Capítulo 1 parte 3

2K 224 216
                                    

-     Está bien, me quedo con ella y te la entrego a penas Kageyama se aleje para que la guardes dentro de tu bolso, si es antes de llegar mejor aún – le sonrió con ternura.

-    Yachi san eres fuaaaawww, gracias.

-    De nada, ahora creo que ya está terminando la charla, vamos – lo tomó de la mano y lo acercó al grupo.

Al llegar empujó a Hinata a que se pusiera al frente, como queriendo que hiciera acto de presencia. El pobre quedó en primera fila e inmediatamente sintió la mirada asesina de su novio que estaba en el otro extremo del grupo. "Me vio, definitivamente me vio... Kageyama si no fueras tan celoso no tendría que hacer todo estos malabares por una simple carta".

-    Y así, deben seguir dando lo mejor de ustedes mismos, se merecen un aplauso – Takea sensei y Ukai comenzaron a aplaudir seguidos de todos los presentes.

A penas finalizó el discurso Kageyama se acercó rápidamente a donde estaba su pequeño novio.

-    Hinata, ¿qué estabas conversando con Yachi san? – fue directo, sin pelos en la lengua, disparó a quema ropa.

-    Es que lo que pasa es que... tenía que entregarle algo a Yachi san, que otra persona me pidió que le entregara – se acercó y se puso en puntillas para hablar cerca de su oído, se tapó con la mano la boca y dijo – es una carta de amor – dejó de estar en puntillas y le cerró el ojo – pero es un secreto... shhhhh – dijo con su dedo índice perpendicular a sus labios.

-    Ahhhh... acércate – Hinata así lo hizo y Kageyama lo abrazó – préstame tus manos – Hinata obedeció, Kageyama las tomó y olfateó – tienen perfume de hombre...

-    Obvio Kageyama, obvio... es una carta de amor después de todo – dijo restándole importancia, pero por dentro, "lo sabía, sabía que iba a sentir el aroma, maldito Kageyama controlador".

-    Mmmm... ¿quién te entregó la carta? – le preguntó sin soltar las manos de su novio.

-    ¿Te acuerdas del muro de acero?, ¿de ese que no tiene cejas? – "bien, que no se te note lo nervioso".

-    Sí, ¿ese? – le soltó las manos y lo abrazó.

-    El mismo.

-    Pero con ¿Yachi san? – olfateó el pelo sudoroso de su novio.

-    Sí, hacen una pareja divertida, ¿no lo crees?.

-    No sé, no me interesa – cerró los ojos para concentrarse en el aroma del naranjito.

-    ¿Entonces para qué preguntas? – dijo en un tono de reproche.

-    Porque todo lo que te pase yo lo tengo que saber, eres mi novio después de todo – respondió cerca del oído de Hinata.

-    Dictador, controlador.

-    Pequeño escurridizo.

-    Que no soy... – fue acallado por un beso en los labios, un pequeño topón.

-    Mi pequeño escurridizo.

-    Bueno, ahí sí.

Durante toda la plática se olvidaron que estaban a la vista de todo el mundo, se suponía que tenían que esconder su relación, pero ya era tan natural que se les olvidaba por completo.

-    Auch – dijeron al unísono cuando sintieron el coscorrón que les pegó Daichi.

-    Se supone que no deberían estar tan acaramelados –los regañó.

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora