— Correeeee, corre... sigue corriendo — gritaba Kageyama arrastrando a Hinata de la mano.
— ¡Mi bicicleta! — gritó naranjito al percatarse de que la había dejado tirada atrás.
— Eso no importa ahora... sigue...Kageyama mientras corría iba repasando la escena en su mente, algo no le cuadraba, si hubiese sido un asalto, le habrían quitado la bicicleta y ya, o los bolsos y listo, pero ese hombre, porque no cabía duda de que era un hombre por su contextura, estaba ensañado con Hinata, su corazón le decía que le hiciese caso a esa intuición, su cerebro le alertaba de que algo andaba mal con su novio pero una parte de él lo rechazaba, "podría ser ese tipo que lo intentó violar... ese que usaba drogas... tal vez se quiere vengar de Hinata... ¡mierda!, eso es, el tipo ese... no me cabe duda, debemos ir de inmediato a la policía a denunciar esto". Kageyama miró hacia atrás cerciorándose de que no los siguiesen, cuando no vio moros en la costa poco a poco se detuvo y soltó la mano de su novio, ambos jadeantes y apoyados en sus rodillas medios agachados.
— Hinata creo que sería mejor ir de inmediato a la policía, creo saber quien es ese tipo...
Naranjito aún estaba en shock, no había pensado mucho en lo sucedido, más que nada su organismo estaba sólo enfocado en salvarse, pero al escuchar la palabra 'policía' sintió un remezón en todo su cuerpo, la lucidez lo invadió, policía era igual a antidrogas, eso sería muy contraproducente si iba al pájaro azul, más aún si investigaban los lugares que frecuentaba, no quería exponerse a eso, pero no podía decirle eso a su novio, obviamente no lo podía decir, tenía miedo de ser rechazado, reconocer su adicción, ser un drogadicto haría que su amado, que detesta a los drogadictos, se alejara de él nuevamente... "debo pensar algo para que no vayamos a la policía... cerebro por favor piensa en una excusa, piensa, piensa... ¿qué es lo más importante para Kageyama?... el voleibol... mmm"...
— Oye idiota responde, vamos ahora — lo tomó de la mano y trató de hacerlo andar, pero Hinata opuso resistencia.
— Espera Kageyama... espera por favor — "piensa rápido... ¡lo tengo! — Kageyama... si vamos a la policía mis padres se van a enterar ¿cierto?...
— Claro idiota, obviamente, no es para menos... ¿a caso quieres mantener esto en secreto?.
— Es que Kageyama... mira... piensa, si le decimos a mis padres, no me dejarán ir al campamento, no podré acompañarte para entrenar...
— Pero...
— Kageyama... mis papás se morirán de preocupación, ¿lo entiendes?, no me dejarán ir... no podré ir y yo me muero por ir contigo, por favor, no les digamos nada, además ese tipo nos debe haber intentado robar la bicicleta y lo logró.
— Hinata no creo que ese haya sido su objetivo, siempre se volteaba a ti para agredirte, no me creo eso de que haya querido asaltarnos...
— Pero Kageyama... por favor... sólo esta vez, si algo vuelve a suceder contamos todo pero por esta vez no digas nada, te lo suplico — puso carita de cachorro.
— Pero...
— Por favor amor...
Hinata aún no se había dado cuenta, pero cada vez que le decía amor a Kageyama éste se ablandaba, su corazón se enternecía y le hacía caso, era un arma poderosa pero naranjito era ignorante de esto.
— Mmm... no sé... déjame pensarlo por esta noche... ¡oye!, si serás imbécil... ¿qué le diremos a tus padres sobre la bicicleta?, ¿ah?.
— Oh verdad, no se me había ocurrido — "mierda es cierto... ¿qué les puedo decir sobre eso?... no se me ocurre nada...".
— ¿Viste? — dijo Kageyama triunfal.
— Está bien les contamos, pero no les digas que crees que es el tipo ese, sólo les diremos que nos intentaron asaltar para robarnos la bicicleta.
— Pero Hinata, no seas idiota, yo creo que es ese tipo el que te intentó violar... se quiere vengar.
— Kageyama no tienes pruebas de eso. Por favor, no hagas que mis padres no me dejen viajar... te lo ruego — puso sus manos juntas como rezando a la altura de su rostro y cerró los ojos arrugando sus cienes.
— Ya, está bien, es verdad que no tengo pruebas de eso y es cierto que tus papás colapsarán si les digo eso y es obvio que no te dejarán ir, pero prométeme que si vuelve a pasar contaremos todo, y lo tengo decidido desde hoy me quedaré en tu casa todos los días, ni muerto te dejo solo ahora, algo me dice que era algo personal contigo... no sé como explicarlo pero lo presiento.
— Eso me haría muy feliz Kageyama — sonrió encantado, estar junto a su novio todos los días como antaño era algo que anhelaba.
— ¿De verdad amor? — preguntó mientras se acercaba y acunaba sus manos para sostener las mejillas encendidas de rojo por la carrera de su novio.— Sí amor — dijo al sentir la calidez de las palmas de su amado.
— ¿Sabías que te amor Hinata? — pegó su frente a la frente de naranjito.
— Algunas veces se me olvida — dijo coqueto alzando su mirada para encontrarse con unos ojos que lo admiraban con devoción.
— Yo haré que nunca jamás se te vuelva a olvidar.
Ahí en plena calle, a la luz de un farol, se besaron tiernamente, ambos abrazados unieron sus labios. Kageyama alzó su mano y sostuvo la nunca de hinata entrelazando sus dedos en aquellas hebras anaranjadas y largas. Hinata recorría la espalda marcada de su novio, la acariciaba por toda su extensión. Sus lenguas jugaban a pillarse recorriendo la boca de su opuesto, sus salivas se mezclaron, sentían el sabor del otro, el aroma de su amor. Se separaron con lentitud, Kageyama apretó contra sí a su amado, olfateó su cabello, amaba el olor 'Hinata', lo adoraba, por él que hubiese un perfume así para que toda su ropa oliese a su novio, pero pensó, "sería contraproducente si hubiese un perfume, otros podrían sentir su olor... eso lo odiaría", movió un poco su cabeza en un no alejando la imagen de lo que acababa de pensar. Hinata apoyó su mejilla en su amado, escuchó el latir de su corazón, lo tranquilizaba, era como una canción de cuna cuando tienes miedo, era como la voz de tu madre antes de dormir, se sentía protegido por ese palpitar, por el dueño de esos latidos, le recordaban que ese corazón le pertenecía.
— Vamos amor, tus padres deben estar preocupados.
— Sí.
Se tomaron de la mano y caminaron en silencio hacia el hogar de Hinata, cada uno con sus propias cavilaciones.
"Kageyama... podrá ser... no creo, no puede ser... esos dos eran sólo amigos... no creo que hayan sido esa clase de adefesios... aunque si fuese así me será más fácil hundirle el metal en su vientre... malditos bastardos detestables, ojalá todos estuviesen muertos".
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Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]
Fiksi PenggemarEsta es la continuación de "volemos", no vas a entender mucho si lees sólo esta historia. Aunque sea obvio lo que voy a escribir pero lo diré igual, TIENES QUE LEER PRIMERO VOLEMOS para poder entender esta... Portada hecha por "eli soraru", por fav...