Partido

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Levanto el vuelo justo después de Gnist, y siento como el aire despeina mi coleta, y la altura me da una sensación de ingravidez y un leve mareo, que supero tras unos segundos. Veo que, a lo lejos, otro grupo de Orms, azules y blancos, ha alzado el vuelo. Uno de ellos realiza un vuelo elegante, por lo que sospecho que es el capitán de los hipocampos (Ahora mismo no recuerdo su nombre). Los demás, apenas se mantienen encima de los Orms, aunque destacan un par de chicos, que se las apañan para manejar sus monturas con bastante soltura.

-Bien chicos, tu- Dice, señalando a un chico rubio - Encárgate de la portería, tienes un vuelo estable y parece que los giros bruscos no te supondrán un problema. Tu y tu. esta vez señala a una chica pelirroja y a un chico moreno- Encargaos de la defensa próxima, interceptad los pase y lanzad hacia yo y los que aún no he dicho, que nos encargaremos del ataque. ¿Todo claro?-

Un sí unánime es la respuesta que Gnist esperaba, por lo que nos indica que avancemos con un gesto, y yo empiezo a buscar cualquiera de las pelotas. En poco tiempo sitúo una pequeña bola gris que se dirige de forma inexorable hacia el Orm de Bewit. Una Hitter. El golpe sería bastante perjudicial, por lo que me dirijo hacia a ella a toda velocidad.

Bewit intenta esquivarla sin mucho éxito, por lo que cojo mas velocidad. Llego a la altura del Drow y de su montura en poco tiempo, y cojo la pelota justo antes de que esta impacte contra su brazo. Me dirige una mirada de agradecimiento y yo le dedico una sonrisa.

Empiezo a avanzar hacia la portería lo más rápido que puedo. Esquivo un par de defensas torpes, que casi chocan entre ellos en cuanto me aparto y me acerco a la portería a máxima velocidad. 

De repente, un Orm aparece y me corta el camino. Veo que el chico que lo monta es claramente mayor que yo, por lo que es, indudablemente, el capitán del equipo contrario.

Estoy sola, no puedo pasar, y la portería es aún demasiado lejana. No hay escapatoria. Soltar la pelota significaría entregarle un punto al equipo rival. Dudo que pueda esquivar a un jugador tan experimentado... Una idea acude a mi mente.

Las hitters intentan golpear al jugador mas cercano, ¿No?

Lanzo la pelota lo mas lejos que puedo, y esta traza una parábola en el aire, empezando a dirigirse hacia el jugador contrario, que se prepara para cogerla.

Antes de que su brazo llegue a alcanzar la pelota, me muevo con rapidez, pasando por debajo de su Orm, cogiendo la pelota (Que hace que mi brazo esté dolorido casi todo el partido) y alejándome lo mas rápido que puedo, en dirección a la portería.

Esquivo al resto de defensas, y veo de reojo como el capitán contrario intenta alcanzarme, pero yo llevo demasiada ventaja.

La portería está cerca, y el portero es un novato, por lo que mi lanzamiento entra con facilidad en uno de los tres aros suspendidos en el aire.

Veo que un marcador cercano, suspendido en el aire, marca  5-11 a favor de los hipocampos.

"Esto va a cambiar muy rápido" 

Empezamos a tomar la delantera en el ataque, unos minutos mas tarde, hemos colado la marcadora dos veces, lo que nos deja sólo una diferencia de siete.

"¡Venga, venga, venga! Pienso en los consejos de Gnist... ¡Recuerda lo que dijo! Había una manera rápida de ganar puntos... Y esa era..."

Las palabras de Gnist acuden a mi mente.

-Muy bien chicos, ahora, para finalizar, algo que, seguramente, no os ocupe el tiempo durante el partido. En el juego hay siempre una figura Rorel, es decir, una figura animada que tiene las mismas propiedades que el animal del que tiene forma. En el Spark suele ser un dragón, aunque hay de todo. No se suele encontrar en el juego, solo se encuentra en uno de cada veinte partidos. No os preocupéis por la Rorel y sólo escuchad lo que voy a...-

El recuerdo se interrumpe aquí. Queda poco tiempo, así que algo que nos de tanto puntaje debe de estar muy bien escondido. No veo nada cerca de las gradas, ni tampoco volando en el aire, por lo que solo queda...

"El lago" Me parece que hoy me tocará mojarme.

Miro en esa dirección y le susurro al Orm en el oído:

-Bueno peque, ¿Te hace un chapuzón?-

Empezamos a caer en picado en dirección al agua, y, de repente una ola de frío recorre mi piel. Estoy dentro. El agua es tan limpia que logro ver con bastante claridad. A lo lejos, logro ver una pequeña forma de contornos difusos por la presencia del agua, con un brillo cobrizo.

"¡Es la Rorel!" Insto al Orm, animal tan buen nadador como volador, a ir en esa dirección. La frenética carrera dura un buen rato, y empiezo a oír la cuenta atrás para el final del partido, aunque no logro distinguir los números, empiezo a ver borroso por la falta de aire y, justo cuando creía que no podía mas, agarro la figura por su cola y salgo del agua, en un espectáculo de escamas, pelo mojado y piel goteando. Miro la figura de mi mano y veo como un pequeño dragón de cobre se retuerce entre mis manos de forma espasmódica.

Gnist me mira con sorpresa y suelta un grito de alegría al ver la figura que nos acaba de dar diez puntos y una indiscutible victoria.  Los del equipo contrario nos miran con sorpresa, y veo como Illgar  (Acabo de acordarme de su nombre) tiene en su cara una expresión que no logro descifrar. ¿Sorpresa? ¿Odio, quizás? 

Ignoro al otro equipo y empiezo a celebrar el partido con los de mi equipo, que ya se encuentran en el suelo, formando una piña mientras vitorean.

Me uno a ellos. La coleta se me ha desecho, seguramente bajo el agua, y el pelo me cubre la cara y no me deja ver. Bewit tiene el detalle de apartármelo de la cara antes de abrazarme.

Pronto se nos unen los que ya estaban en el vestuario, y les muestro el dragón de bronce, ahora inmóvil, cosa que hace que lo entiendan todo.

Gnist me despeina y me sonríe, y yo quiero que este momento, entre tanta gente a la que parezco caerle bien, dure eternamente.

Danza de demonios: La chica y el dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora