Errores

1.8K 203 0
                                    

Me giro, mirando a Krig... Busco en él un lugar al que aferrarme, una persona calmada, en un mar de caos... Miro a Krig y él nos mira a nosotros... Y corre. Corre hacia nosotros con el terror en los ojos, con el miedo tallado en su expresión, normalmente pétrea.

Entonces yo también tengo miedo... Krig es un luchador experto, ha enfrontado ejércitos enteros... ¿Qué tiene esta situación que le de tanto miedo?

-¡CORRED, MALDITA SEA, CORRED!- Krig grita, como si nuestra falta de reacción le frustrara.

Esta frase es el detonante del pánico generalizado. Por primera vez, hago caso a una persona sin pensármelo ni un momento. Y corro. Corro como no he corrido en la vida. Mis pies apenas tocan el suelo, y no tardo en adelantar a mis compañeros, impulsada por el miedo.

Llego al comedor con el corazón a mil. Siento como golpea mi pecho y sube por mi cuello y empiezo a buscar a Selene. ¿O a Edel? ¿Que mas da? A alguien...

Me topo con Edel caminando con tranquilidad por uno de los pasillos, como si el mundo fuera ajeno a ella, como si el ruido que le rodea (Gritos, sirenas y el lejano murmullo de una batalla preparándose) no fuera real.

No estoy de humor para trata a la elfa con delicadeza. Tampoco creo que lo necesite, así que la agarro de los hombros y la sacudo un poco para que me preste atención. Ella abre mucho los ojos, como si se acabara de dar cuenta de que estoy aquí.

-¡EDEL! Nos atacan... ¡Tienes que encontrar a Selene y...!-

Edel me pone un fino dedo banco en los labios, haciéndome callar de forma suave. Su actitud calmada me sorprende. ¿Cómo una persona que se comporta así en medio de una invasión ha logrado sobrevivir tanto tiempo?

-Selene ya está organizando la defensa, se encuentra asignando diferentes trabajos a los profesores en el ala central. Krig está recogiendo a los alumnos que seguían con el ejercicio. Yo de ti buscaría a tu dragona. Está en el patio trasero, acompañando a los demás animales al establo, aunque ya ha terminado y te está esperando... Corre, y recógela antes de que lleguen...-

-¿Cómo... Cómo sabes todo esto?-

-Después de vivir tanto tiempo, pocas cosas me entretienen... Pero mi actividad favorita es y siempre ha sido observar. Y te aseguro que se me da muy bien-

No pregunto nada mas. La manada debe de estar a punto de echársenos encima, así que hago caso a la elfa y voy corriendo hacia el sitio de donde vengo. 

Siento que mi cuerpo se mueve demasiado despacio, como en esos frustrantes sueños en los que quieres moverte y no puedes, o lo haces tan despacio que sientes como si estuvieras en un tarro lleno de miel, que te impide moverte como quieres.

"¡Eris! ¿Qué me pasa?"

"No te pasa nada, pero tienes tanta prisa y has venido tan rápido que tu cuerpo parece moverse mas despacio. Teletranspórtate hacia ahí y ya está. En un rato se te habrá pasado"

Le hago caso, tan confusa que ni siquiera he entendido la mitad de lo que me ha dicho, y aparezco justo delante de mi dragona, que me espera con aire impaciente.

"Por fin te dignas a aparecer. ¿Qué hacemos?"

"De momento esperar órdenes. Estamos capacitadas para luchar, pero sólo llevamos tres sesiones de entrenamiento, y sólo lo hemos hecho juntas una de ellas, así que, seguramente, los profesores piensen que no somos capaces de luchar, excepto Edel y Selene... Están reuniendo a los alumnos en sus salas comunes, así que mejor que vayamos para allá y esperemos"

Intento un transporte hacia la sala común, pero veo que mi magia, de repente, no funciona.

-¿Pero qué...?-

"Han suprimido la magia dentro del castillo. Deben de estar reforzando los conjuros de protección y preven que venga algún enemigo a destruirlos desde dentro. Tendremos que ir como podamos"

"El castillo está intransitable. Ya me costaría pasar a mi, no quiero ni imaginarme a un dragón de tu tamaño"

"No me has entendido. No solo podemos caminar..."

"Aahh"

Medio minuto después, suspendidas en el aire, contamos los ventanales que nos faltan para llegar a mi habitación.  En el cielo se recortan las siluetas de nuestros enemigos, cada vez mas cercanos.

No tardamos en ver desde fuera la enorme habitación, así que que mi dragona se acerca a la ventana y yo la abro de una patada.

Entro de un salto, y la dragona se retuerce para pasar por un agujero que se le está quedando pequeño. Oigo el ruido de la sala común desde aquí, así que corro hacia ella y dejo a mi dragona retorciéndose para hacer pasar su ala derecha por la ventana. Tampoco podría ayudarle en nada... Sin magia poca cosa puedo hacer.

Al llegar al salón me encuentro con una multitud de chicos discutiendo a gritos mientras otros intentan poner algo de paz. En cuanto me ven llegar, algunos se callan, pero el ruido sigue siendo lo bastante fuerte como para que no oiga lo que me intentan decir.

-¡Tánatos ha venido y ha traído un ejército!-

-¿Habéis visto a ese dragón? ¡Parecía un zombie...!-

-¡¿Pero es que nadie ha mirado al suelo?! ¡Había un ejército de caminantes viniendo hacia aquí!-

Un ruido extraño empieza a crecer detrás de mi y, tirando la puerta del pasillo abajo, mi dragona aparece con cara de enfadada y un poderoso rugido que hace callar a todo el mundo. 

Su voz resuena en mi cabeza, y algo me dice que también lo hace en las de mis compañeros, por sus caras de confusión.

"Callaos. Gritar encerrados aquí no va a solucionar nada. Os están entrenando como a soldados, comportaos como tal. No pongáis las cosas mas difíciles. Los profesores ya tienen suficiente con el revuelo del exterior ¿Queréis remover las cosas dentro también? Aprended un poco de Bía, o Dimitri, o incluso Celeste. Esperad órdenes. Tenéis toda vuestra vida para ser humanos. Sed máquinas durante un tiempo"

Un resoplido de indignación sale de su reptil boca, poniendo fin al discurso. Antes de que nadie tenga la oportunidad de decir nada, y para dar mas énfasis al discurso, Luften aparece por la puerta.

-¡Chicos! Necesito que los del grupo "S" vengáis. Coged vuestras armas y los que podáis traed a vuestras mascotas.-

Esto es inesperado. ¿Tan desesperados están que usan a alumnos para defender el colegio? ¿Acaso Tánatos ha conseguido atravesar la barrera que recubre el colegio?

-¡VENGA!-

Sin dudarlo, los de el grupo "S" se ponen a correr, algunos buscando sus armas, otros abriéndose paso entre la gente. Yo me quedo quieta un momento. Esperando a que la gente se aparte o algo parecido. Parece que no. Tampoco es que haya mucho espacio.

Salto desde lo alto de la escalera y aterrizo unos cinco metros mas allá. Al menos ahora si que se han apartado. Supongo que la promesa de alguien cayendo sobre de ti no debe de ser demasiado apetecible.

Mi dragona lo tiene un poco mas fácil. Por obvios motivos, despierta mucho mas respeto que yo, así que, cuando avanza, la gente se aparta para abrirle paso. 

Luften revisa que estemos todos y, sin mediar palabra, se pone a correr.

-¡LUFTEN! ¡¿Dónde vamos?!-

El elfo no me respondo. Solo veo su verde melena agitándose en el aire. Sin pensar en ello, echo a correr detrás de él. Los otros chicos del grupo "S" empiezan a seguirnos.

No podíamos tener ni idea... De que esto sería un enorme error. 




Danza de demonios: La chica y el dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora