El entrenamiento acaba consistiendo en una serie de pruebas físicas para determinar nuestra condición física. Pese a estar mas en forma que muchos de los demás, acabo agotada. Jatte ha sobresalido en las pruebas de velocidad junto a Celeste, y Varg y yo hemos arrasado en las pruebas de fuerza. Probamos nuestra puntería y la mayoría, después de unos cuantos tiros con arco y arma de fuego, empezamos a acertar mucho.
Mi espada vibra dentro de mi funda con fruición al verse rodeada de chicos practicando las artes de guerra. Pongo una mano sobre el pomo y parece que se relaja. La última prueba consiste en algo totalmente inesperado: Una batalla conjunta. Iremos peleando uno a uno mediante eliminaciones con las armas mágicas que tengamos y avanzaremos en un pequeño torneo. Nos calificarán en grados según nuestra posición final y la puntuación que nos de el mismo profesor.
Es un poco confuso, pero tengo claro lo que tengo que hacer: Pelear con todo lo que tengo, aunque sin llamar a la diablesa, claro. Lo último que hace falta ahora es que mate a alguien.
Nuestro orden es echado a suertes, por lo que con quien combatimos no puede decidirse. En la primera ronda me toca con un chico que ha elegido una espada ligera como arma. No parece tener mucha fuerza, y le reconozco como un chico de primero un tanto tímido. Resulta no ser la gran cosa... Le desarmo de un solo golpe y se rinde con facilidad.
Veo los combates desde fuera y me sorprende la habilidad de algunos chicos. Un chico con gafas y pelo recogido en una elegante coleta resulta tener unas estocadas rápidas y muy precisas. Lo aclara después del combate ( que gana con facilidad), alardeando delante de unas chicas. Se ve que hizo clases de esgrima durante bastante tiempo. Una chica con porra tiene una fuerza brutal y velocidad a tener en cuenta, sabiendo el peso de su arma y un chico silencioso de pelo corto golpea cinco veces en un segundo a su oponente con unos veloces nunchakus.
Varg derrota a la chica que se le asigna con un golpe que le arranca su espada de las manos. Me he fijado en que casi todos los chicos han escogido espadas. Pocos han cogido cualquiera de las muchas otras armas que hay. Porras, hachas, dagas, sais, nunchakus, guadañas, hoces... Se amontonan, abandonadas. Me pregunto a qué se debe la obsesión por las espadas... ¿Quizá piensan que son mas fáciles de manejar?
Sigo viendo las peleas. Celeste se defiende muy bien con su Anemoi, y Jatte maneja una bastón con una hoja a cada lado con mas velocidad de lo que cabría esperar.
Antes de que me pueda dar cuenta, me toca combatir. Me toca contra chica de la porra que me pasa, sin exagerar, dos cabezas por lo menos. Me mira con desdén y se prepara para atacar con una amenazadora cachiporra. Viene a mi memoria la moradora de tumbas del cementerio, también demasiado confiada en su fuerza... aunque claro, ella podía provocar pequeños terremotos con solo golpear el suelo, así que no hay punto de comparación. Pero su carácter es similar. Confía en su fuerza y no tiene en cuenta su debilidad: Se concentra en atacar, pero entre embestida y embestida hay un buen rato en el que está desprotegida.
Los otros chicos apenas esquivaban y preferían no arriesgarse, pero creo que podré ponerle el filo al cuello antes de que le dé tiempo a levantar la maza otra vez. Antes de que pueda entrar al campo de batalla provisional, algo me dice que tengo que hacer algo antes. Pido una pausa y la chica me mira con desdén, mientras el entrenados me mira con curiosidad.
Entro al almacén de armas (Donde los chicos sin armas mágicas han tenido que adquirir una) y rebusco, sin tener muy claro mi objetivo. ¿A qué se debe este impulso? Rebusco en mi mente para encontrar alguna respuesta, pero no lo tengo claro. Aparece en mis manos, después de mirar entre centenares de cuchillos, filos y pinchos, una pequeña daga plateada, con la imagen de la cara de un chico joven en su empuñadura. La cojo y la sensación de inquietud desaparece de mi mente.

ESTÁS LEYENDO
Danza de demonios: La chica y el dragón
FantasyUna extraña mujer que porta dos poderosas espadas y algo aún más misterioso consigo. Una chica a la que, de repente, el mundo se le hace muy grande, y que descubre que, en realidad, poco sabe sobre sí misma. Un trato antiguo, mantenido en secreto, q...