Capítulo 128

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El dulce sabor de sus labios, el suave rose de sus manos, el aroma de su piel, querían que el tiempo se detuviera por un instante y se grabara en ese momento ese bello episodio de su vida......Annie y Poncho continuaban amándose.

Mientras la besaba Poncho le decía...

-Eres tentadora, como la manzana; atrayente, como la luz; dulce, como la miel; deliciosa, como la fruta; delicada, como la nube; perfumada, como la flor; misteriosa, como la noche; romántica, como la poesía; sensual, como el terciopelo; esperada, como el futuro...así deseo seas en mi amor para toda mi vida....

Annie aceptaba sus besos con locura...y le contestó...

-Tú eres...cálido, como el verano; sensible, como la piel; aventurero, como el viento; experimentado, como el pasado; juguetón, como el niño; atrevido, como el abismo; apasionado, como el volcán; voluptuoso, como el humo; complaciente, como la tierra;
amante, como la sombra; eterno, como el paraíso...así quiero que seas en mi amor para toda mi vida.

-Poncho: te amo Annie!!!!

-Annie: te amo Poncho!!!

Él tenía atrapada a Anahí contra el catre bajo su peso, y hacía que cada respiración fuera una aventura. Pero a ella no le preocupaba. De hecho, adoraba la sensación que le producía tenerlo sobre su cuerpo...y adoraban el murmullo que todavía vibraba en sus organismos, adoraban cómo hacían que se sintiera cuando se acariciaban, adoraban acariciarse y ver en sus ojos la reacción de cada uno.

-Annie: quiero hacer el amor una vez más!!!!

Poncho sonrió....

-Tus deseos son órdenes amor....

Ambos tenían sus miradas invadidas de pasión, podían sentir el deseo de su cuerpo, un aroma cálido que les aceleraba el pulso.

Annie capturó los labios de él y los besó con un ímpetu...los dedos de Alfonso se entrelazaron otra vez con los suyos... se inclinó sobre ella y respondió a esos besos con furia y pasión, ella devoraba su boca, con pequeños mordiscos que llegaban a provocar dolor, él los aceptaba gustoso, porque nada era comparable con el placer de tener lo que había deseado tanto durante los últimos meses de soledad.

Annie gimió, alzó las caderas para pegar la pelvis al duro abultamiento de su deseo. Alfonso rugió de placer...aquella mujer lo estaba matando, pero si tenía que morir, lo haría encantado siempre y cuando fuera así.

Ella le rodeó la cintura con las piernas...él se sumergió en ella con un solo movimiento, momento en el que ella gritó su nombre y comenzó a besarlo mientras él la llevaba hasta el borde del precipicio que tenían ante ellos.

Alfonso se movió una y otra vez hasta que, con un grito de placer, ella se deshizo entre sus brazos.

-Alfonso...le susurraba Annie en su cuello mientras él se deshacía dentro de su suavidad y su dulzura.....

Él la besó con una ternura nueva e increíblemente intensa....

En otro lugar....

-Max: te amo Claudia!!! abrazándola fuertemente.....

-Y yo a ti Max!!!!...aferrándose a su cuerpo y besando su pecho......

-No quiero volver a sepárame de ti!!!!!!

-Nunca lo permitiré!!!! tu eres mío y de nadie más!!!

-Perdóname por todo lo que te hice sufrir, por todo lo que te dije.......fui un estúpido...

Claudia le respondía con voz infantil...

-Un tontito!!!

-Max: un imbécil!!!!!!

EL ÁNGEL DEL  AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora