía sentir como si querer tener sexo con Pablo hubiera sido la peor cosa, el peor de los horrores.
Tenía que dejar de tratarla como a una niña y reconocer que había crecido y conocería chicos, saldría con ellos, y alguno le podría romper el corazón en mil pedazos, y volvérselo a romper, y era algo absolutamente normal.
Lo escuchó maldecir. —Su padre está ofreciendo una maldita fiesta de año nuevo a la que desgraciadamente no podemos faltar, pero no te quiero ver cerca de ese idiota.
—Está bien —aceptó resignada. Solo quería estar en paz. No podía creer que él mismo le hubiera ofrecido sexo, era absurdo, quería controlarla tanto al punto de ofrecerse personalmente a desvirgarla. Sexo por lástima, era lo último que le faltaba.
Se bajó de la ventana y frunció el ceño cuando lo vio vestido con ropa para dormir, él se metió debajo de las sábanas. —Vamos a dormir, pequeña.
—No dormiré aquí —respondió—. Además no tengo mi ropa de dormir.
—Eso no es problema —dijo quitándosela camiseta—. Puedes usarla— dijo tirándosela.
Ella frunció el ceño. —Date la vuelta —exigió mirándolo fijamente.
Dexter sonrió. —Está bien —dijo obedeciéndola.
Ella se quitó la ropa rápidamente y se puso la camiseta, luego se metió en la cama y mantuvo la distancia con él, luego de unos minutos, presionó su cabeza en su espalda desnuda y lo abrasó. Le encantaba dormir con él de esa forma, la hacía sentir segura, era extraño, pero su enojo se había evaporado.
—Buenas noches, Camila —dijo él, acariciando sus manos.
—Buenas noches, Dexter dijo ella, dando un suave beso en uno de sus omoplatos.
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Continuará...
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VOLVERÉ.
Fanfiction© 2016, Samara García. Todos los Derechos Reservados. Título Original: volveré. Todos los Derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial. [Art. 56, Ley 424-06] República Dominicana.