Kaori tenía frente a sí a los tres matones mejor evaluados por su padre, sicarios efectivos y silenciosos, de una lealtad inquebrantable. Sebas: nadie sabe su nombre real, sólo dijo que le dijesen Seba, obviamente Kaori y su padre sabían, sólo ellos. Un hombre delgado, larguirucho, se veía débil, pero bajo su ropa ancha en exceso escondía un cuerpo firme, bien trabajado, con músculos marcados, serio, cabello negro y liso, un flequillo caía sobre su ojo izquierdo, sobre aquellos ojos fríos e hipnotizadores, eran marrones pero extrañamente tenían un tinte rojo como el rojo de la sangre, parecía fiero cuando te miraba de frente, pero si pasaba a tu lado no lo notabas, caminaba agachado totalmente desapercibido, vestía tan común y normal que era otro transeúnte más; Cris, un muchacho pequeño, usaba lentes blancos de marco grueso, pelo negro, no tenía una contextura llamativa, es más, parecía un típico adolescente, nadie sabía a ciencia cierta su edad, aparentaba unos dieciséis años, la verdad tenía 28, unas pequeñas marcas de acné hacían el efecto de verse como un adolescente, era una de esas personas meticulosas, parlanchinas pero que siempre omitía lo más importante, aquello que lo podía delatar o incriminar, era perfecto en sacar información, además era un hacker astuto y diestro, nada se le pasaba por alto, nada, y eso era algo que muy pronto descubrirían; Mizuguchi, un típico hombre asalariado, de traje barato y maletín, tampoco llamaba la atención, si te topases con él más bien le tendrías lástima, su traje plomo estaba desgastado en los puños y el cuello tenía marcas de sebo, de ese que no sale con ningún tipo de lavado, en las axilas unas manchas circulares daban cuenta de sudor excesivo que tiñó la tela, otra mancha que no sale ni con el mejor detergente del mundo.Cada uno tenía su especialidad, Sebas era experto en artes marciales, combinaba aikido con taekwondo y técnicas de judo. Atacaba en la noche, amparado en su oscuridad, tomaba a la víctima y sin previo aviso le giraba el cuello provocándole una muerte certera y sin escándalo, el cadáver se desvanecía en sus brazos, él lo tomaba lo dejaba escondido y le robaba, no con esa finalidad, si no para que no se notara que era un asesinato encargado, obviamente se deshacía del botín incinerándolo y tirando las cenizas en distintos basureros de comida rápida, comía una hamburguesa y envolvía los restos en el papel que siempre rodea la hamburguesa, simple, rápido, y sin rastro. Lo malo es que debía comer esas cosas grasosas, se debía salir completamente de su dieta, la cual era estricta, no podía darse el lujo de engordar, debía ser rápido y algunos kilos de más lo harían unos segundos más lento y eso era algo que él no se perdonaría.
'Cris' era el informático atípico, bueno para socializar, tenía mucho tema de conversación, un hombre culto, sabía desde anatomía, matemáticas hasta, incluso, anime y mangas, era un persona con la que podías hablar de todo, esto creaba una confianza en la víctima, los abordaba en los pub, aunque siempre tenía problemas para que lo dejaran entrar por su apariencia, pero mostraba su identificación, falsa por lo demás, pero tan bien hecha que nadie dudaba de su veracidad. Los investigaba a fondo, cuentas bancarias, problemas de efectivo, préstamos, qué tipo de contrato poseían, donde trabajaban, quienes eran sus amigos, cercanos, conocidos y enemigos, entraba a cualquier red social que tuviesen, correo electrónico, incluso si tenían contratado algún servicio de alarma y cámaras en su casa como medida de protección, esto les jugaba totalmente en contra ya que él interfería la red y los podía vigilar con las mismas cámaras que pusieron las víctimas. Su forma de eliminarlos dependía totalmente de la persona objetivo, si era una persona que dependía mucho del dinero, los hacía perderlo todo en la bolsa, les daba falsa información, creaba rumores de donde era mejor invertir, también les robaba de la cuenta, esto sí era un beneficio asociado para él, hasta ahora nunca había sido descubierto. Cuando la gente veía sus cuentas en números negativos, ya que estaban sobregirados algunos se suicidaban, otros pedían préstamos a personas de las cuales era mejor nunca relacionarse, ya que si no pagaban en la fecha prevista, eras asesinado por ellos, y así él, Cris, se lavaba las manos, lo malo que este trabajo demoraba bastante, no como el de Sebas y de Mizuguchi, que era de inmediato, por eso tenían distintos tipos de objetivos, pero Cris sabía, entendía a lo que vino, como estuvo sin un objetivo por un tiempo trabajó en la seguridad y las redes de conexión de la familia, si la señorita lo había llamado era porque algo grave había sucedido, ya que él no era "famoso", mas bien era de los que nunca mostraba su rostro a los demás miembros de la familia, por lo que si hoy estaba citado, la cosa era grande.
Mizuguchi, este personaje era el más contradictorio, a diferencia de lo que reflejaba su ropa, él provenía de una familia muy adinerada, tenían tanto dinero que era impensado que el hijo, el heredero de aquella fortuna, fuera él, un hombre asalariado y además un asesino, si uno pudiese escarbar en su mente recordaría a un guardaespaldas que tuvo, ese hombre era muy pobre, pero trabaja excelente, lo protegió de todo, fue tanto el fervor que le jugó en contra. Mizuguchi era el apellido de ese hombre, el pobre guardaespaldas que él tanto admiró. Ese hombre lo acompañó desde que que él cumplió tres años, era tanto guardaespaldas como mayordomo personal, fue inevitable conversar con él y comenzar a tomarle cariño, saber que trabaja en esto porque tenía cuatro hermanos menores, tres mujeres y un hermano, el varón tenía la misma edad que su señorito por lo que lo atendía con amor y devoción. A escondidas le enseñó a disparar ya que el señorito siempre se lo pidió, fue una misión difícil, pero él quería complacerlo, hacerlo feliz ya que si él sonreía era como si su hermanito menor sonriera. Todo se fue por la borda cuando un estúpido se metió a molestar a su señorito, Mizuguchi se enteró y no pudo con la locura, ese estúpido que osó golpear el hermoso rostro de su señorito las pagaría, y así lo hizo cuando perdió los dos incisivos centrales superiores al recibir el puño de Mizuguchi, como era el compañerito del señorito, obviamente ese malcriado era hijo de alguien importante ya que a esa preparatoria sólo iban los ricos e influyentes, cuando su jefe se enteró lo mandó a llamar y lo azotó públicamente en el patio de la mansión, los invitados y testigos era el malnacido que había molestado a su señorito y los padres de éste, el señorito no pudo controlar su ira e intentó defender a su guardaespaldas y recibió un golpe de su padre, esto casi vuelve loco a Mizuguchi pero como estaba amordazado e inmovilizado sobre una roca, nada pudo hacer. El señorito miró como su padre humillaba y azotaba a la persona que lo había defendido, a la persona que lo protegía, a la persona que él admiraba, a ese hombre que lo amaba más de lo que sintió que su propio padre lo amaba, el odio surgió en su corazón, quería venganza y así nació un asesino. Mizuguchi fue despedido y no lo dejaron acercarse nunca más a su señorito, comenzó a trabajar como oficinista, tenía un traje plomo, desgastado, seboso, manchado y roñoso...
— Díganos señorita, ¿a quién debemos 'tratar'? — Mizuguchi era tan leal a la señorita como lo fue su antiguo guardaespaldas con él.
— Es un trabajo complejo, no quiero que lo 'traten', quiero que esté delante mío para conversar con él — quiso explicar que lo quería vivo, sin decirlo explícitamente.
— Entendido — respondieron los tres.
Esta vez el padre de Kaori estaba presente, el señor Yama, sólo así se podían referir a él, le gustaba, ya que Yama significa montaña, lo hacía sentir alguien alto y grande, cuando en realidad era todo lo opuesto.
— Carlos — miró al cara de ratón que estaba parapetado en un rincón haciéndole honor a sus facciones roedoras — dale los detalles.
Carlos tiritando levemente se acercó, no le gustaba estar delante de ellos, ya había visto sus rostros, casi nadie ve sus rostros dos veces, por lo que se le heló la sangre cuando recibió la mirada de esos tres, e increíblemente, la que más la asustó, fue la del pequeño Cris... instintos animales, les llaman. Pudo sortear con dignidad la situación, explicó lo sucedido, ellos afirmaron en consentimiento de haber entendido. Todo estaba arreglado, saldrían a cazar...
ESTÁS LEYENDO
Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]
FanficEsta es la continuación de "volemos", no vas a entender mucho si lees sólo esta historia. Aunque sea obvio lo que voy a escribir pero lo diré igual, TIENES QUE LEER PRIMERO VOLEMOS para poder entender esta... Portada hecha por "eli soraru", por fav...