Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]

Capítulo 52 parte 2

Tanaka abrazó todo el camino a Taka chan, no le importó que la gente lo mirara porque llevaba a otro hombre en brazos, Taka chan tenía su rostro hundido en la bufanda de Tanaka, aún estaba en shock, nunca pensó pasar por una situación así, jamás, tenía tanto miedo, tanto pavor, que casi se orina. Ahora, en los brazos de su amado, se sentía seguro, protegido, sólo faltaba sentirse amado, ya que sabía que su Tanaka amaba a otro.

Llegaron a la casa de Tanaka, tocó el timbre, no podía abrir sin soltar a su Taka chan, lo recibió su hermano mayor.

— Chuta, lo dejaste inhabilitado para caminar, pobre de su trasero — como siempre intentaba ser simpático con bromas de mal gusto.

Tanaka no respondió con palabras, sólo con una mirada feroz que hizo que su hermano callara, éste se corrió para que siguiera su camino y Tanaka fue directo a su pieza, su hermano venía detrás y le abrió la puerta, se quedó ahí en el umbral viendo como su hermano menor depositaba con sumo cuidado a el pequeño sobre su cama, pero éste no se soltaba, parecía un animalito bebé aferrado a su madre.

— Lindura, acuéstate, yo vendré de inmediato, debes comer algo, yo también, espérame por favor — le hizo cariño.

Taka chan se soltó a regaña dientes, pero su amado tenía razón.

— No quiero comer — pronunció bajito, a penas audible para Tanaka.

— Está bien, pero sí debes tomar líquido... Lindura, ¿te quieres tapar?, hace frío.

— Bueno — su tono era un poquitín mimado.

Tanaka lo arropó y besó su frente, aún entraban algunos rayos de luz por la ventana, pero luego oscurecería, por lo que prendió la lampara de su velador. Caminó para salir de la pieza pero siempre mirando a su pequeño. Éste cerró los ojos y se colocó en posición fetal, su cara estaba roja alrededor de los ojos pero el resto tenía un color cetrino.

Cuando cerró la puerta su hermano lo miró con preocupación.

— ¿Qué le pasó al pequeño? — habló despacio intentado ser discreto.

— Lo atacaron, lo desvistieron y lo más probable es que ese tipo lo hubiera violado — su cara demostraba todo lo asqueado que estaba por la situación.

— ¡¿Qué?! — gritó.

— Shhhh — puso dedo índice perpendicular a su labios — vamos abajo, tengo hambre y debo preparar algo para Taka chan, no tiene hambre pero debe comer algo liviano, su cuerpo liberó mucha adrenalina por lo que ahora debe tener la glicemia muy baja.

— Wow, no sabía que sabías de esas cosas — la verdad es que estaba impresionado.

— Da igual — le restó importancia al asunto.

En la cocina, la madre lo miró al entrar — ¿cariño te pasa algo?, tienes mala cara — una madre siempre sabe.

— Sí, les contaré para que entiendan la situación, pero madre ¿te puedo pedir un favor?, puedes preparar algo liviano pero que tenga bastante azúcar, yo por mientras me preparé algo rápido.

— No es necesario que te prepares para ti, ya tengo echo curry, ¿para quién es lo liviano?.

— Para Taka chan.

— Ah que bueno que nos vino a visitar.

— Fue algo más forzado madre.

— Toma asiento hijo, tienes mala cara, muy mal color de piel — la mamá le pasó un té y le sonrió con ternura — cuéntanos.

El hermano por mientras metía un plato de curry en el microondas, Tanaka comenzó a hablar.

— No sé como explicarlo pero presentí que algo malo sucedía, era como una opresión en el pecho, estaba intranquilo, todo esto se gatilló cuando Taka chan no me contestó su teléfono.

— Hijo, estás unido a ese niño — la madre dulcemente le tomó la mano a su hijo y la apretó — eso no ocurre siempre, sólo ocurre con las personas importantes.

— Sí mamá — tosió y prosiguió — corrí como nunca hasta la preparatoria de Taka chan y llegué justo a tiempo, un compañero intentó violarlo.

— ¡Oh Dios!, ¡que horror!, pobrecito — la mamá se cubrió la boca asombrada.

— Ahora está en shock aún, por eso quiero que se quede... — hizo una pausa y miró a su madre suplicante — mamá, ¿puedes llamar a los padres de Taka chan?, por fa diles que lo tienes invitado a un paseo con toda la familia, no quiero dejarlo solo.

— Hijo no sería tan mentira después de todo me voy con tu padre a ver a mis suegros — volvió a sonreír mientras revolvía el arroz cocido con canela y azúcar.

— Por fa mamá.

— Claro hijo, tranquilo, pero creo que esto es importante y lo deben saber los padres.

— Lo conversaré con Taka chan, porque es exponerse, los padres obviamente querrán dejar la denuncia, además mamá yo... — desvió la mirada — creo que las cagué sólo un poco.

— ¡Ay!, ¿Qué hiciste ahora hijo? — arrugó la cara y se tomó la frente con la mano derecha, ya sospechaba lo que su hijo iba a contar.

— Le solté dos dientes al agresor, si se sabe tal vez me sancionen en mi prepa...

— Ay hijo, por Dios, siempre siendo tan impulsivo, sólo debiste inmovilizarlo.

— ¡Pero mamá, iba a violar a mi novio, no me pude controlar!.

— Igual te entiendo, pero hijo no quiero que te metas en problemas, además no puedes tener antecedentes, tú sabes que eso no te dejará competir en los torneos, ¿no quieres renovar el club de artes marciales de tu prepa cuando se vayan los de tercero?.

— Sí mamá — respondió cabizbajo.

— Entonces...

— Sí mamá.

— Ya está listo esto, llévaselo a Taka chan.

— Yuu está listo tu plato — tenía el plato de curry en una bandeja, con cubiertos, un vaso de jugo y servilletas — yo te lo llevo para que coman juntos.

— Gracias hermano — sonrió, su hermano era un dolor en el trasero con sus bromas pesadas pero lo amaba y éste le demostraba su amor con este tipo de detalles.

La madre le pasó otra bandeja a Yuu y junto con su hermano subieron a la pieza. Tanaka empujó la puerta con el pie, entró sin hacer ruido seguido por su hermano que lo imitó, dejaron las bandejas en el escritorio.

— Te dejo, cuida al muchacho — se acercó le acarició la cabeza como lo haría con un niño pequeño.

Tanaka en vez de molestarse sonrió, su familia era una familia bien constituía, los amaba con toda su alma.

— Gracias hermanito.

Cuando su hermano salió se acercó a la cama, su Taka chan dormía en posición fetal y no sabía si lo hacía siempre pero se estaba chupando el dedo, parecía un niño pequeño, lo enterneció de sobre manera esta imagen, sonrió con amor, un amor distinto, un amor que maduró lentamente, un amor que sembró su semilla y estaba creciendo de a poco pero firme, arraigado, con raíces firmes e inquebrantables.

— Despierta lindurita — besó su frente mientras le hacía cariño en el cabello.

Taka chan levantó pesadamente sus párpados, al ver a su amado Tanaka sonrió e inmediatamente se quitó el dedo de la boca.