Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]

Capítulo 1 parte 1

-    Hinata esto es tan frustrante – Kageyama golpeaba el pasto con sus puños cerrados con ira, mientras lágrimas de frustración caían por sus mejillas, sus rodillas estaban firmemente apoyadas en la hierba verde y todo su cuerpo tiritaba.

-    Grrrrrrrrrr – un grito de impotencia no lograba salir de la garganta de Hinata lo que provocaba un daño en sus cuerdas vocales, su garganta quedaría adolorida y su voz rasposa luego del acto."Fue mi culpa, lo sé, leyeron por completo mi ataque... No debí pedirla... No debí...", cerró sus ojos inundados provocando que dos gotas saldas se confundieran con el agua que hace un momento antes se había echado en el rostro.

-    Creo que nunca podré superarlo, él es demasiado fuerte, ¡maldición! – agarró el pasto y en un acto infantil y poco decoroso, lo arrancó.

Hinata sentía una pena desbordante, una rabia extrema y lo peor una gran culpa. "Si solo hubiese rematado en otra dirección, si tan solo hubiese hecho las cosas distintas". En eso llega Takeda sensei, que observó desde lejos el sufrir de sus queridos alumnos.

— Chicos... Levántense, pero no olviden esta frustración porque será el motor que los impulsará para que sigan entrenando y mejorando... — Hinata y Kageyama levantaron sus rostros, hicieron contacto visual con esos ojos llenos de cariño paternal del sensei — vamos... Es hora de reunirnos.

Los novios se miraron, una mirada lastimera, por una parte Kageyama pensaba: "no debí ser tan obvio, supieron que se la iba a pasar a Hinata, Oikawa san me conoce demasiado, fue mi culpa"; por otra parte Hinata: "fue mi culpa, mi remate no tiene potencia, leyeron mis movimientos". Hinata fue el primero en ponerse de pie, se acercó al pelinegro y le tendió la mano intentando sonreír, Kageyama asió su mano y se impulsó hasta estar de pie.

-    Yo... — Kageyama tenía tanto que decirle a su novio, tanto, que no sabía por dónde empezar — Hinata... yo... esto... — Hinata lo miraba con sufrimiento.

-    No digas nada... — bajó la cabeza y alzó su mirada — no digas nada, por favor... — "fue mi culpa".

-    Chicos – los interrumpió Takeda sensei – es tiempo de reunirnos... vamos – se dio vuelta y comenzó a caminar, lento para que lo siguieran.

Ambos obedecieron en silencio, caminaron tras el sensei, Kageyama quería tomar la mano de su novio pero éste tenía sus manos dentro de los bolsillos empuñadas con fuerza, lo miró para nada disimulado, giró todo su cuerpo al hacerlo.

-    Hinata... PERDÓN – hizo una reverencia muy pronunciada, cerró los ojos, tenía vergüenza, rabia y sentía que por su culpa habían detenido el remate de su novio.

-    ¡Kageyama! – gritó, lo que sorprendió al nombrado, éste abrió los ojos pero no se irguió – fue mi culpa – dijo en a penas un susurro – mía...

-    No amor, no, no, no – ya se había levantado y ahora con sus manos intentaba agarrar los hombros del naranjito – tú no eres culpable de nada.

-    Kageyama... no lo hagas, no hagas eso, que me hace sentir peor, grítame, dime que soy un inservible – al ir hablando comenzaba a subir el volumen de su voz – que soy una escoria, un pésimo jugador, ¡que no sirvo!, ¡que las cagué!, ¡fue mi culpa! – lo último lo gritó.

-    No amor – no aguantó y lo abrazó, con su brazo izquierdo rodeó la cintura de su amado y con la mano derecha aprisionaba su nuca para que Hinata apoyara su frente en su hombro – no mi vida, no eres inservible y no es tu culpa, leyeron mi pase, Oikawa san leyó nuestra jugada.