Lucha con acompañante

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Me despierto con un sobresalto. El ruido incesante de la habitación-despertador me obliga a levantarme de la cama. Casi no puedo ni moverme. Pinchazos torturan mis músculos en cuanto los muevo, y mis huesos se sienten quebradizos... La clase de hoy me matará o estará punto de hacerlo.

Me estiro un poco y me visto con lo primero que encuentro. Eso resulta ser una camisa verde oscuro y unos sencillos pantalones negros. Bajo las escaleras corriendo (Voy un poquito tarde) y veo que la sala común está casi vacía. Todo el mundo está desayunando. Envío un simple mensaje mental a mi dragona:

"¿Dónde estás? Habíamos quedado en mi habitación... Nos encontraremos en el patio de armas ¡No llegues tarde!"

"Vale, lo siento, me he dormido"

Bajo las escaleras lo más rápido que puedo y serpenteo entre pasillos y corredores. Ya no necesito el mapa para orientare en el castillo. Es fácil llegar a un sitio si conoces mas o menos su situación. Es sencillo: Llegas al piso correspondiente y te reorientas para ir en dirección a lugar. Dicho así suena sencillo, pero me ha llevado tiempo perfeccionar el método para llegar donde quiero.

Llego al comedor y empiezo a devorar todo lo que se me pone por delante. Celeste y Gnist hablan, uno a cada lado mío, y yo me dedico a escuchar lo que dicen sin intervenir. Me moría de hambre.

Gnist se sorprende de que tanto Celeste como Jatte como yo hagamos pasado al grupo "S". Él se las apañó para conseguirlo, pero no se planteaba que los de primero pudiéramos conseguirlo. Nos cuenta, también, que los dragones, somos los que más personas tenemos en el grupo "S", tanto en primero como en general.

No me extraña... Tenemos muchos alumnos sorprendentes... Y solo conozco a los que son de primero... Me pasaré por la clase de los siguientes cursos a ver qué hay, siento curiosidad.

Las primeras clases se nos hace interminables. Pese a que lucha armada es cansada y Krig puede llegar a ser agobiantemente estricto, es la única clase (O de las pocas) que nos motiva de forma tan brutal y nos hace hacer algo entretenido. 

Hoy se suma el factor de luchar contra seres místicos, así que en cuento suena el timbre que indica el final de pociones, salimos del aula casi corriendo, y llegamos al patio de armas, donde muchas mascotas nos esperan ya, sin aliento.

Estamos un rato charlando hemos corrido tanto que al final hemos llegado hasta temprano, así que nos sobra un poco de tiempo. Cuando faltan cinco minutos para que empiece la clase de forma oficial, veo como mi dragona sobrevuela el patio.

Aterriza justo cuando Krig aparece por una puerta lateral del castillo. Un par de alumnos que legan tarde corren para no llegar después de Krig. Eso significaría una ronda extra de agotadores ejercicios.

Consiguen sobrepasar al entrenador, que les mira como si les perdonara una condena brutal, y se reúnen con los demás con las tripas saliéndoles por la boca.

Hacemos media hora de calentamiento y media más de entrenamiento físico. Nuestros cuerpos se cansan a menos velocidad y podemos hacer más cosas, por lo que Krig nos promete una serie de ejercicios mas dura para dentro de dos semanas...

"¿Pero este hombre no descansa o qué?"

Mi dragona emite un bufido similar a una risita ahogada. Debe de haber oído lo que pienso. Aún no termino de acostumbrarme a esto...

La última hora se encuentra destinada a las luchas por equipos. Tres alumnos y sus respectivos animales competirán contra otros grupos en el juego de "Atrapa a bandera" El perímetro en el cual podemos esconder la bandera son  los terrenos del castillo. Si nos encontramos a un alumno protegiendo la bandera o intentando encontrar la nuestra podemos combatir o huir. Si al combatir eres derrotado, estás eliminado y tiene que ir hacia el patio de armas a esperar que el juego termine. Las mascotas hacen la función de armas y apoyo logístico a la vez.

Un sorteo después me encuentro agrupada con Bía y Dimitri. Celeste y Jatte están en el mismo equipo junto a Bewit. El resto de alumnos se encuentran distribuidos en grupos variados. Han organizado el sorteo de forma que cada grupo tenga tres tipos de mascotas: Voladora, terrestre y luchadora. Obviamente, me encuentro en el grupo de "Voladoras", aunque mi dragona también se puede mover por agua y tierra con mas o menos soltura y también tiene una gran fuerza de lucha... Así que se puede decir que mi dragona es un "Combo" de habilidades bastante útiles para la batalla.

Bía y Dimitri ya han escondido la bandera en lo alto de un árbol, así que me dedico a estudiar sus mascotas con atención. El acompañante de Bía es un pequeño ser difícil de describir, tiene el cuerpo parecido al de un felino, y eso sumado a su cabeza similar a la de un tigre le hace adoptar un parecido a un gato gigante... Pero aquí termina el parecido. Su largo pelaje es de una tonalidad de azul tan oscura que casi parece negra. Sus ojos son también de color azul, pero no tan oscuro, y parecen un retrato del mar en movimiento. Su cola tiene diversos pinchos de color del nácar que sobresalen entre el espeso pelaje. Sus seis patas terminan en seis manos, por decirlo de algún modo, de dedos palmeados, por lo que supongo que, aparte de ser el animal luchador, también será acuático... Es un animal... Curioso.

El acompañante de Dimitri es un... ¿Insecto gigante? Tiene el aspecto de un enorme ciempiés... Dorado. Es bonito, en cierto aspecto, aunque el movimiento incesante de sus numerosísimas patas me da un escalofrío desagradable... Cuenta como el apoyo terrestre...

De repente, recuerdo el nombre de este animal. Se llaman girasoles mecánicos. Son una rara especie de mariposa que, en su fase larvaria presenta un aspecto dorado y metálico... Hay raros casos en los que la mariposa no se forma del todo en el capullo, y revierte su transformación para quedar permanentemente convertida en una larva de enorme tamaño...

Tenemos animales... Curiosos... Supongo que esto puede dar lugar a estrategias que nuestros enemigos no esperarán... Será un juego entretenido.

Bía y Dimitri bajan del árbol. En cuanto tocan el suelo, un fuerte pitido suena alrededor de todo el bosque, dando a conocer el inicio del juego.

De repente, sin que ninguno lo esperara, una multitud de contrincantes salta desde detrás de los arbustos que rodean el claro donde nos encontrábamos. Sin quererlo ni beberlo, nos encontramos rodeados de contrincantes.

-Esto se va a poner entretenido...-  Desenvaino la espada y me dispongo a atacar. Y, sin previo aviso, se nos lanzan todos encima.


Danza de demonios: La chica y el dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora