-Nos vemos, monstruito mío. A ver si adelgazas-
"Cállate"
La emotiva despedida con mi dragona se puede resumir con estas dos frases. Subimos escaleras hasta que nos salen las tripas por la boca. O hasta que llegamos al despacho de Selene, total, es lo mismo. Vuelvo a abrir la puerta, y vuelvo a olvidarme de llamar.
-Debería darte una lección sobre modales, Salem - Selene dice esta frase sin dejar de mirar un mapa de forma pensativa, como si calculara mil estrategias distintas.
-He resucitado a un ejército de tres mil años, no me vengas con esas. ¿Ahora qué?-
-¿Cómo que ahora qué?-
-Pues eso. Dime qué tengo que hacer. Unos cuantos nos han dejado por el camino, pero creo que con los que somos podemos montar una...-
-No lo entiendes, Salem, no hay un después. Tu equipo ha terminado con el trabajo. Ya está-
"Ya está..." La frase resuena por mi mente. No. No puede ser. Los demás deben de pensar lo mismo... Espero. No puedo quedarme sola. No ahora. Miro a mi alrededor, y las caras de decepción me resultan, de forma paradójica, extrañamente reconfortantes. No. No estoy sola.
-Perdón, chicos, ¿podéis dejarme a solas con Selene un momento?-
Los demás reaccionan con extrañeza. Nada raro. Veo como se van poco a poco, hasta que solo quedamos yo y Selene. Hay un par a los que marchar les cuesta, pero una mirada fija mía les convence de que salir es su mejor opción.
-No puedes hacerme esto-
-¿Perdona? Te retiro de la batalla antes de que ni tu ni ninguno de "Tus" chicos puedan sufrir ningún daño. Deberías de agradecérmelo. No entiendo como alguien puede querer...-
-No lo entiendes... Ya no... Ya no somos personas... Yo... Nosotros... Por dios, Selene, míranos... Hemos pasado por encima de mares de muertos, hemos visto como un ejército capaz de matar a miles se preparaba para la batalla... Sabiendo que todas sus muertes sería nuestra... Mi culpa. Los demás, los que hemos dejado atrás, vomitaban, lloraban, gritaban, solo por haber clavado una flecha, por haber atravesado con una espada... ¿Qué crees que hemos hecho nosotros? Hemos seguido hacia adelante... No... No puedes pedirnos que, después de lo que hemos hecho, nos retiremos y vayamos a nuestras habitaciones, a ver como los demás nos miran con miedo en los ojos... Ya nos has separado del resto, queriendo o no. Hazte cargo de ello-
Selene se queda en silencio, mirándome con extrañeza.
-Tu... Me recuerdas a cierta persona... Yo... Haced lo que queráis. Os recomiendo ir a la parte sin muro, ahí están Luften y Krig. Por favor, no muráis. Por el resto, haced lo que queráis, mientras no os carguéis nada... Por favor, ve con cuidado. Sé que no sois monstruos, sólo habéis pasado por cosas duras...-
-Cualquiera se vuelve un monstruo después de ver lo suficiente-
Selene asiente con gravedad.
-Si tienes cualquier duda, dímelo, no creo que luego podamos comunicarnos demasiado bien, y prefiero dejarlo todo atado.
-Los prisioneros, ¿Qué hacemos con ellos?-
-He enviado a un par de magos para vigilarles. Aún así, es imposible que Tánatos les rescate. La prisión es la parte más segura del colegio. Es la segunda más profunda (Tu vienes de la primera) y también la más protegida. Tánatos tardaría años en solamente llegar a ella, por no hablar de...-
-Hay una entrada secreta-
-¡¿Que qué?!-
-En el pasillo cinco desde el ala norte. El segundo después de la estatua del jorobado. Un pasadizo secreto lleva a un aula escondida, uno de los estantes, el vacío, es una puerta giratoria. Eso lleva a un pasillo... Que lleva a la prisión...-
-¿Esa entrada? ¡Debería de estar tapiada hace siglos! Bueno, da igual. No creo que nadie la descubra, si tan escondida está. Si envío a alguien a vigilarla, revelaré su posición. Es mejor... No hacer nada... ¿Algo más?-
-Creo que no-
Me giro, con la intención de marcharme, pero algo acude a mi mente. Es estúpido, es banal, pero siento que debo preguntarlo. Me giro y miro a Selene, avergonzada, consciente de que lo que voy a decir es una estupidez.
-Selene... ¿De dónde viene mi nombre?-
La mujer se sorprende, y abre mucho sus ojos antes de sonreír ligeramente y darme una respuesta.
-Salem... Es el nombre de la primera bruja... Y también es el nombre del lugar donde, hace milenios... Las brujas primigenias fueron masacradas-
ESTÁS LEYENDO
Danza de demonios: La chica y el dragón
FantasyUna extraña mujer que porta dos poderosas espadas y algo aún más misterioso consigo. Una chica a la que, de repente, el mundo se le hace muy grande, y que descubre que, en realidad, poco sabe sobre sí misma. Un trato antiguo, mantenido en secreto, q...