Capítulo 12 parte 3

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Kageyama cenó con la familia de su novio, debo decir que se merece un premio al mejor actor revelación, pudo disimular excelentemente con los padres, pero Natsu lo miraba de una forma inquisitiva, algo sabía esa niña, la mirada de ella lo ponía nervioso pero supo superar su primera prueba como actor. Luego de comer ayudó a lavar los platos, una vez lista la tarea se armó de valor, quería ir directo a la pieza de Hinata, ya estaba mas calmado, la furia inicial se fue disipando, entendía que Tanaka Yuu actuó de mala forma y que su novio quedó en shock y no reaccionó, lo entendía pero aún así le daba rabia, mucha rabia que Hinata no haya reaccionado fuertemente, además, ¿por qué mierda tenía que seguir tratando con ese pelafustán?, ¿no sería más sano darle la cortada?, ¿acaso ese pelafustán era más importante que el bienestar de su relación?, todas esas preguntas pasaban rápidamente por el cerebro de Kageyama haciendo que su enojo, que ya había ido en disminución, tomara vuelo y se incrementara nuevamente. Miró la escalera estaba dispuesto a subirla cuando Natsu lo detiene.

-    Kageyama niichan estás raro.

-    Es que hoy un amigo tuvo un accidente y estoy preocupado.

-    Oh, ¿qué amigo?.

-    Uno nuevo.

-    ¿Y mi hermanito también está así por eso? – preguntó con una expresión muy preocupada.

-    Sí – "no es tan mentira lo que le dije".

-    Oh, Kageyama niichan haz que mi hermanito se sienta mejor, hace tiempo no lo veía triste, no me gusta verlo así.

-    Sí, voy a subir, buenas noches Natsu.

-    Dale un beso a mi hermanito.

-    Sí – Kageyama asintió, se giró y subió la escalera dejando a su cuñada a los pies de ésta.

Se detuvo en frente de la puerta, respiró profundo, Natsu fue un gran inhibidor de ira, apago en parte el incendio de rabia que se había avivado. Dudó si entrar de una o tocar antes la puerta, optó por lo primero, abrió la puerta, miró el interior de la pieza, Hinata seguía acostado en la cama con los ojos cerrados y con el teléfono en el pecho, dirigió su vista a la taza de té que ya estaba vacía, se acercó despacio y lo observó, lo amaba tanto, con tanto fervor que le dolía de sobre manera que no terminara su relación de amistad con Tanaka, pero se cuestionaba si esto era algo que un novio pudiese pedir, no es normal andar diciéndole a tu pareja 'no quiero que te juntes con tal y tal', eso no es correcto tampoco, "mierda, ya no sé que es lo correcto, estoy confundido", pasó por el lado de Hinata y se sentó a los pies de la cama apoyando su espalda en la pared, sacó su teléfono del bolsillo y se le ocurrió una muy mala idea. Hinata seguía despierto, no podía dormir, sus pensamientos no lo dejaban, lo atacaban cada vez que el sueño iba a llevárselo. Cuando sintió que su novio se sentó en la cama abrió levemente los ojos, quería evaluar la situación, y ésta era desfavorable, el peli negro seguía con cara de enojado y no lo miraba, estaba atento a su teléfono, los dedos bailaban en la pantalla, se notaba que estaba chateando con alguien, "¿con quién chateas?, nunca antes lo habías hecho... no creo que sea con tu mamá, a ella la llamas... tengo curiosidad", Kageyama de un momento a otro sonrió, "¿qué?, ¿con quién hablas que sonríes, eso es inusual en ti", se quedó vigilando las expresiones de su novio, éste sonreía todo el tiempo, incluso se le salió una risita, "no aguanto quiero saber quién es la persona que hace que sonrías", aprovechó que Kageyama hizo ruido y se movió fingiendo que estaba despertando, se desperezó estirando los brazos hacia arriba y las piernas en línea recta. Su novio al ver que Hinata estaba despertando escribió rápidamente algo en su teléfono y lo guardó con celeridad. Naranjito nada de tonto captó todo el acto y eso fue el detonante de algo que nunca antes había sentido, celos, un pequeño brote de la enredadera que era este sentimiento comenzó a treparlo por los pies, lo agarró firmemente, tal como su nombre lo incida, se enredó en sus extremidades inferiores. Se sentó en la cama y miró fijamente a Kageyama.

-    ¿Qué hora es? – preguntó con disimulo, "¿por qué escondiste el teléfono cuando me desperté?, esto es sospechoso".

-    Tienes tu teléfono al lado – le respondió a secas y desvió la mirada.

-    Que amable de tu parte – la ironía se vislumbró a lo lejos, pero tenía que disimular, no quería que supiera que quería que Kageyama sacara su teléfono así que tomó su aparato y observó la hora – las 10 – dijo a nadie en particular.

-    Ah – Kageyama se levantó, fue al clóset y sacó el futón, ese que estaba ahí porque la mamá de Hinata pensó que era mejor comprarlo, yacía en el armario desde que llegó a vivir con ellos pero nunca lo habían ocupado porque siempre dormían juntos en la misma cama.

"Está sacando el futón, ¿tan enojado estás Kageyama?" – oye – se comió todo el orgullo que pudo tener momentos antes – lo siento.

-    Está bien – su voz neutra no le decía nada al naranjito.

-    ¿Sigues enojado? – estaba nervioso, su voz salió trémula.

-    Sí – le daba la espalda mientras estiraba el futón en el suelo.

-    Pero Kageyama... yo... lo siento – se levantó de la cama y caminó hasta abrazar la espalda de su novio, apoyó su rostro y apretó fuerte – lo siento.

-    No lo hagas más difícil – tomó las manos de su amado y soltó el agarre hacia su persona.

-    Pero Kageyama... ¿qué pasa? – nunca pero nunca desde que comenzaron su relación Kageyama había sido tan frío.

-    Quiero estar solo.

-    Pero... mírame Kageyama, date vuelta y mírame – tomó los costados de su novio y lo giró, por fin pudo ver la expresión en su rostro, una expresión de pesar, Hinata sintió una opresión fuerte en su pecho – ¿ya... no me amas? – preguntó con temor de una respuesta afirmativa pero su corazón le decía que no era cierto que su novio aún lo seguía amando.

Kageyama miró esos ojitos grandes de color avellana que tanto amaba, la expresión de dolor en ellos lo enterneció, era imposible estar enojado con él, simplemente era su mayor debilidad pero cometió un error, el error de hacerle caso a la persona equivocada, pensando que lo quería ayudar cuando en realidad lo que añoraba era separarlo y si seguía así lo lograría.

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Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora