Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]

Capítulo 11 parte 7

En eso llega gente de la pista de patinaje, dos hombres con una camilla, estaban vestidos con un overol de amarillo bien fuerte, casi fosforescente. Dejaron la camilla a un lado.

-    Niño, ¿te puedes mover? – preguntó el de cabello más largo.

-    No, me duele mucho.

-    ¿Dónde te duele?.

-    El brazo derecho.

-    Tienes que soltarlo para poder revisar.

-    Pero si lo suelto me duele más.

-    Bueno, pero tenemos que subirte a la camilla, ¿puedes colaborar con nosotros para ese cometido?.

-    Claro.

-    Nosotros también ayudaremos – se apresuró en decir Suga.

-    No se preocupen, pueden estorbar más que ayudar – dijo el de cabello corto, casi tan corto como el pelón del equipo.

-    Claro – ambos, Daichi y Suga se alejaron para darles espacio para que actuaran.

Hinata estaba discutiendo con Kageyama, dejó de hacerlo al ver que dos hombres con una camilla llegaban al lado de Taka chan.

-    Kageyamaaaa, miraaaa, Yuuu, miraaaa, parece que Takashima san no está bien, vamos a ver.

-    No idiota, si vamos podemos entorpecer el rescate – Kageyama lo agarró de su propio poleron que llevaba puesto Hinata – aunque creo que tú deberías ir – dijo mirando a Tanaka con rabia.

-    Ah sí – los miró a ambos - ¿seguro estás bien Hinata?.

-    Sí, lo estoy.

-    Anda luego, ¿no se supone que es tu pareja? – Kageyama lo único que quería es que lo dejara a solas con Hinata, recibiría una buena reprimenda.

Tanaka Yuu no respondió y patinó torpemente hacia su futuro novio que ya estaba sobre la camilla y era sacado de la pista de patinaje.

Kageyama arrastró a Hinata hacia una orilla.

-    ¿supongo que tuviste suficiente de patinaje en hielo?

-    Pero Kageyama aún no patino nada.

-    ¿Quieres que vuelva a pasar algo así?.

-    Pero no me pasó nada.

-    Gracias a no sé que ser Divino no te pasó nada, pero al parecer a Takashima san sí y debo decir que fue tu culpa, él sabe patinar y tú fuiste directo donde él.

Hinata bajó la vista, no había caído en cuenta de ese detalle, Taka chan sabía patinar en cambio Hinata no y es cierto, fue él el que fue directo hacia Takashima, si hubiese tenido más cuidado nada de esto hubieses pasado, se le apretó el pecho de inmediato, sintió una angustia desbordante, la responsabilidad de ser el culpable le oprimía su alma, de inmediato cambió de parecer y ya no quería patinar quería saber que le había sucedido a Takashima, debía ir a verlo.

-    Vamos, Kageyama acompáñeme a verlo – dijo angustiado.

-    Es lo menos que puedes hacer después de causar todo este alboroto.

En ese instante Hinata sintió una flecha atravesar su corazón, cerró los ojos por unos segundos, no respondió, Kageyama tenía razón, se sacaron los patines y caminaron en busca de sus zapatos, todo el proceso fue en silencio.

Tanaka estaba encuclillado al lado de Taka chan, sentía una pizca de culpa de no haberse preocupado antes de él y de haber corrido hacia Hinata, siendo que era él el que necesitaba ayuda.

-    ¡¿Cómo no te fijaste por dónde ibas?... ¡pudiste haber lesionado a Hinata! – recordó las palabras de Kageyama – y si no hubiese podido jugar al voley... ¡tienes que tener más cuidado! – fue lo primero que salió de sus labios al llegar al borde la cancha donde habían dejado a Taka chan. Tanaka le gritó con rabia a Takashima.

-    Oye... no es el momento – dijo Suga intentando calmarlo.

-    ¿Pero no ven que casi ocurre un grave accidente?.

-    El grave accidente ocurrió – le contestó Daichi para luego con sus labios y cabeza señalar a Taka chan que se revolvía del dolor.

-    Pero...

-    Si no te has dado cuenta está herido – le explicó Suga.

-    Lindura... – dejó sin terminar lo que iba a decir, ahora él se sentía culpable cuando vio una lágrima salir de un ojito de Taka chan.

Takashima lloró, pero no por el dolor de la fractura que tenía en su brazo, si no porque Tanaka no se preocupó por él, si no que fue donde esa niña, la bonita, la alegre, la llena de vida, no por él un ser opaco, triste, sin vida, "quiero desaparecer, sería bastante bueno desaparecer de acá, esfumarme, irme y no dejar rastro, no valgo lo suficiente para que te preocupes por mí... vete donde ella... ¿por qué estás a mi lado?, no se supone que es ella la que te interesa?... déjame solo".

-    Tanaka creo que es mejor llamar a sus padres, hay que llevarlo a un hospital – le aconsejó Daichi.

-    Sí, tienes razón.

Takashima estaba tan avergonzado de su forma de actuar, "no pensé en lo que le estaba pasando a Taka chan, se nota que está sufriendo mucho dolor, si incluso está llorando, fui un mierda en decirle eso pero ¡mierda!, si Hinata se hubiese lesionado no creo haber podido perdonarlo, maldita sea".

Los hombres de amarillo llegaron y conversaron con Daichi y Suga.

-    Taka chan, ¿dónde está tu teléfono? – le preguntó haciéndole cariño en el pelo.

-    En mi bolsillo – dijo con los maséteros (músculos faciales que cierran la mandíbula) marcados.

-    Lo saco ahora, debemos llamar a tus padres.

-    ...

Así lo hizo, metió su mano en el bolsillo y sacó el teléfono.

-    Tanaka, conversamos con los encargados de estas situaciones y hay dos formas de proceder – le dijo Daichi.

-    Justo iba a llamar.

-    Tenemos dos opciones, la primera es que llames a los padres y lo vengan a buscar, la segunda es que ellos llaman una ambulancia de acá pero los gastos los corre la persona, creo que en este caso es mejor llamar, no es algo de vida o muerte.

-    Sí, gracias Sawamura san – hizo una leve inclinación antes de marcar.

Tuuuuu... tuuuu... tuuuu... - ¿alo Take chan?.

-    Hola, habla Tanaka Yuu, el amigo de su hijo.

-    Hola Tanaka, ¿pasó algo que me llamas del teléfono de Takeru?.

-    Sí señora, Takashima se cayó en patines y le duele mucho el brazo – esto último lo dijo angustiado.

-    ¡Oh Dios!, ¿dónde están?...

La conversación siguió mientras tanto se acercaron Hinata y Kageyama.

-    Suga san, ¿cómo está Takashima san? – preguntó un acongojado naranjito.

-    Parece que tiene una lesión en su brazo, en este momento Tanaka está llamando a sus padres.

-    Oh, que pena...

Kageyama lo miró de reojo, pudo atisbar la culpa en su expresión, una culpa que cobraría su precio...

---

Mañana sin falta el próximo.
Un abrazo rompe costillas. ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶.