Después de un desayuno en el cual soborno a la dragona con una costilla asada para que me perdone, los alumnos nos dirigimos hacia la entrada principal, donde vemos abrirse la gigantesca puerta por primera vez (Al menos los de primero).
Una procesión irrumpe, de repente, en el patio. Una infinidad de chicos vestidos con uniformes azules como el mar aparecen por el camino y recorren el patio. Presidiendo la comitiva, un brujo entrado en años con una túnica dorada. De la parte mas alta de las escaleras desciende nuestra directora: Selene, también conocida como la maga lunar o la nieve del corto invierno.
La maga, vestida con un sencillo vestido blanco, y con un zorro blanco de dos colas corriendo a su lado, da la bienvenida al hombre, que resulta ser el director de una academia de magia prestigiosa.
Él se pasa un buen rato alabando la escuela, la grandeza de sus jardines y la actitud de sus alumnos... Pero de repente desvía la vista hacia mi dirección por un instante y se calla de repente.
-Eso es... ¡Es un dragón! ¡Albino, además! ¡Selene, un alumno tuyo tiene un dragón...!-
La maga se gira para mirarme y se fija en mi dragona. Ella, orgullosa, alza la cabeza y suelta una amplia llamarada hacia el aire. El éter a mi alrededor se calienta sobremanera y un calor abrasa mi piel durante un segundo, el tiempo que dura la explosión de fuego.
Selene camina con expresión calmada hacia nosotros. Luften, que se encuentra a mi lado, se pone tenso y hace una reverencia cuando la maga está cerca.
-Dime, Luften ¿Por qué nadie me ha informado de esto?-
-Señora, nos hemos intentado poner en contacto con usted, pero ha estado fuera tanto tiempo... El primer día se encerró y no aceptaba visitas, y después se fue hacia...-
Selene le corta con un gesto tranquilo y le ofrece una sonrisa calmante.
-Tranquilo, no pasa nada. Aunque hubiera preferido saberlo, es mejor tarde que nunca... Hacía siglos que no había un dragón en la academia, y mucho mas que no nacía uno albino... Has tenido suerte, pequeña...-
La directora se detiene a mirar fijamente a la chica.
-Me parece haberte visto alguna vez... ¿Puedes darme tu nombre?-
-Salem, señora, pero no lo creo... Yo nací en un pequeño pueblo, Manniskor, y una visita como la suya no hubiera pasado desapercibida... Quizás... ¿Su despacho se encuentra en la cima de la torre central?-
-Exactamente, Salem-
-Entonces me debió de ver durante la exhibición de Spark. Fui la que se sumergió en el lago.-
La directora me mira con sorpresa y con una sonrisa en la cara.
-¡Vaya! Así que fuiste tu... Quién iba a decirlo... En todo caso, me alegro de haberos conocido-
La mujer hace una reverencia y mi dragona se la devuelve, inclinando ligeramente su cabeza. La bruja se gira, con una ola de volantes de tela blancos detrás de ella y se dirige a hablar con el director del otro colegio, a quien acompaña dentro del colegio.
Poco tiempo después vuelve, sola, a esperar a los demás colegios. Llegan uno tras otro, y tienen conversaciones similares. Casi todo el mundo se queda embelesado mirando a la dragona, y ésta parece disfrutarlo.
No hay nada destacable hasta que un colegio decide aparecer en un armatoste atado a lomos de un pájaro gigante, un Roc. Bajan del carruaje con toda la elegancia posible, usando las alas del pájaro como tobogán.
Poco después vemos como unos chicos aparecen desde bajo tierra como si ésta fuera agua.
La tarde transcurre entre llegadas mas o menos pintorescas, hasta que aparece un colegio entre llamas, y la directora avisa de que éste es el último.
La directora se sitúa en lo alto de las escaleras, donde ya le esperan los directores de todos los colegios. Selene se adelanta un poco y empieza a hablar.
-Queridos alumnos y estimados invitados. Estoy orgullosa de ofreceros un lugar al que llamar hogar durante esta semana, y espero que nuestros alumnos sean los mas perfectos anfitriones. Sólo diré: Bienvenidos.-
Una ola de aplausos invade el lugar, y mi dragona empieza a moverse, en dirección a Selene. Yo, encima, no tengo mas opción que seguirle el rollo, pues no hace caso a mis órdenes.
La dragona se pone delante de Selene. Un par de directores se echan para atrás, pero Selene se queda mirando al gigantesco animal a los ojos, con toda la calma del mundo.
-Seleeeeeeeneeee- Mi dragona dice su nombre con lentitud. Su voz es grave, pero de alguna forma tiene algo que la identifica como voz femenina. Su voz es gutural, y la pronuncia de algo tan sencillo como un nombre me hace estremecer.
De repente, mi dragona mira hacia el cielo, donde, pese a ser de día, se ve perfectamente la luna.
-Luuuuuunaaaa- La segunda palabra tiene un toque especial, mágico.
Selene parece, ahora sí, sorprendida. Mi dragona baja la cabeza y roza le frente de Selene son su morro. Una fina diadema de plata aparece alrededor de su cabeza, decorada con las mas finas tallas de flores.
-Uuuuun regaaaaaloooo. Paaraaaa la maaadreeeee deeeee laaas bruuuujaaas-
La última frase hace que Selene se quede todavía mas blanca de lo que es. Sus ojos parecen brillar mas de lo natural, como si estuvieran llenos de lágrimas, aunque sólo es durante un instante. La bruja inclina la cabeza en señal de respeto.
-Gracias-
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Danza de demonios: La chica y el dragón
FantasyUna extraña mujer que porta dos poderosas espadas y algo aún más misterioso consigo. Una chica a la que, de repente, el mundo se le hace muy grande, y que descubre que, en realidad, poco sabe sobre sí misma. Un trato antiguo, mantenido en secreto, q...