No los quería dejar tan en la incertidumbre, así que hice un mini capítulo... intentaré seguirla hoy en la noche y si puedo publico otro a penas esté listo. Aunque sería mejor publicar más espaciado así mi vida no correría tanto peligro en unos días... digo yo, no sé... nah, bromis. *aunque igual mira para todos lados cada vez que sale de casa*.
——
El hombre miraba a su víctima con cara de incredulidad, no podía ser cierto, esto no podía ser, por primera vez en su vida estaba arrepentido de haber herido a otro, fue la primera vez que sintió un remordimiento angustiante. Sus manos tiritaban, aún tenía el cuchillo empuñado, lo soltó, agarró a su víctima y lo abrazó.
Kageyama estaba totalmente en shock, no hacía nada, estaba parado a unos metros, con la mirada fija en la escena, pero no computaba, es más, estaba ido, es como si lo que estuviese pasando no lo estuviese viviendo, sólo respiraba y pestañeaba porque son movimientos autónomos, porque si fueran controlados conscientemente ya se habría muerto por olvidar respirar.
La calle estaba silenciosa, otros autos se detuvieron cuando se encontraron frente a un auto cruzado en la calle con la puerta abierta y las luces encendidas, su conductor no estaba, varios se bajaron a ver lo que sucedía, la mujer que iba manejando el primer auto que se detuvo se bajó y vio el espectáculo, gritó.
— ¡Aaaaahhh! — se tapó el rostro.
Su marido se bajó del auto a ver lo que pasaba — ¿Qué pasó? — la tomó de los hombros y se contestó él solo su pregunta al ver a dos personas tiradas en la calle, a uno de pie estático y a otro arrodillado abrazando al del suelo.
— ¡Hermanito!, ¡Hermanito!... reacciona, por favor reacciona, lo siento, de verdad lo siento, no estaba seguro, yo no quería hacerte esto a ti, por favor, reacciona — tenía sujeta la cabeza de su hermano menor.
Obviamente lo reconocía, era imposible no hacerlo, siempre que salía libre iba al lugar donde trabajaba su hermano y lo seguía, no se atrevía a hablarle, no quería incomodar a su buen hermano, al único que salió bien de todo el horror que vivieron cuando pequeños, él era su orgullo, lo amaba, era la única familia que le quedaba. Siempre quiso hablarle, decirle: 'hola, ¿cómo estás?', pero nunca se atrevió, su hermano jamás lo fue a visitar a la cárcel, nunca lo fue a buscar, sólo un par de veces le escribió una carta, por ello sabía que su hermano se había casado con una buena mujer y que habían tenido un hijo, ese hijo, su sobrino, se llamaba Tobio.
Los ojos del señor Kageyama se abrieron, sonrió con dulzura, levantó su mano y acarició el rostro de su agresor — Tanto tiempo sin verte hermano mayor.
El hombre no pudo con la pena, lloró, hace años que no lo hacía, no porque le diese vergüenza, si no, porque no habían motivos para llorar, nada le daba pena, nada llegaba a su corazón, los sentimientos no llegaban a su alma, creía que se habían muerto, que era un ser completamente frío, pero no era así, cuando pudo haber apuñalado a Kageyama no lo hizo porque dentro suyo estaba la sospecha de que podía ser su sobrino, aún tenía algo importante en su vida, era su hermano y la familia de éste.
— Perdóname por favor — suplicó con el rostro descompuesto.
— Ya te perdoné, pero por favor, a ellos déjalos en paz — seguía sonriendo a duras penas, "estás tan viejo... aún tienes cara de malas pulgas, parece que es un rasgo familiar".
El padre de Tobio pensaba que su hermano mayor los había querido atacar porque eran homosexuales, no tenía idea de que era por encargo y menos de que el objetivo era el novio de su hijo, ese niño tan alegre y entusiasta.
Iba manejando intentando llegar rápido a su casa, quería felicitar a los muchachos por haber recibo aquella fenomenal invitación, no esperaba menos de su hijo, estaba orgulloso, eufórico por felicitarlos, quería invitarlos a comer por lo que debía llegar antes para conversar con su mujer y hacer una reserva en algún restaurante ese misma noche, cuando estaba por llegar a la casa vio a la pareja, se iban a besar, era obvio, no disminuyó la velocidad, se sonrió, tenía que aceptarlo, pero bastante le costaba, pero lo haría por el amor que profesaba por su hijo, cual fue su sorpresa al ver a un hombre atacarlos, palideció, frenó de golpe y se bajó, corrió y se interpuso para que el hombre no hiriera al amor de su hijo, por ningún motivo quería ver a su querido Tobio sufrir, haría lo que fuese necesario por salvarlo de ver a un ser amado herido, recordando lo fuerte que fue para él ver esa escena cuando niño. Cuando recibió la estocada no sabía aún que fue su propio hermano el que lo apuñaló, sólo entendió la situación cuando escuchó la palabra 'hermanito' y abrió los ojos.
La mujer sacó su teléfono y marcó a urgencias, ella estaba dentro de sus cabales, podía mantener la cordura.
— Urgencias...
— Hay dos hombres tirados en el pavimento
ESTÁS LEYENDO
Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]
FanficEsta es la continuación de "volemos", no vas a entender mucho si lees sólo esta historia. Aunque sea obvio lo que voy a escribir pero lo diré igual, TIENES QUE LEER PRIMERO VOLEMOS para poder entender esta... Portada hecha por "eli soraru", por fav...