Danza de demonios: La chica y el dragón

No tendría que existir

-Supongo que sabrás algo sobre las brujas de Salem... Quemadas vivas, asesinada por aquellos que juraron proteger... Porque en ese entonces, como ahora, las brujas se dedicaban, a parte de practicar una magia recién descubierta y, por lo tanto, a hacer los primeros descubrimientos mágicos existentes, a proteger a los humanos de criaturas mágicas, desastres poco frecuentes... O incluso de ellos mismos... Favorecían cosechas, eliminaban o encerraban monstruos potencialmente peligrosos, salvando muchas vidas, y advertían a los no magos de la presencia de hechizos oscuros, zonas desfavorables y cosas con apariencia engañosa... Por eso mismo, cuando las brujas de Salem fueron quemadas, con sus últimas fuerzas, con toda la rabia y impotencia del momentos, mientras sufrían una horrible agonía, tramaron el conjuro más complejo existente... Tan complejo y potente que afecta a una enorme zona... El mundo entero... Culparon a los no magos de su sufrimiento, les maldijeron para que si un día cualquiera pudiera hacer daño a las brujas, estas tuvieran la posibilidad de... Aniquilarlos. Por completo. Por suerte, en el último momento, una de ellas decidió sellarlo, de manera que, a no ser que se dieran unas circunstancias muy especiales, nadie pudiera acceder a él... Nadie sabe su nombre, pero sabemos que la humanidad sigue viva gracias a ella... Si no, en cualquier momento un brujo podría haber accedido a un poder de aniquilación que hubiera acabado con todos los humanos no magos... -

El hombre se queda un momento en silencio, mientras mira al suelo con aire taciturno y entristecido.

-Las brujas... Abrieron un portal. Un portal del tamaño del planeta entero... Un portal al mundo de los demonios... No me malinterpretes, los demonios no son tan malvados como los cuentos y las leyendas los pintan, pero las mayores crisis a nivel mundial: el día de los cien mil cadáveres, el año de la luna de sangre, la semana de la nevada perpetua... Se han dado porque un solo demonio ha aparecido con ganas de sangre... Has visto a uno encerrado, y ese ni siquiera llega al nivel de los que causaron esos desastres... Se vencieron a esos demonios con la ayuda de héroes legendarios, otros demonios muy poderosos y la ayuda de todos los ejércitos de las naciones del mundo, sumando su poder de forma conjunta... Y aún así ya ves lo que pasó... En el día de los cien mil cadáveres se contabilizaron casi medio millón de muertos en una sola batalla, la semana de la luna roja estropeó las cosechas del mundo entero y la hambruna redujo la población mundial a un tercio... Y la semana de la nevada perpetua, cuando apareció el primer demonio de hielo conocido, trajo frío, que cambió el clima a escala global y las pandemias de aquel entonces se extendieron todavía más... Eso con la aparición de un solo demonio, Salem... Imagínate si todos los demonios del mundo con ansias de matar, desde pequeños diablos chupa almas hasta grandes condes del inframundo con poder inimaginables, tuvieran acceso a la tierra... Obviamente las brujas se encargaron de que no pudieran atacar a las personas con habilidades mágicas... Tramaron un complejo conjuro, mezcla de detección, protección y selección el cual no me detendré a explicar por su complejidad... Que separaba a los no magos de los brujos... Protegiéndoles de los demonios...-

Hunde la cabeza entre sus rodillas un momento, como si contar todo esto le causara un gran estrés.

-Cuando se supo de la existencia de este conjuro, hará unos quince mil años, se consiguió, luego de una gran guerra, pactar con los demonios... Y se formó la orden de demonólogos del tratado... Una logia encargada de mantener el pacto con los demonios, evitar su paso con fines destructivos por éste mundo... Y evitar cualquier conexión entre ambas dimensiones... Desde hace más de quince mil años que no hacemos nada destacable... Lo máximo fue la derrota de un demonio bastante poderoso, pero ni siquiera se acercaba al nivel de desastre de los que te he dicho antes... El problema, Salem, es que la madre de tu parte demoníaca, Eris, aceptó el trato, al igual que todas las matriarcas infernales antes que ella había hecho durante quince mil años... Juró no alterar al límite entre ambas dimensiones, no enviar demonios al mundo humano y no ir a él a no ser que fuera invocada... Hecho que se dio muy pocas veces... El problema es que alguien decidió unir el alma de la hija de Eris con la de Salem... Y se creó un híbrido... La existencia de uno de por sí no es mala, pero al ser un ser mitad humano mitad demonio... Representa una anión entre los dos mundos... El conjuro está despertando, Salem. No importa nada... La guerra contra Tánatos, el colegio de magia, el país entero... Nada importa porque si el conjuro llega a activarse, morirán tres cuartas partes de la humanidad... Ese conjuro es terrible, Salem, y debemos encontrar la manera de que dejes de ser un vínculo entre los dos mundos... Cuando todo esto acabe, espero haber encontrado la manera... Pero tiene que ser algo rápido... Me pondré en contacto con Selene... Es algo que dudo que sepa, pero ahora debe de hacerlo... Es de las pocas que puede ayudarnos en este momento.-

No sé que decir... Parece que me equivocaba cuando pensé que existir no podía ser nada malo... El hombre me mira con algo de comprensión.

-Tranquila, Salem, encontraremos la manera de hacerlo... Lo hemos hecho durante milenios-

-Eso espero...-

Me voy del lugar con una sensación difícil de describir... Siento que no debería de existir... Si traigo todos estos problemas al mundo,¿porque existo?

Me estoy comiendo la cabeza con esta idea desde que salgo de la enorme mansión hasta que llego a la academia militar. Los guardias de la entrada me saludan con una respetuosa inclinación de cabeza que les devuelvo sin pensar...

Camino hacia mi nueva habitación, situada en el piso superior y claramente más espaciosa, cosa que agradezco... Me gustan los lugares grandes... Pero hoy no me detengo a admirar el enorme ventanal que me deja ver casi toda la ciudad, no me paro a mirar el cielo nocturno que tanto me fascina, ni a dar de comer a las golondrinas que han anidado debajo del alféizar de mi ventana... Solo me tumbo en la cama y deseo morirme... Literalmente.