Danza de demonios: La chica y el dragón

¿Preparados para el partido?

El resto de la clase me quedo mirando como los demás hacen vuelos mas o menos cortos. Algunos aterrizan con olor a viento y ojos chispeantes, y otros con el miedo pintado en la cara. Supongo que hay gente que no está hecha para volar.

Cuando todos hemos ejecutado un vuelo, Mel repasa unas notas que ha ido tomando a lo largo de la clase, y nos indica que la sigamos.

-¿Dónde vamos?- Le pregunta Jatte.

-Al estadio- Dice Mel, sin dar mas explicaciones.

Luften se me acerca y me guiña un ojo.

-Hacía mucho tiempo que no veía a un primerizo volar tan bien. Parece que el aire es agua para ti.- 

-Ha sido muy divertido. Creo que el Spark será mi nuevo deporte favorito- Le contesto yo.

El elfo vuelve al lado de Mel y yo repaso mentalmente el vuelo de la poca gente que conozco en esta clase.

Bewit, el chico de piel oscura, ha realizado un vuelo corto, pero elegante. Parecía importarle poco la distancia entre él y el suelo. Celeste se ha agarrado fuertemente a los cuernos de Orm y ha cerrado los ojos hasta que ha vuelto a tocar el suelo. Varg ha sido lanzado, se ve que al reptil no le ha caído bien el enano. Jatte, para sorpresa de toda la clase, parece haberse divertido mucho. Al bajar del animal, ha abrazado su cuello escamoso. No puedo evitar pensar que, pese a su tamaño, es la chica mas adorable que he visto en la vida.

El resto de vuelos han transcurrido sin muchos accidentes. Cavilo toda esta información mientras caminamos, y, de repente, oigo un montón de grititos de sorpresa y admiración.

Miro hacia adelante y veo un estadio gigantesco, delimitado solo por siete gradas. Éste coge gran parte de un gigantesco claro y, lo que mas me sorprende, un gran trozo de lago.

Dos de las siete graderías, de echo, se encuentran en medio del agua. El estadio debe de tener unos tres kilómetros de diámetro.

-Vaya... ¿Jugaremos aquí?- Pregunta Jatte.

-Exactamente, haréis dos equipos de diez, y se os sumará un alumno del equipo de spark de los dragones. Él os guiará en un partido contra los de primero de los hipocampos, y os iréis turnando para jugar. La primera mitad del grupo jugará durante una hora, y la segunda mas de lo mismo.-

Nos dividimos en dos grupos. En el primero se encuentran Celeste, Varg y Jatte, y en el segundo Bewit y yo, con ocho alumnos mas.

Mel nos presenta al alumno del equipo de Spark, que resulta ser ni más ni menos que Gnist.

-Hola chicos. Algunos ya me conoceréis. Mi nombre es Gnist, y yo seré el encargado de que no os matéis... O al menos no todos. Una vez dentro del campo escuchad atentamente lo que os digo. Se verá rápidamente quién tiene madera de jugador y quién no, pero no os preocupéis. No caeréis, no os haréis daño, así que solo... Disfrutad del vuelo. Es una experiencia como cualquier otra en la vida, así que no tengáis miedo-

Se hace una pausa que Mel rompe con todo el morro posible.

-Bueno, bueno, este año estáis sentimentales, ¿Eh?-

-¿Y a ti que te pasa? Tu sentido del humor es el de un niño de cinco años.- Le dice Gnist con mala cara.

Mel refunfuña:

-Tú si que tienes algo de un niño de cinco años...-

-¡MEL!- Luften interrumpe su frase con brusquedad.

Mel hace una sonrisita burlona y encoge sus hombros, como si dijera "Que quieres, yo soy así".

Gnist aclara su garganta, intentando disimular la gracia que le hace la situación y empieza a explicarnos las reglas básicas.

Siete pelotas: Una dodge, tres Hitters, una marcadora, una Osynlig y una figura Rorel. Tres porterías para cada equipo. Siete jugadores en los juegos oficiales. 

Una maraña de posiciones, tácticas y faltas se agolpan en mi mente y no me dejan pensar. Antes de que podamos decir nada, Gnist saca al primer equipo al campo de jugo, y los demás nos quedamos solos en los vestidores (Luften y Mel se han ido cuando Gnista ha empezado a hablar demasiado)

Necesito hacer algo. No me veo estando una hora en silencio, así que entablo conversación con Bewit.

-¿Y tu de donde eres?-

-Uff... Largo de explicar ¿Conoces Stoner?-

-¿El pueblo minero cercano a Uggla?-

-Exacto, mi familia y yo vivimos en un pueblo subterráneo cercano, Subsol-

-¿Vives en un pueblo subterráneo?-

-Si, soy un Drow. Se nos conoce como elfos oscuros, y nos nos importa vivir en penumbra. Pero aún así prefiero los lugares abiertos, hay mucho mas que ver...-

-Ah. Yo soy de un pueblecito bastante pequeño, Manniskor, no había brujos ahí desde...-

La hora pasa volando mientras hablamos sobre nuestros pueblos natales, lo que hemos descubierto estando aquí y aprovecho para invitarle a la fiesta de esta tarde.

"Eso si aún estamos vivos, pienso"

De repente, el primer grupo aparece y Gnist empieza a despotricar.

-¡Los muy hijos de...! ¡Han llevado a Illgar!-

-¿Quién es illgar?- Le pregunta Bewit.

-Es el capitán de los hipocampos, uno de los mejores jugadores del colegio. Está muy mal visto que los capitanes jueguen en el primer partido, porque solo machacan a los jugadores nuevos, pero a ese cabrón no parece importarle nada...-

-Bueno, relájate... ¿Quién es el capitán de los dragones?- Le pregunto para atemperar el ambiente

La expresión de Gnist cambia completamente. Pasa a ser una expresión de admiración y orgullo.

-Capitana, se llama Saray Bloodborne. Es la mejor jugador que he visto en mucho tiempo además de una muy buena amiga.-

"Ya... Cuidado, que se te cae la baba" Pienso. Es evidente que Gnist querría tener con la capitana algo mas que amistad.

-Bueno chicos, ¿preparados? Se nos ha acabado el descanso- Dice Gnist de repente.

Los del equipo 2 murmullan algo ininteligible, y yo me recojo el pelo en una práctica cola de caballo.

Salimos del vestuario y vemos que, en el suelo del estadio, once magníficos Orms negros y rojos nos esperan con ansia de volar. Gnist sube con rapidez al que está mas cerca, y yo no tardo en subirme a uno de los mas pequeños, que tengo la sensación de que será también uno de los mas escurridizos.

Gnist mira mi montura.

-Buena elección. Es algo indómito, pero si te coge cariño es un buen compañero de vuelo.- Me dice, mientras se gira para hablarles a los demás.

-Bueno, chicos, ¿Preparados para el partido?-