Capítulo 56 parte 1

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— No, eso es imposible, mi pequeño no haría eso, por ningún motivo — la madre se llevó su mano al corazón, no podía creer lo que este médico le estaba diciendo, debía ser mentira, obvio que era mentira.

— ¿Por qué dice eso doctor? — el padre no sospechaba nada, pero por algo el médico decía eso, él también no creía que su retoño consumiera drogas, eso es impensado pero quería escuchar la explicación del doctor.

— Cuando llegó había perdido mucha sangre le hicimos una transfusión pero además le hicimos una variedad de exámenes de urgencia y debo decirles que salió positivo a una nueva droga que anda en el mercado, es una mezcla de sustancias, muy adictiva, demasiado aunque nunca tanto como la heroína — tenía los codos apoyados en el escritorio y se afirmaba el mentón en una pose reflexiva.

Ambos padres se miraron, comenzaron a unir cabos sueltos, el secuestro de su hijo, que tenía droga en la sangre... la madre se tapó la boca en un grito insonoro, el padre cerró los ojos suspirando dejó caer su cabeza en señal de rendición y aceptación total por lo que decía el médico.

— Tenemos que contarle algo doctor...

El padre se explayó sobre ese incidente...

Kageyama recibía el constante cariño de su cuñada, ella lo mimaba con mucha ternura, no entendía el porqué de esas lágrimas derramadas, el porqué de su expresión de tristeza, a la vez de angustia y temor, pero no se atrevía a preguntar, tenía miedo, su instinto le comenzaba a avisar que algo no andaba del todo bien, ella también sintió esa opresión en el pecho.

La madre lloraba desconsolada, no podía creer lo que el médico dijo, su marido la consolaba acariciando su cabello.

— Amor, hagamos lo que el doctor recomendó, tenemos que cortar esto de raíz, no podemos dejar que siga en eso.

— No, mi hijo no consume drogas, eso es imposible, no lo creo, no lo quiero creer, mi pequeño es sano, hace deporte, es animoso, tiene mucha energía siempre...

— Amor, ¿no te has dado cuenta de que ha tenido algunos cambio?, duerme hasta muy tarde, algunas veces no quiere comer, otras come demasiado, algo le sucede, yo pensé que era por la edad, yo creí que también le afectaban los problemas en su relación — suspiró — pero ahora todo me hace sentido... cariño hagamos lo que dice el doctor...

— Quiero hablar con él, no le creeré a los exámenes, se pudieron haber equivocado, pero si Shou chan me dice que sí, lo haremos, te doy mi palabra.

— Sí cariño, eso haremos.

El doctor miraba a la pareja, "siempre primero es la negación, nunca creen lo que les decimos, ay... por lo menos no les estoy diciendo que su hijo está muerto, eso me consuela, lo he tenido que decir bastantes veces, más de las que soporto", arrugó los labios recordando aquellos momentos que le atormentaban, incluso con su vasta experiencia aún dolían, demasiado, "tener esa capacidad de abstraerse del dolor ajeno es algo que aún no puedo manejar, que bueno que las nuevas generaciones pueden manejarlo mejor, pero también se hacen insensibles...
Ay, no sé que es mejor".

— ¿Podemos verlo? — con su cara suplicante esperó una respuesta positiva.

— Sí, pero con supervisión, yo mismo los acompañaré, ah, debo advertirle que ahora no es un buen momento para preguntar sobre eso de las drogas, tenemos que cuidar que no le suba la presión, sólo por precaución.

— Entendemos — respondió el padre y apretó la mano de su mujer.

Ella afirmó con una leve inclinación de su cabeza — ¿Kageyama, él también está con drogas? — la madre pensó que él podría ser la mala influencia en su hijo, aún no podía aceptar que su pequeño estuviese consumiendo esas porquerías, si Kageyama también estuviese consumiendo, no los dejaría volver a juntarse jamás.

— No, le hicimos pruebas recién y salieron negativas señora.

— Oh, ¿él lo puede ver también? — escuchar eso la tranquilizó, Kageyama era un buen muchacho.

El médico sólo afirmó con su cabeza.

Dada por terminada la conversación acudieron en busca del novio de su hijo. Al llegar y verlo, la mamá se enterneció, "de verdad lo amas, ¿no es así?, ¿sabrás eso de las drogas?, no creo, si lo supieras nos los habrías dicho".

Kageyama se levantó de golpe al percatarse de la llegada de sus suegros, se limpió las lágrimas con la manga.

— ¿Cómo está? — preguntó a nadie en especial, sólo quería que le volvieran a decir que estaba bien.

— Bien, ya te dije hijo, el pequeño está bien, ahora mismo vamos a verlo, estará atontado por el efecto de la anestesia.

Cuando iban caminando, Kageyama no aguantó — Perdón, es mi culpa que hirieran a Hinata, mi tío... Él... es el culpable, yo lo lamento tanto — rompió en llanto, uno desconsolado, desde lo más profundo de su alma.

La madre del señuelo definitivo de Karasuno abrió los ojos y se paralizó, esta nueva noticia la aturdió bastante, o sea que sí Kageyama era en parte culpable, quería gritarle un par de cosas, ¿cómo no lo previste?, ¿cómo no luchaste por mi hijo?, ¿cómo fue que no nos contaste nunca que tenías un pariente homofóbico y además tu tío?... pero fue sólo la rabia inicial, suspiró, haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad y empatía logró acallar esas hirientes preguntas.

— Ya nos contarás todo después — utilizó el tono más dulce que pudo, verlo así, destrozado, fue el impedimento de que lo acribillara en preguntas.

— Lo siento, perdón, lo siento tanto, Hinata, él me defendió, él se tiró contra él, mi pequeño fue herido por mi culpa... esto no está sucediendo... nooooo — se tapó el rostro escondiendo tanto su vergüenza como su arrepentimiento por no haber actuado correctamente, según él, y haber defendido como corresponde a su novio.

Kageyama no pensó en Natsu, no se le cruzó por la mente su presencia, ella al escuchar que su querido hermano, su héroe personal, había sido herido comenzó a llorar, un llanto descontrolado, tanto así que el doctor se alarmó.

— ¡Wuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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Hoy van dos capítulos por no haber podido subir el capítulo del sábado, es mi forma de redimirme de mi pecado de no publicar a tiempo...

He tenido un poco de bloqueo, además de que tengo un nuevo perrihijo que es un demonio y no me deja hacer nada, si le quito los ojos de encima por dos minutos, hace alguna maldad a propósito, así que siempre debo estar pendiente de la bestia peluda.

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora