Capítulo 19 parte 2

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Pedaleaba enfurecido, "maldito Kageyama, mira que dejarte engañar por ella, más encima discutimos por su causa y ahora no sé si me acompañará a la fiesta este viernes y lo peor es que me verá en el vestido rojo ese día, aaaaaah maldición, todo mal, de verdad necesito un vuelo, quiero relajarme un poco". Al poco rato se cansó, no había comido bien, bajó la intensidad de los pedaleos pero la intensidad de la rabia que sentía sólo iba en aumento. Se detuvo y verificó en su teléfono si iba en la dirección correcta, todo en orden, faltaba poco y estaba a tiempo. Llegó a una zona conocida, cruzó el parque donde antes había caído rendido, lo observó y encontró a su amigo árbol, se sonrió recordando y luego arrugó la frente, no quería reconocer que lo que iba a hacer era malo, era una pésima idea, ya debería haber aprendido la lección, pero las ganas eran máximas, "sólo una vez más y después nunca más...". Salió del parque y en la esquina estaba el cartel del colibrí azul, era muy llamativo, imposible no verlo, sus manos comenzaron a sudar, tragó saliva, se metió el collar bajo el polerón y bajó de la bicicleta, con ella en mano caminó por el cruce peatonal, dejó la bici apoyada en la pared y se sentó en la mesa, "no me vayan a robar la bicicleta...". Observó el lugar, habían dos parejas sentadas en las mesas de afuera junto a él, miró al interior, también pocos clientes, "debe ser la hora", pensó, con sus ojos siguió al camarero, vestía pantalones negros, camisa blanca y un delantal negro a la cintura, tenía una piocha plateada con su nombre pero a esta distancia era imposible de leer, "ni que tuviera visión telescópica", se sonrió, esperó sentado a que el mesero fuera donde él. Se relajó, todo se veía de lo más normal, no habían matones cerca, sólo una tienda común y corriente. El mesero que era joven le sonrió al llegar a la mesa.

-    Bienvenido, ¿puedo tomar su orden? – sacó un block de notas y un lápiz de los bolsillos del delantal.

-    Claro, esto, quiero saber que sabores de helado tiene...

-    Oh, si quiere puede entrar y verlos directamente... ¿esa es su bicicleta señor? – miró en dirección de la pared.

-    Sí.

-    ¿La puedo mover a dentro señor?, puede ser robada si se descuida – le sonrió condescendiente.

-    Oh, gracias.

-    Por favor, acompáñeme, le mostraré el mostrador de helados.

-    Sí – Hinata se paró y lo siguió, miró a una pareja que tenía el menú y la carta de sabores, se veían enamorados, "tal vez pueda venir con Kageyama, aaaah fuchi pensamiento, estoy enojado con él".

-    Por aquí señor – el mesero le abrió la puerta, naranjito pasó – sígame.

-    Sí – Hinata miró y vio un mostrador de helados que era atendido por una gordita con cara de tierna – pero acá...

-    Esos no son todos los sabores, son los más básicos – le dijo amablemente y le sonrió, llegaron al fondo del local donde había una puerta, la abrió – pase señor – hizo un ademán incitándolo a entrar.

En este punto Hinata se puso nervioso, el mostrador de helados estaba afuera, miró hacia dentro y la pieza estaba oscura.

-    Pase señor – volvió a decir pero ahora no sonrió al hacerlo, apoyó su mano en la espalda de Hinata y firmemente lo empujó – pase.

Hinata no tuvo otra opción, se dejó empujar y entró en la oscura habitación, inmediatamente que puso los dos pies dentro la puerta se cerró a su espalda y sintió el sonido de una llave, "mierda, mierda, mierda", estaba todo oscuro, a tientas con las manos adelante se apoyó en la pared y buscó el interruptor, nada, absolutamente nada, todo era plano, tocó el pomo de la puerta e intentó abrirla, "como lo sospechaba... está con llave... mierda...", su corazón estaba desbocado, sentía el peligro inminente, un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió una mirada sobre su nuca, y escuchó una aspiración, inmediatamente sintió el olor característico del tabaco, lentamente se giró, lo único que podía ver era un punto anaranjado que viajaba hacia arriba y de un momento a otro se encendió dando un color más vivo, sus manos se tensaron y se quedó en posición de defensa sudando frío.

-    ¿cómo conseguiste el número pequeño? – la misma voz ronca de cuando habló por teléfono.

-    Me lo dio alguien antes, como hace cuatro meses atrás – "no debo mentir", estaba apoyado en la pared.

-     Mmmm, explícate.

-    Esto... la persona que me lo dio me daba papeles especiales...

-    Acá puedes hablar sin tapujos.

-    ¿Si qué?

-    Puedes decir las cosas por su nombre.

-    Aaaah, me daba estampillas.

-    Entiendo.

Se produjo un silencio espeso, el humo era cada vez más concentrado, al parecer la habitación era pequeña. Naranjito se repetía mentalmente que todo iba a salir bien, que todo iba a ser fácil, pero por dentro sabía que lo más probable es que no fuera así.

-    Señor – "tengo que decir algo" – ¿estoy en problemas?.

-    Mmmm, cierra los ojos.

Hinata obedeció sin dudarlo, a través de sus párpados vio que prendieron la luz, sintió el olor del tabaco más cerca, la persona estaba al lado suyo.

-    No los abras – le advirtió.

-    No – respondió obediente.

-    Te pondré una venda – Hinata sintió la tela rozar sus ojos y luego el apriete – listo... te voy a revisar – Así lo hizo, le metió mano a Hinata por todos lados, sacó el teléfono – dime tu clave – Hinata se la dictó – bien... quédate ahí.

El tipo revisó el teléfono, se demoró bastante, leyó casi todos los mensajes que habían. Naranjito estaba entre tranquilo y alerta, hasta ahora no le había hecho nada malo, lo que lo ayudó a calmarse pero eso no significaba que no lo hiciera en un futuro cercano por lo cual aún estaba alerta.

-    Quiero todos los detalles de cómo obtuviste el número de teléfono.

-    Sí señor, esto... un tipo de unos veinticinco años de chaqueta de cuero negra, con los jeans rasgados me lo dio y me pasó las estampillas.

-    Ya veo... así que viniste por más...

-    Sí señor.

En ese instante Hinata siente una mano rodearle el cuello, con una sola mano todo la circunferencia de su anatomía fue cubierta, el hombre era grande, lo apretó fuertemente por lo que le costó respirar.

-    Señor... no tan fuerte... - "mierda... mierda... esto está mal"...

-    Silencio pequeña rata... camina.

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Abrazo rompe costillas con todo mi yo. ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora