Tánatos mira al informador, aterrorizado y postrado delante de él como el ser inferior que es. Los vigilantes del cementerio han resultado ser de utilidad, pese a que la moradora insistió en que no hacia falta, que podía encargarse de todo ella sola. Prometió traer los cadáveres de Selene, Vegapunk y Himlen, pero nadie le dijo nada acerca de la chica... Sin embargo, Tánatos sabía que la chica iba a fallar. Por muy poderosa que fuera la aprendiz, no dejaba de ser eso: Una aprendiz. Así que trazó su plan en función a eso.
Ahora entiende porqué el asesino, pese a tener un plan perfectamente tramado, fue derrotado. La alumna debió de verlo y, teniendo en cuenta lo que acaba de ver, lo derrotó con suma facilidad. En este momento, se pregunta qué debe de ser esa chica... Y cómo debe de haber conseguido a un dragón. Pero ahora no, tiene que preocuparse de algo mas importante. El plan de infiltración al bosque verde tiene que seguir como estaba establecido.
El informador, inconsciente de todo eso, teme llevarle a su amo una mala noticia.
-Retírate- Tánatos hace un gesto con la mano, indicándole al informador que puede irse, y este corre todo lo que puede sin resultar ofensivo para su amo.
Tánatos se encuentra ahora a solas en la habitación, de suelo de mármol negro y, contento por el funcionamiento perfecto de su maquinación, se permite a si mismo una media sonrisa.
Djal entra a la habitación como una exhalación y Tánatos mira a su ayudante con aire de superioridad, esperando a ver lo que ella quiere decirle.
-Señor, han llegado al bosque-
-Perfecto. Tendremos que felicitarles ¿No crees?-
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Danza de demonios: La chica y el dragón
FantasyUna extraña mujer que porta dos poderosas espadas y algo aún más misterioso consigo. Una chica a la que, de repente, el mundo se le hace muy grande, y que descubre que, en realidad, poco sabe sobre sí misma. Un trato antiguo, mantenido en secreto, q...