¿Instinto o curiosidad?

1.4K 175 5
                                    

Trago saliva nerviosamente mientras hago los ejercicios que el entrenador, un hombre más o menos amable de mediana edad, nos va dando indicaciones para mejorar nuestras estocadas, o hacerlas más veloces. Aún no tengo muy claro si mi próximo enfrentamiento contra Rem Kardan va a ser como lo había imaginado... Insistía en pensar que había llegado a su lugar gracias a la suerte, puede que algo de habilidad... Pero ahora no estoy tan seguro... Creo que el hecho de que sea una chica me acabará pasando factura... No nos engañemos, si creía que podía con ella era en gran parte gracias a eso.

El timbre suena y me asusta más de lo normal. Lo que en mitad de una clase ordinaria sería un simple sobresalto ahora es puro terror... Empiezo a ir hacia la puerta, sabiendo que no tengo mucho tiempo y no me conviene llegar tarde... Que me derrote sería humillante, pero que quedara como un cobarde por llegar tarde sería peor.

Corro hacia el patio de armas, el sitio más o menos oficial en el que se celebran los encuentros entre alumnos... Pese a que sólo tenemos cinco minutos, pese a que los cadetes no quieren arriesgarse a llegar tarde a clase (los castigos aquí son de lo peor) el patio está abarrotado. La gente quiere ver a Rem, quieren reírse de su fracaso. No creo que tengan la oportunidad. 

Avanzo, con toda la calma que puedo aparentar y veo que me está esperando, en medio del campo de tierra, con la mirada fija en mí... Yo sólo desenvaino mi espada y adopto una posición de lucha...

A lo lejos, encima de un muro, un enorme y peludo gato negro de ojos violetas nos observa con mirada penetrante, como si supiera exactamente lo que va a pasar.

----------------------------------------------------------

Adal está a punto de llegar, huelo sus nervios desde aquí. No me ha hecho falta una inspección minuciosa para descubrir que mi espada era mucho más de lo que aparentaba... Me siento cómoda con ella.

El chico llega, con el pecho ridículamente hinchado, como si intentara aparentar la valentía que noto que no tiene. Desenvaina su espada y veo que se posiciona, listo para luchar. La gente que nos mira grita, animándonos y abucheándonos a partes bastante desiguales... La mayoría están con Adal, claro. Noto que sólo un pequeño grupo está en silencio, simplemente observando... Noto que tienen un nivel bastante superior al de los demás chicos con sólo fijarme en ellos... Tienen una clara actitud marcial, y veo que están mucho más desenvolupados que aquellos que les rodean. Para mi sorpresa, veo a una chica entre ellos.

Mientras les estoy mirando, Adal aprovecha para atacarme... Pero su intento no llega demasiado lejos. Instintivamente, coloco la espada entre nosotros dos. Puede que con demasiada fuerza, porque veo que se aparta frotándose el brazo con expresión adolorida. Normalmente no atacaría a alguien que no se ha recuperado de un golpe, me parece... Rastrero, pero recuerdo que tengo poco tiempo. No me conviene llegar tarde y, si mi reloj biológico no me falla, no me deben de quedar más de tres minutos.

-------------------------------------------------

¡¿Se puede saber cómo ha esquivado eso?!¡ Ni siquiera me estaba mirando! Ahora estoy en una posición vulnerable, mucho más baja que la suya y, por lo tanto, mucho más expuesta...

-------------------------------------------------

Mi golpe es esquivado más por suerte que por habilidad, la verdad, pero una finta es una finta, así que supongo que vale.

Intenta volver a atacarme con un golpe inferior, aprovechando su posición, con el centro de gravedad más bajo que el mío. Este es más difícil de esquivar, pero consigo hacerlo y no tardo en ser yo la que ataca.

--------------------------------------------------

Me vuelve a esquivar con una facilidad insultante... Este golpe bajo era mi mejor arma, algo más o menos imprevisible, rápido, inesperado... Y lo ha esquivado sin problema. La que, durante unos breves y preciosos instantes ha sido una posición baja ventajosa para el combate raso, ahora me supone una molestia... Lo único que puedo hacer es levantarme y...

