Danza de demonios: La chica y el dragón

Alfhild

La chica escruta a la que conoce como Rem Kardan, que camina curosamente hacia el gimnasio que le corresponde. Su mente trabaja a mil por hora, procesando todo lo que acaba de ver.

Dos chicos, ambos altos y fornidos, muy parecidos, de hecho, hablan sobre el combate que acaban de ver. Sus voces, ya demasiado altas, empiezan a molestar a la chica.

-¿No crees que ha sido algo lenta para el primer contraataque?. Su reacción ha sido ejemplar, pero tendría que pulir...-

-No, no te has fijado bien. Si su reacción hubiese sido más rápida, se hubiera arriesgado a perder el equilibrio y habría dejado desprotegido su flanco izquierdo con el giro. Creo que el timing ha sido perfecto, aunque el último golpe puede que haya...-

-Callad-

Una voz calmada les interrumpe. Un chico sombrío, con el pelo y los ojos de un negro profundo y unas vistosas ojeras les da la orden con cierto aire de molestia, como si la charla de los dos chicos fuera el fastidioso ruido de un insecto volando a su alrededor. Éste mira a la chica con aire interrogativo y le pregunta:

-¿Qué piensas tú, Alfhild?-

Ésta se sorprende del repentino interrogante. Se gira, mientras se muerde la uña del pulgar buscando una respuesta. Empieza a hablar sin dejar de pensar en el reciente combate en ningún momento.

-Yo... No lo tengo del todo claro... Su forma de batalla no es impecable, pero puedo decir sin temer a equivocarme que no ha sacado ni mucho menos todo su potencial... No parecía estar enfrentado un reto siquiera considerable cuando ha hecho todo lo que hemos visto... Y la fuerza colosal que ha sacado en el último momento ha sido fruto de un descuido, no de un golpe desesperado... Ha sido algo que ha hecho sin querer... No sé cómo de fuerte es realmente esta chica, pero no hemos visto ni la punta del iceberg... Es la persona con más potencial que he tenido delante- Dice ésto mirando temerosamente al sombrío chico, como si tubiera miedo de su posible reacción. Este solo sonríe levemente.

-Buen trabajo, Alfhild... Por si no os habías fijado en ello, la chica hasta hace dos días tenía el pelo negro, y no recuerdo haberla visto con un ojo de cada color... Por cierto, su piel no parecía un trozo de papel pintado con mal gusto... No sé lo que es esta chica... Pero no creo que sea humana y si lo es, probablemente sea una maga... Siento... Curiosidad, por decirlo de algún modo... ¿No os parecería divertido retarla para ver lo que nos puede ofrecer?-

El resto del grupo suelta una pequeña carcajada unánime... Todos excepto la chica, que se sigue mordiendo nerviosamente las uñas.

"Por primera vez en mucho tiempo... No estoy segura de que puedan ganarle a quien tengo delante" La chica ha visto incontables veces como el grupo la llamaba para examinar a novatos prometedores para luego aplastarlos con saña. Esta vez... Es distinto. Rem Kardan le parece el tipo de persona que está dispuesta a arrancarte el pié antes de que la pisotees.

El grupo empieza a marcharse, siguiendo al chico, que camina con una postura algo retorcida, que encaja perfectamente con su aspecto.

-Alfhild ¿Se puede saber qué esperas?- Éste se gira conbrusquedad, mirando a la chica con sus penetrantes ojos negros.

-Voy, voy- Alfhild responde de forma nerviosa. mientras se saca la uña del índice, completamente mordisqueada, de la boca.

Después de una última mirada en dirección al gimnasio, en el cual ya pueden oírse los crujidos de las espadas de madera y plomo, la chica sigue al resto del grupo, que se pierde por los recovecos del lugar.