Capítulo 41 parte 2

797 96 59
                                    

- Si no te acuestas conmigo, diré que me violaste...

Kageyama no podía creer lo que acababa de escuchar, estaba en shock, se preguntaba ¿cómo era que su amiga le estaba jugando esta broma tan pesada?, en su mente aún no podía creer que ella de verdad lo estaba intentando seducir y que lo estaba amenazando con algo tan grave.

- ¿no vas a decir nada? – preguntó ella decidida.

- Aiko, esta broma de mal gusto tiene que terminar... me voy, no quiero seguir acá – se dio media vuelta y escuchó un golpe, miró hacia atrás.

La excelente actriz estaba enloquecida, todas sus inseguridades la atacaron de pronto, no quería reconocer que ella no era lo suficientemente bella, no quería asumir que ella no podía excitar a el que le gustaba, estaba enojada, frustrada. Se levantó y se azotó contra la pared provocando un ruido sordo.

- ¡¿Qué estás haciendo?! – gritó Kageyama al ver que la cabeza de ella estaba contra la pared.

- Diré que me golpeaste – con su mano derecha se pegó un puñetazo en el brazo izquierdo y luego se tomó con fuerza la muñeca.

- ¡Aiko detenté!... ¡no hagas eso!...

- Diré que me golpeaste si no te acuestas conmigo – tomó impulso para azotarse contra la pared y esta vez tenía decidido que su cara recibiera el impacto.

Kageyama se abalanzó y la agarró de los brazos – ¡reacciona!, no puedes estar hablando en serio, ¿cómo se te ocurre golpearte a ti misma, esto está mal, necesitas un sicólogo.

Ella luchó por zafarse pero el ceñudo tenía más fuerza y la sostuvo, ella se retorcía como una culebra pero Kageyama le aprisionó las muñecas. "Mejor así, me quedarán marcas", pensó la pérfida.

Kageyama se aburrió de luchar y la soltó –  ¿sabes qué?... haz lo que quieras, me tienes aburrido, además tienes que ir a constatar lesiones, no tienes una muestra de semen mío.

La soltó y caminó hacia la salida, ella se miró las marcas rojas en las muñecas y sonrió, "si no puedo probar que me violaste, puedo decir que lo intentaste", se apresuró en decirlo.

- Diré que lo intentaste.

- Me vale verga lo que digas.

Ella se quedó tirada en el suelo de su pieza, con las rodillas juntas, se miró en el espejo y no se reconoció, veía a alguien patético, alguien desesperado, su antiguo yo se estaba manifestando.



"No lo puedo creer, Hinata tenía razón, ella nos quería separar, y tantas veces que discutimos por ello, ¡mierda!, estoy tan arrepentido de no haberle hecho caso a Hinata, esto es de lo peor, ¿y si cumple su amenaza?, ¿qué voy a hacer?...¡mierda!, tal vez Hinata no me crea... tengo que llamarlo ahora mismo". Sacó su teléfono del bolsillo y una luz roja le llamó la atención, esa luz que le decía que una aplicación estaba funcionando, se sonrió satisfecho, ya no se debía preocupar tanto, la detuvo y marcó a su amor. Hinata no contestó y la llamada se cortó, volvió a insistir tres veces más, hasta que escuchó la voz de su naranjito.

- ¿aló?, ¿Kageyama?, ¿cómo salió todo? – se notaba por su tono de voz que estaba preocupado, "debe ser él, no puede ser ella que tomó el teléfono de Kageyama para decirme que algo pasó entre ellos".

- Hinata, amor, ¿puedo ir a tu casa ahora?, tenemos que conversar...

- ¿Cómo conversar?, no me asustes Kageyama, no me digas que quieres terminar conmigo por culpa de ella, por favor Kageyama, te lo supl...

- Nada de eso amor, es más, te debo pedir perdón – calló por unos segundos – perdón Hinata, tenías razón ella nos quería separar, espérame en tu casa, ahí te cuento todo.

- Kageyama... ¿qué pasó?, dime por favor.

- No por teléfono, prefiero decírtelo en persona.

- Pero... – "no creo poder aguantar hasta que llegue".

- Amor, por favor, tranquilo, todo va a estar bien, no te preocupes – "se escucha raro, debe ser la preocupación", no sabía que aún estaba medio drogado.

- Pero... ¿a qué hora vas a llegar? – preguntó cuando ya aceptó que su novio no le contaría por teléfono.

- Me voy directo de acá, así que tal vez una media hora.

- Bueno... te estaré esperando... esto... ¿quieres algo para comer?...

- Sí, te quiero comer a ti.

- Kageyama...

- Es en serio – se sonrió socarronamente – ya, te corto que me voy a subir al bus, te amo Hinata.

- Y yo a ti Kageyama.

Cortaron, Hinata se tiró de espalda en la cama, se había quedado dormido luego de volar un rato, no alcanzó a liberarse por lo que tenía su miembro duro aún, pero intentó controlarse, la dosis fue muy baja, sólo lo suficiente para calmar las ansias, cerró los ojos y nuevamente entró en un vaivén delicioso que lo transportó al sueño.

Daichi miró a su novio que dormía en el futón, tenía su carita relajada pero se notaba que había llorado mucho ya que sus ojos estaban hinchados. Le hizo cariño en el cabello plata despejando su frente, Suga se removió un poco, abrió los labios unos milímetros. "Caerá un chorrito de saliva señor Sugawara si no cierra esa boquita", pensó divertido Daichi, se tendió al lado de Suga mirándolo fijamente, se deleitaba con las facciones de su otrora sólo amigo, puso su mano en el pecho sintiendo el sube y baja de la respiración rítmica y calmada de aquel que le robaba el corazón y alma, cerró los ojos y apoyó su frente en el hombro de su amor, cuando se relajó le entró frío y tuvo que meterse bajo las cubiertas, adoptó la misma posición anterior y se durmió al lado de su vicecapitán.

- Takeda sensei, no creo que sea buena idea que beba otro vaso de sake.

- Ukai kun, tú no sabes nada, los mayores nos sabemos controlar – empinó el codo y bebió de golpe.

Takeda sensei tenía sus mejillas y nariz muy roja, los párpados caídos, una sonrisa bobalicona adornaba su rostro, y para colmo hablaba traposo, su lengua definitivamente había perdido motricidad fina. Ukai lo miraba con ternura, lo veía como un polluelo, esa impresión le daba, la de ser un ser indefenso, era pequeño y tierno pero era un sensei, era un adulto hecho y derecho pero aún sabiéndolo no lo asumía del todo, le inspiraba un sentimiento de protección que nunca antes había tenido. Le hizo señas a la mesera, cuando esta lo miró, gesticuló la palabra 'agua', ella asintió y siguió su camino.

- Sensei, será mejor que deje de tomar tanto...

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora