Primer vuelo

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-Venga, Salem, ¿Por qué no lo pruebas?- Me dice Mel, como si proponerte volar en serpiente fuera lo mas normal del mundo.

-¿Yo?- Le digo, sin poder creérmelo del todo.

-No, la crema de brujas, ¡Pues claro que tu! Venga, no te hagas de rogar- Me insta.

-Venga... Mel, un poco de calma, ten en cuenta que...- Luften interviene con voz calmada.

-¡Anda y calla! Los elfos no tenéis sangre en las venas. Tampoco te enfades, que puede que hasta te suba la presión y empieces a expresarte como una persona- Le espeta Mel, como quien no quiere la cosa.

El elfo pone los ojos en blanco mientras la maga baja del gigantesco animal y me mira con cara de circunstancias.

Mel me acerca la serpiente, que saca la lengua para olisquear el aire y me mira con sus enormes ojos negros. Sus escamas tienen una tonalidad rojiza, aunque se van oscureciendo al acercarse a la cabeza, hasta ser totalmente negras.

-Las casas aparean distintos Orms para que éstos tengan los colores de sus emblemas. Éste es un Orm jubilado, pero lo usamos para las clases primerizas porque es muy dócil y parece que le gustan los enanos como vosotros.-

-¡Eh, que no soy tan baja!- Le digo, acariciando la cabeza rugosa del reptil.

-Anda y calla, los de cuarto se subirían a este bicho de un saltito. Vamos, ve subiendo y prueba a hacer un vuelo corto mientras saco a unos cuantos más del establo. Tendréis que probar todos... Es la única preparación para lo que se os viene encima...-

-¿Me estás diciendo que dentro de una hora vamos a jugar? ¿Así, sin preliminares ni nada?-

-Es... Solo un partidillo de entrenamiento. Sirve para ver los que de verdad tienen madera de jugadores. En las clases de educación física practicaréis otros deportes aparte del Spark, pero empezaréis con éste, ya que es considerado el deporte mágico por exceléncia-

Miro al animal que se erige delante de mí y suspiro. Cuanto antes acabe, mejor. Subo una pierna por encima de su lomo (¿Las serpientes tienen lomo?) y me las arreglo para situarme encima, cerca de la cornamenta, a la cual me agarro como si fuera el manillar de una bici.

No se está tan mal. Pese a que el animal no lleva silla de montar, el enlace que Mel ha mencionado antes es tangible, ya que noto como si unos ganchitos se adhirieran a mi piel y a mi ropa, sujetándome encima del animal. Una vez que el miedo a caerme queda descartado, pienso en cómo haré volar al Orm... Mel le ha susurrado algo antes de comenzar el vuelo.. Probaré a ver que tal.

Me acerco al agujero en su cráneo que identifico como oreja y le digo:

-Bueno ¿Preparado para volar?-

El animal me mira de reojo, como si dijera "¿Lo estás tu?". Trago saliva y me agarro a los cuernos con resolución.

-Vamos allá-

El Orm se eleva de forma brusca y se queda suspendido en el aire, ondulando su largo cuerpo de forma hipnótica. La única parte que resta inmóvil es su cabeza, cosa que agradezco, ya que me proporciona un lugar mas o menos fijo. Desde aquí (Unos diez metros respecto al suelo) veo como Mel sale del establo con tres Orms mas, de coloraciones distintas y me levanta el pulgar mientras sonríe.

"Venga... Vamos a volar de verdad"

-¿Te hace una carrera?- Le susurro al reptil.

Éste suelta un grito gutural y metálico y enrosca sus anillos de forma súbita. Me aferro a los cuernos y, como si el animal fuera un muelle gigantesco, se estira de repente, propulsándose hacia adelante.

Todo pasa a mi alrededor con extrema velocidad, pero a la vez lo veo todo tan claro... El aire adopta cada vez mas humedad a nuestro alrededor, y veo que nos acercamos al lago. El Orm desciende hasta rozar el agua, y pequeñas gotitas salpican mi piel. Levantamos el vuelo otra vez, llevándonos una pequeña columna de agua detrás de nosotros, y formando un efímero arco iris.

El Orm parece obedecer más mi fuerza de voluntad que mi manejo físico, por lo que no resulta nada difícil de montar. Soy capaz de controlar hasta cierto punto velocidad, dirección y postura, por lo que me entretengo experimentando piruetas en el aire.

Nos acercamos al claro y me dispongo a bajar, pero una idea salvaje acude a mi mente. Sonrío y le susurro algo a la oreja del animal. Este me mira y hace una mueca similar a una sonrisa, por lo que interpreto que me ha entendido.

Me levanto del Orm y oigo gritos de espanto debajo de mí, provenientes de el resto de alumnos. Veo que Mel me mira con curiosidad y Luften con espanto, cosa que solo me anima más. Entonces salto.

El aire roza mi piel y me da una espectacular sensación de ingravidez, aunque veo el suelo acercarse de forma fatal. El Orm empieza a descender conmigo y pronto estamos a la par. Nuestras pieles se tocan y la tierra nos atrae hacia a ella, con la promesa de un golpe mortífero. A unos diez metros del suelo, me cojo fuertemente al Orm y vuelvo a montarme en él, estableciendo otra vez el vínculo.

Remontamos el vuelo a pocos metros del suelo, para aterrizar entre aplausos poco después. El Orm inclina la cabeza, como si hiciera una reverencia.

-Presumido- Le digo mientras bajo y le doy unas palmaditas en la cabeza.

Me acerco hacia la multitud y Mel me sonríe de forma evidente.

-Un espectacular primer vuelo, Salem-

Danza de demonios: La chica y el dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora