Cliché y punto

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Estaba tranquilizando a su hijo para que no distrajera a los demás, Dion disfrutaba de cómo su hijo les tocaba las chaquetas a los demás corriendo por el pasillo. Sash intentaba controlar su risa y Dion negaba mientras les miraba pidiendo ayuda. Ellos no estaban dispuestos a retener a su hijo.

El móvil de Dion estaba encendido, nunca lo apagaba por Marie ni tampoco Sash, pero él no podía tener su móvil y recibir llamadas cuando ya era suficiente con su pequeño allí causando revuelo entre los empresarios.

Dion respondió su móvil allí mismo, sin moverse, pero él no habló, solo escuchó y momentos más tarde le miró. Se inclinó hacia Sash y este se paró y tomó a Danmark.

–Tenemos que irnos, hay un problema en B&P y... Pía esta allá.

Daniel se incorporo rápido y dejando todo y sin pedir disculpas salieron. Interrogó con todo a Dion, pero ni él ni Sash hablaron.

– ¿Qué sucede? – preguntó la esposa de Sash, Oury, cuando les vio a los tres.

– ¿Te quedas a vas con nosotros, amor?– fue todo lo que dijo el hombre y todos salieron directo a sus autos.

No comprendía porque nadie le decía nada, pero si Pía estaba en problemas acudiría con ella. No supo con quien dejar su hijo, así que él y Dion se fueron juntos, ya que este si tenía una silla de auto en su coche.

La empresa no estaba lejos, quizás a cinco manzanas, así que cuando llegaron y vio todo normal se preguntó qué clase de problema había allí.

Ya en el ascensor con su hijo en brazos de Oury, Dion le miró. Y muy bajo le dijo.

–Mi esposa mando a investigar a Diana– Abrió los ojos de par en par– A ningún nos gustaba, y a Pía tampoco, y lo que descubrimos ha hecho perder los nervios a más de uno, no te lo quería decir, pero... no es nada bueno.

– ¿Qué? – quiso saber.

–La chica es una estafadora, Daniel, y es portadora de sida... si estuviste con ella y probablemente con Pía,... supongo que eso es lo que ha hecho que Pía caiga desmayada y ahora tiene un ataque de pánico.

Daniel quedo tieso, el color se le fue y sus rodillas le fallaron.

–No,... jamás dormí con ella– dijo muy bajo– Dios mío. No, nunca dormí con ella.

Los escalofríos no abandonaron su cuerpo y se reproducían con frecuencia, tanto que se sintió débil. Al llegar a la plata cuarenta salieron del elevador.

Caminó directo a la oficina y al abrir la puerta encontró a Pía mirando a la nada mientras sollozaba.

–Pía– al verla tan mal se sintió enfermo.

–Daniel– ella se incorporo y lentamente fue donde él, sintió miedo, no sabía cuál sería su reacción, lo más probable fuera que le gritara y le golpeara.

Pero ella solo se arrojó a sus brazos y comenzó a llorar descontrolada, su cuerpo convulsionaba y su llanto era desgarrador.

–Daniel...– se alejó y le tomó el rostro– Daniel...– le miró a los ojos y sus lagrimas caían haciendo que él se sintiera horrible– ¿Qué va a pasar con Danm?... tu y yo... es probable... y ella lo hizo... Ella...

La voz de Pía se perdió en su llanto creciente y Daniel negó mirándola. En ese momento tenía que darle gracias a Ferrys, por su desconfianza no había llegado hasta lo último con Diana y ahora que sabía todo... maldita sea lo agradecía sobre manera.