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–Pía...– escucho que le decía detrás de ella–No puedo saber cómo te sientes... pero te aseguro que estoy intentando saberlo... me imagino presenciando a otro hombre... a ese tal... Amir, socorriendo a mi hijo, cuando yo estoy aquí para él, la incomodidad crece, de pensarlo me airó. Y sé que no es nada comparado con la realidad... solo...
–Se que quizás estoy exagerando, mas no puedo...– dijo mientras giraba y le miraba, sus ojos estaban aguados, las gotas saladas resbalaban por sus mejillas, el maquillaje estaba arruinado y ella lucia y se sentía demacrada.
–Se que ella no debió... supongo que...
–No supongas...– gritó y tapó su boca–. Lo siento... ella...– ¿Qué iba a decirle? Que no le gustaba, no, no le gustaba, pero esa era la pareja de Daniel, seguramente, y no iba a decirle que no quería a esa mujer, ellos dos no tenían nada, pero una cosa era segura, no iba a permitir que se le acercara a su hijo–. Se que no somos nada, pero no puedo soportar que ella me mire desafiante, no quiero que intente robarme a mi hijo, su cariño... está contigo, lo acepto, pero no por ello tiene que usar a mi hijo por mas puntos contigo... Daniel...– sollozó– No la quiero acerca de mi hijo.
El no dijo nada y ella no supo como tomarlo, no le importaba, solo la quería a años luz, lejos de su retoño. Mujeres como esa eran capaces de cualquier maldita cosa para tener a un hombre y ella no estaba dispuesta a pasar un calvario.
Buscó y no lo encontró, entonces tomó una botella del único poco de vino que le quedaba en casa, la descorcho y se pegó directo de la botella.
–No me digas absolutamente nada, que estoy tomándolo para calmar mis nervios, no suelo hacerlo nunca y tu estas aquí...– comento mientras caminaba hacia la sala de estar.
El llegó momentos después, con un vaso de algún liquido que habían encontrado en el refrigerador.
Se sentó a su lado en el mueble de la sala y ambos quedaron en completo silencio.
Pía sabia que tenían muchas cosas de las cueles hablar y pensó que quizás ese era el momento, si no lo hacía allí se arrepentiría pronto.
–Yo...– dijo mirando la etiqueta de la botella e intentando calmar su ansiedad mientras pretendía desprender con sus uñas esta–Me... me gustaría cambiar de tema yo...
– ¿De qué quieres que hablemos? – el preguntó como si estuviera ido.
–No creo que esté preparada para cambiar mi vida tan drástica mente...– lo sintió moverse–.Te hable de... de... que había estado dándole mente a todo lo que me dijiste... Mama y papa creen que sería bueno que fuera contigo, ya que... tienes más responsabilidades que yo y que podría bien conseguir un empleo
>>Supongo que tienen razón, mas no me hago la idea... yo viviendo en otro lugar.
–Lo comprendo– fue todo lo que dijo él y ella le miro ¿No pretendía hacerla entrar en razón? Le miro esperando y el sonrió– Hace un momento estabas molesta, no sé qué quieres que haga, no sé como reaccionaras si ponemos a discusión todo lo que quiero que hablemos con respecto a mí, completamente involucrado en la vida de Danmark.
–Sí, comprendo, seguro te rompería esta botella en la cabeza– bromeo, mas él no lo tomo de esa forma– Es una broma– dijo cuando vio su rostro asombrarse.
–Si, al parecer se te dan muy bien... te vi... parecía que estabas en un monologo al estilo Comedia de pie.
Soltó una carcajada y mirando a la nada suspiro.
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Cliché y punto
RomanceDaniel siempre soñó con convertirse en un reconocido biólogo marino, desde pequeño se visualizó como un reconocido y famoso biólogo, como un programa de investigación en televisión . Al cumplir la corta edad de diecisiete ya era un prodigio en la...