---------------------------------------------------

Nada más mirar a la cara a Adal, veo que este ha sido su golpe definitivo... Es una pena, parecía mucho más... Aún así no le culpo. Eris se ha pasado años entrenando, este chico, a lo sumo, un par. No ha sido una mala pelea, sólo... Esperaba algo más.

Intenta derribarme con un último ataque desesperado, en el cual casi cae al suelo por sus prisas al levantarse, pero es tan... Previsible... Sé exactamente dónde va a ir su espada, como si pudiera ver el futuro... Intento arrancarle la espada de las manos con un férreo bloque, pero la coge con tanta fuerza que sale disparado con ella, cayendo al suelo.

Me mira con sorpresa y antes de que nadie pueda decir nada, un ruido desagradable se empieza a extender por el lugar. Miro a su espada y veo que se está resquebrajando, como si fuera de cristal, hasta que la tensión llega hasta tal punto que el metal no puede soportarla y estalla, como una gota de cristal congelado que se tira a la nieve cuando aún está candente... No me esperaba imprimir tanta fuerza en un solo golpe, pero aún no me controlo del todo bien, y una batalla no ha sido lo mejor para ponerme a prueba, según puedo ver. Aún así, no me esperaba algo así. La espada no parecía mala, ni tampoco era de prácticas... He imprimido algo más que fuerza en esa estocada, le he puesto energía. Energía que ha desbordado el metal hasta que éste ha agotado su capacidad y ha colapsado.

Miro mi espada y veo que, por suerte, el conjuro de camuflaje no se ha roto. Empiezo a ir hacia la clase, pero Adal vuelve a detenerme.

-¡Espera!-

"Al menos el chico no se rinde... Eso es bueno"

Me giro y veo que me mira con una expresión que... No tengo ni idea de lo que significa. Esto es algo nuevo. Nunca me había pasado... Siempre podía, más o menos, saber en qué estado de ánimo estaba una persona delante de mí, o que sentía, pero no logro atisbar que quiere decir la expresión de Adal. Respira hondo y me mira, ahora un poco más calmado, aunque con expresión seria.

-He perdido-

-Brillante deducción-

Pone los ojos en blanco mientras los de nuestro alrededor se ríen, aunque la mayoría ya se han ido hacia clase.

-Si, vale, jaja, que graciosa... Pero no lo entiendes. Ahora vendrán a por ti de verdad-

-Ya me lo esperaba... Tranquilo, lo resistiré-

La gente ya casi se ha dispersado completamente y solo unos cuantos rezagados están todavía en el patio, además del grupo en el que me he fijado, que nos sigue observando mientras comentan cosas entre ellos.

Adal les mira con seriedad y se me acerca. Esto me pone incómoda. No me había fijado en lo mucho que me pasa... Por poco no tiene que agacharse para que le oiga.

-¿ibas en serio cuando has dicho?... Ya sabes... Lo de aplastar a éste lugar...-

Seguramente sea impulsiva, seguramente sea algo que no debo de hacer... Pero no puedo evitar acercarme a él para susurrarle algo al oído que hace que, mientras giro y empiezo a ir hacia el gimnasio, me mire con los ojos muy abiertos.

-----------------------------------------------

Rem se me acerca. Incluso más, y me susurra al oído algo que no creo que vaya a olvidar jamás.

-No solo aplastaré a éste lugar. Lo aplastaré todo-

No creo que sea una mala persona... No lo pienso ni de lejos. Es, de hecho, una persona muy simpática fuera del campo de batalla... Pero nunca mi instinto me había dicho tantas veces que me alejara de alguien... Creo que, por primera vez en mi vida, ignoraré lo que me dice mi instinto y, simplemente, seguiré mi curiosidad.

Veo que camina hacia el gimnasio de una forma curiosa, como si cada uno de sus paso formara parte de un complejo baile, calculado al milímetro... Su blanca melena se sacude cada vez que se mueve, creando cascadas de platino en movimiento... Si, realmente voy a seguir a mi curiosidad. Será mucho más... Interesante.




Danza de demonios: La chica y el dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora