Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]

Capítulo 42 parte 1

-    Pero necesito divertirme Ukai kun, los otros entrenadores nos dejaron plantados, ¿crees que aún seguirá en pie lo del partido con el equipo de la universidad 'T'?, ya se lo dijimos a los muchachos, no podemos fallar...

-    Sí sensei, todo estará bien, mandaron un mensaje disculpándose...

-    ¡Viste!, el partido no va, ¿ahora qué les diré?, si es necesario voy a Tokio y me arrodillo frente a ellos y suplicaré que cumplan su palabra.

-    Sensei no me interrumpa, le decía que se disculparon pero por no poder asistir hoy, uno de los entrenadores se cayó y lo llevaron al doctor, por eso se demoraron y como es lejos no pudieron llegar, el shinkansen (tren bala de alta velocidad) de la noche sale en unas horas más, si hubiesen venido habrían tenido que alojar acá y esa no era opción ya que uno de ellos tenía un compromiso hoy en la noche, ¿ve?, no es para tanto...

-    ¡Ukai kun!, eres mi ihéroe! ¿Lo sabías? – en definitiva a penas escuchó la explicación de Ukai, más bien se quedó mirándolo embobado, recordaba la confesión involuntaria de esa mañana en la pieza de Ukai.

-    Jajaja sensei, las cosas que dice, me avergüenza.

-    Es cierto Ukai kun, tú has hecho al equipo más fuerte, sin tu ayuda no habríamos llegado al nivel que tiene ahora los muchachos, yo jamás podría haberlos dirigido como tú – sus ojos estaban llorosos, estaba pasando por la etapa de amor de los borrachos, esa etapa cuando quieren a todo el mundo y están agradecidos hasta de las moscas.

Ukai se sonrió avergonzado, "ojalá y eso fuera cierto sensei", le iba a tomar la mano pero justo llegó la mesera con una botella de agua mineral con gas y un vaso grande, no era lo que había pedido Ukai, pero servía de todas maneras, le agradeció y le sirvió el agua en el vaso llenándolo, lo tomó y se lo ofreció al sensei.

-    Tome un trago de esto.

Takeda lo miró achinando los ojos, tomó el vaso y lo bebió de golpe – no es licor – dijo amurrado, acto seguido le salió un eructo que se escuchó por todo el local, varios se giraron para mirarlo.

Sensei no se dio ni cuenta del detalle, no así el entrenador que se colocó fucsia pero de igual forma se rió con ganas, definitivamente era un ser indefenso y acariciable.

-    Sensei... escuche, tome más de eso y ... – no pudo seguir hablando porque Takeda se levantó afirmándose de la silla, Ukai corrió a sujetarlo – ¿Dónde va sensei?...

-    Baño, no me siento muy bien...

-    ¡Le dije!.

-    No me retes, no eres mi mamá – respondió enojado y con los labios como pato.

"que lindo puchero, si sólo pudiera besarlo ahora..." – aaaah... sensei, vamos al baño.

-    Puedo ir solo...

-    Sí, sí, lo sé, sólo que yo también tengo ganas y me siento mareado, necesito de su ayuda para mantenerme en pie.

-    Está bien, déjaselo todo a sensei – sonrió ufano y le sujetó el brazo a Ukai, quien hábilmente cambió los papeles sujetándolo de vuelta.

Así caminaron hasta el baño, Takeda se afirmó del lava manos, se miró en el espejo, volvió a afinar la vista con cara de sol. Ukai estaba atento a cualquier movimiento en falso, al primer desequilibrio entraría en acción, pero el sensei, sólo se lavó la cara...

-    Sensei ... – exclamó Ukai al ver que Takeda no se movía.

-    Quiero orinar pero tú estás presente, no puedo hacerlo.

-    ¿y si me doy vuelta?.

-    Está bien.

Eso hicieron, Takeda se lavó las manos y caminó tambaleante a la salida, el entrenador se apresuró en afirmarlo. Ya en la mesa pidieron la cuenta, Takeda apoyó la frente en sus manos y se quedó profundamente dormido.

"otra vez lo tendré que llevar a mi casa, no me sé la dirección del sensei...".

Kageyama llegó donde Hinata, lo llamó cuando estuvo en la puerta pero su amado no contestaba, tuvo que tocar el timbre aunque era tarde, "ojalá Natsu no esté durmiendo". Abrió la madre de Hinata que inmediatamente lo invitó a pasar, le ofreció comida, Kageyama aceptó contento.

-    Anda, sube, está durmiendo pero creo que se alegrará de verte, yo les llevo comida a la pieza, jijijijiji será como en un hotel – le cerró el ojo lo que provocó que el ceñudo se sonrojara.

-    Gracias – contestó apenado.

Subió las escaleras, no tocó la puerta, sólo abrió despacio, la luz del velador estaba encendida y Hinata estaba en posición fetal sobre la cama cubierto por una manta, obviamente fue la madre que lo tapó. Se acercó despacio, siempre mirando el rostro durmiente de su amado, se arrodilló al lado de la cama y con suavidad acarició el rostro de naranjito.

-    Oye, Hinata, despierta ya llegué... – dijo despacio.

-    Te amo Kageyama – habló en sueños.

El nombrado se sonrió, una sonrisa llena de ternura – amor, despierta – lo besó en la frente.

Hinata abrió los ojos con lentitud, pestañeó un par de veces y sonrió al ver esos ojos azul oscuro que lo miraban con amor – Kageyama – se apoyó en los brazos y levantó su torso – dime que pasó – sus ojitos suplicaban.

-    Tenías razón, ella me invitó con segundas intenciones...

-    Maldita zorra – arrugó su frente, lo miró evaluando su reacción, antaño él lo habría retado, le habría dicho que no tratara así a su amiga.

-    No me mires así... no te voy a decir nada.

-    Cuéntame, ¿qué pasó?.

-    Me tendió una trampa, no estaban sus padres, me hizo pasar a su pieza y cuando estábamos ahí se me tiró encima y trató de seducirme...

-    Maldita perra grgrgrgrgr, ¿y luego?.

-    Como no le respondí – omitió que su miembro no despertó -, se golpeó y me dijo que me iba a acusar de que la violé, le dije que no tenía pruebas y me dijo que entonces diría que la intenté violar.

-    Maldita... Kageyama eso es malo, es muy malo, ¿qué pasa si la gente le cree?...

"En ningún momento creyó posible que yo le haya correspondido a ella, confía absolutamente en mí y yo tanto que desconfié de él". Kageyama lo abrazó con fuerza.

-    No hay problema, tengo un as bajo la manga.

-    ¿un qué?.

-    Te lo contaré luego de comerte.

Kageyama se abalanzó sobre el pequeño, lo besó con mucha pasión, Hinata se echó hacia atrás dejando que Kageyama se subiera sobre él. Estaban en lo mejor del manoseo cuando entra la mamá de Hinata con una bandeja enorme en sus manos.

-    ¡Ups!, perdón – dejó la bandeja rápido en el escritorio. Al 'ups' ambos se separaron inmediatamente, y se sentaron en la cama cohibidos – perdón la interrupción, pero les aconsejo que coman comida primero jijijijijijiji – Ninguno respondió, estaban muertos de vergüenza. La mamá volvió a reír y antes de salir dijo – cierren con llave, puede entrar Natsu – les cerró el ojo y se fue.

-    Hinata me quiero morir...

-    Yo igual... – Se miraron y sonrieron, Hinata se levantó – hagámosle caso a mamá, comamos...

En la casa de Ukai, Takeda era depositado en la cama, justo cuando lo iba a voltear éste vomitó todo el contenido de su estómago.

-    No me queda de otra que desvestirlo...