Danza de demonios: La chica y el dragón

Elfos y demonios: Encuentro y revelación

Miro a Edel con admiración. Es bellísima...

Su piel se encuentra cubierta de tatuajes de runas doradas, que brillan en cuanto les da la luz. Sus ojos violetas brillan con intensidad y parecen pozos de sabiduría. Nos mira uno por uno con cordialidad, y nos dirige cálidos saludos hasta que llaga hasta mi. Me observa con curiosidad y después una leve sonrisita recorre su rostro.

-Una jinete... Y una híbrida anímica... Curioso cuanto menos...  Por no decir único... Dime, ¿Cual es tu nombre?-

-Salem-

-Encantada, Salem... Tengo curiosidad por saber mas de ti... Dime...-

La elfa se acerca a mi de repente, y pone sus labios al lado de mi oreja.

-...¿A cuantas personas has matado?-

Palidezco, y un mareo me sobreviene. Apoyo mis manos en mis rodillas, y la elfa se aparta de mi con un elegante salto hacia atrás.No sé que me ha echo, pero siento como si un cuchillo me revolviera las entrañas. Mi cuerpo arde, y siento como si mi carne se derritiera debajo de mi piel. Veo como mi cuerpo cambia delante de mis ojos. MI piel se vuelve casi blanca, un mechón de pelo pegado a mi cara por el sudor adopta una tonalidad blanca y mis uñas se afilan y se alargan. Siento que mis dientes hacen lo mismo y de repente.... Todo está oscuro otra vez, sensación que empieza a ser demasiado familiar.

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Edel mira al ser que se encuentra delante suyo. Demonio puro y duro de un color blanco muerto. El demonio la mira y sonríe. 

Aquí, lector, hay que hacer una aclaración la cual no puedo mencionar de forma casual, y que hay que quedar clara. Los demonios en sí no son malos. Pensaréis que aquellos que poseen cuerpos de humanos son malvados, pero, en realidad, es su forma de vida. No tienen otra forma de sobrevivir. Los demonios superiores, como los que usan los nigromantes (Sin saber que muchas veces les acaban usando a ellos) o incluso la diablesa que Salem tiene en su interior, no son malos tampoco. Han crecido en un entorno duro, y eso les ha convertido en seres aguerridos, expertos en batallar y rudos. Eso no quita que haya demonios que, pese a su inmenso poder, no tengan malas intenciones. Es, simplemente, cosa del lugar donde crecieron.

El demonio mira su cuerpo, que no ha tenido demasiado tiempo para contemplar. Salem es una chica un poco delgada, con una condición física buena (Aunque mejorable) y es muy versátil. El demonio mira a Edel, y contesta a su pregunta con total normalidad, pues no le avergüenza reconocer sus "Crímenes" (Si se puede llamar así a matar para sobrevivir).

-Mas personas de las que podrías suponer, elfa- La diablesa responde con mordacidad.

-Vaya, ¿Los demonios no saben contar?- La elfa replica a la contestación con tono irónico, entrecerrando los ojos.

La demonio se ve retada... Y le encanta. Los seres demoníacos son extremadamente inteligentes, y un duelo de palabras les estimula la mente de forma agradable.

-Desde mi séptimo año he matado a mas de diez mil almas -

-Dime, ¿Has matado mientras te encontrabas en el cuerpo de esta humana?-

-Ella no me lo habría perdonado-

-¿Qué quieres decir-

-la humana y yo somos uno. Ahora mismo no tenemos una fusión perfecta, pero no dejamos de ser un solo ser. Que hiciera algo que no le gustara, o que ella hiciera algo que no me gustara, crearía un odio profundo hacia si misma y tendría consecuencias fatales para nuestra convivencia. Puedo vivir sin matar, pero no sin ella-

-¿Tan profundamente se encuentran conectadas vuestras almas?-

-Mas de lo que podría describir-

-Dime, ¿Cual es el propósito de vuestra unión? ¿Por qué te has vinculado a una humana?-

-No lo sé-

-¿Cómo?-

-Pues eso. Mi alma ha sido llamada para la batalla infinitas veces, pero una invocación extraña me convocó, y no tuve mas remedio que acceder. Antes de que me diera cuenta, estaba fusionada con una humana. Algún ritual extraño, sé lo mismo que tu ahora mismo-

-¿Eres consciente de que el único mago con poder para hacerlo es...-

-No conozco a demasiados humanos, así que no me importa. El cuerpo de la humana empieza a fallar-

Y es cierto. Las manos de Salem tiemblan, sus ojos empiezan a ir por si mismos y pequeños espasmos recorren su espinada.

-Nos veremos luego, elfa, un honor haberte conocido- Dice la diablesa, con una reverencia a modo de burla-

El cuerpo de Salem vuelve a la normalidad, pero no dura demasiado tiempo de forma consciente. La chica cae al suelo, pero antes de tocarlo, Edel la mantiene flotando con suavidad en el aire. La elfa da órdenes a un águila imperial gigantesca, hasta ahora reposando en lo alto de una de las ramas del enorme roble, que la lleve hacia una habitación del templo. El animal obedece, y alza el vuelo con la chica delicadamente suspendida entre sus garras, que se cierran sobre ella como una jaula.

Cuando el enorme animal ya no se encuentra a la vista, Edel se gira para hablar con los magos.

-Seguramente no la hayáis traído por gusto, pero agradezco que lo hayáis hecho. Su descubrimiento es algo grandioso, pero ahora sólo queda una pregunta. ¿Por qué Necros creó a una híbrida?-