61

20.6K 1.7K 50
                                    


Feliz año nuevo para todos, deseo que este año sea de muchas bendiciones, de experiencias enriquecedoras y porque no, emocionantes. Les aprecio mucho y espero que continúen conmigo.

Disfruten.

61

Cuando Daniel la vio volver a tocar los vestidos con una sonrisa levanto la voz.

– ¡Clara! – ella se sobresaltó y estaba seguro de que su secretaria también.

–Señor Stone– la sintió detrás.

–No quiero ninguno de esos vestidos... llamare a mi compradora personal y pediré algunos con el estilo que he visto en Pía.

Vio claramente como el rostro de la chica se airaba. Una vez salió su secretaria dijo.

–No iré contigo. Y quiero que me disculpes te he dado falsas esperanzas y fue mi error, no fui muy prudente estando esas dos veces contigo y tú te aprovechaste de que había tomado algo... y no me pongas esa cara, lo sabes bien, Gea, no voy a estar contigo.

– ¿Quién es Pía? ¿Ya cambiaste a Ciara? –la burla que vio en su rostro le dijo que no era nada buena, conocía a las mujeres como ella.

–Eso no es de su incumbencia, y sepa que le tendré vigilada, si la veo cerca de Pía... estará despedida. Y no me importa una mierda–subió la voz cuando la vio abrir la boca–. ¡Retírate!

Esa mujer lo tenía mal, y no por nada especial, veía tanta maldad en esa cara de mosca muerta que no supo cómo fue que accedió a emplearla simplemente porque Gea era la protegida de su padre ¿En que había estado pensado su padre?

Probablemente había sido cegado por la sonrisa dulce que ahora que la conocía, le parecía más fingida que nunca.

Esa mujer era maldita, no tenía otra forma de llamarla, recordaba que Ciara le comentó que en más de una ocasión los había seguido, no lo creyó, en su momento, pero ya que había sido víctima de una chiquilla de menos de treinta, como si embaucar hombres fuera Azaña de todos los días... la tenía en la mira.

&

Pocos días eran así de locos, poner su renuncia, quedar en algo inconcluso con Amir, estar lejos de sus padres y que su hijo no quisiera ni si quiera mirar a sus abuelos luego de que estos le hicieran el mayor ridículo con mocos y lágrimas en el aeropuerto para despedirlo, la sobrepasaba.

Daniel había llegado a su vida nuevamente para ponerla patas arriba, y no entendía como era que se estaba dejando arrastras por la avalancha que siempre ha sido Daniel Stone.

Otra víctima.

Por su parte, su hijo estaba tan emocionado que no cavia de felicidad, y esa felicidad ya afectaba a sus padres, quienes fueron rechazados; recordar la sonrisa rota de su padre, Jay, fue dolorosa, y las lagrimas constantes y los sollozos de su madre por ver que su nieto insistía en irse por la puerta para estar con su papi, fue...

Pero su madre había dicho que lo entendía, que comprendía todo ese comportamiento, que siempre había tratado con niños así; pero que era muy difícil para ella vivirlo, siempre estuvo del otro lado.

Antes de abordar, lloro entre los hombros de Sally y Simone la rechazo, la pequeña miraba a Danm como si se le fuera la vida en ello y Danm ni la miraba.

–Te visitare y tratare de mantener la comunicación... que esto no sea la causa de que nos alejemos– le dijo Sally tocando sus mejillas y besando su frente.

Cliché y puntoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora