Nueva asignatura: Os presento a Krig Svart

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Me levanto y veo que el sol está ya muy alto. El cuello me duele, seguramente por una mala postura, y veo como mi dragona me mira desde los pies de la cama, seguramente despierta hace poco. Seguramente me haya perdido unas cuantas clases, ¿Pero que mas da? Hoy los profesores no harán gran cosa, el anuncio de Selene acapara la atención de todos los alumnos, y seguramente las clases sean mas un debate que clases en sí mismas.

Me levanto y acaricio la cabeza de la dragona con delicadeza. Cierra los ojos y emite un sonoro ronroneo. El descanso nos ha sentado bien a las dos. Después de una semana entera de viaje y lucha física y mental estábamos agotadas. Sobretodo ella. Sin embargo el cambio se nota en nuestros cuerpos. El ejercicio constante ha acelerado su crecimiento. Ahora mismo es cuatro voces mas alta que yo, y sus músculos casi duplican el tamaño que tenían antes del viaje.

Yo he cambiado de igual forma, aunque no de manera tan radical. Los abdominales empiezan a marcarse en mi torso, y mis brazos empiezan a fibrarse de forma notoria. Parece que la diablesa decía en serio que pretendía mejorar mi condición... Supongo que me hará hacer ejercicio hasta que le de la gana... O hasta que sea mas músculo que persona.

Me levanto y veo una nota pegada en mi puerta.

"Salem, soy Luften. El anuncio de Selene será por esta tarde, después de clase. Hoy la mayoría de clases han sido anuladas o las dan profesores suplentes, por lo que, aunque vayas a clase, seguramente no hagas gran cosa. Aprovecha para estar con tus compañeros y hablar sobre lo que ha pasado. Te recomiendo que no digas nada sobre lo que dirá el anuncio de Selene. Finge que no sabes nada. Me lo ha pedido Selene, pero supongo que harás lo que te dé la gana... Así que bueno.

Al menos sé que hay algo que no sabes, pero creo que podrás esperar unas horas.

Un saludo, Luften"

Leo la carta un par de veces. Mi mente está demasiado espesa como para entenderlo a la primera, pero la curiosidad me despierta de golpe. ¿Algo que yo no sé? Me pregunto qué será... ¿Algo planificado después del viaje? ¿O simplemente algo hecho mientras duraba pero a mis espaldas? Supongo que tendré que esperar a ver lo que quieren decir.

Me levanto y me doy un baño rápido. Hay una grifo con difusor situado un poco mas arriba de mi misma altura, y puedo hacer que el agua caiga sobre y mi para no tener que llevar toda la bañera. Otro invento útil que atribuyo a la escuela de magia. Me visto con lo primero que encuentro y salgo a comer algo, ya que en poco tiempo será la hora de la comida.

Cuando llego al comedor veo a unos pocos alumnos, los que se saltan las clases o las terminan temprano, y ellos me miran con poco disimulo, aunque dejo de interesarles en poco tiempo. Me siento y empiezo a comer los platos que ya se encuentran en la mesa.

Ayer al llegar no comí nada, tenía demasiado sueño, así que ahora mismo me muero de hambre. Cuando llega la muchedumbre de alumnos, yo sigo comiendo, carne básicamente, pero al menos me he saciado un poco y puedo hablar con la gente. Me paso el tiempo entre mordisco y mordisco explicando detalles sobre el viaje, el bosque y el templo, el vuelo y las batallas. Le gente sigue alucinando mucho cuando oyen lo de mi fusión con la diablesa. Parece que seguirán siendo así hasta que me vean hacerlo delante de ellos.

La conversación se detiene de golpe cuando Selene aparece en la mesa de los profesores, acompañada por Vegapunk y Edel. El alumnado se calla, pero al ver que la directora se pone a comer, entienden que pretende esperar para decir lo que tenga que decir.

El banquete trascurre entre miradas dirigidas a la mesa del profesorado indiscretamente, así que cuando Selene se levanta resulta un alivio cuanto menos.

La directora empieza a hablar, y empieza a contarlo todo. El demonio, Tánatos, Necros, la posibilidad de quien me metiera el demonio en el cuerpo fuera alguno de los dos últimos... El impacto que produce el discurso tiene como consecuencia un tremendo silencio durante este y los momentos posteriores. 

Todo lo que ha dicho Selene ya lo sé ¿Qué se supone que es nuevo? Antes de que me lo pueda preguntar, Selene prosigue.

-Por eso, alumnos, tengo algo que añadir. Se avecinan tiempos de guerra, y eso significa que sólo sobrevivirán los guerreros, los protegidos... Y los cobardes. No quiero que forméis parte de éste último grupo, preferiría que fuerais los de en medio pero seguramente acabéis formando parte del primero. Por eso tenéis que aprender a defenderos. La magia resulta útil en una batalla, pero la mente se bloquea, las palabras no acuden a tu mente y, antes de que puedas formular un hechizo una flecha te atraviesa el corazón, o un hacha te arranca la cabeza. Quiero protegeros, y no quiero que peleéis a no ser que no quede mas remedio, pero si eso llega a pasar, quiero que restéis preparados. Por eso, alumnos, además de las clases normales, otra asignatura se añadirá a vuestros horarios ...-

Un golpe sonoro interrumpe a Selene y hace que todo el salón se gire en dirección a la puerta principal. Por una de las puertas pequeñas encastadas en ésta misma, entra un hombre alto y musculoso, con aire marcial tallado en su rostro pétreo. El hombre atraviesa el salón con los pasos propios de un militar y se planta delante de la mesa de los profesores, de cara al alumnado. Selene le mira y sigue, como si nada hubiera pasado.

-Chicos, os presento a Krig Svad. ÉL será vuestro profesor de lucha armada-

El hombre nos mira, escrutando con sus ojos grises cada una de nuestras caras. Cuando ha visto a todo el salón, sonríe ligeramente.

-Bueno... Parece que tendremos trabajo-

Su voz es suave, incluso demasiado teniendo en cuenta su aspecto físico, su sonrisa promete duros entrenamientos, sangre, sudor y lágrimas. Algo me dice que este hombre será nuestra peor pesadilla durante un buen tiempo...



Danza de demonios: La chica y el dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora