Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]

Capítulo 5 parte 1

Hinata correspondía el beso apasionado de su novio, las revoluciones iban en aumento, deliciosas sensaciones recorrían desde espalda hasta su entrepierna, su corazón se aceleró, pum, pum, pum, la mano de su novio se deslizó bajó la polera de su pijama recorriendo su cintura, Kageyama adoraba la cintura de su naranjito y éste lo sabía, trabajó duro por ello, pero ahora desde que estaban juntos no había hecho los ejercicios que antes hacía sagradamente por lo que tal vez, sólo tal vez, su cintura haya ganado unos centímetros de más, este pensamiento lo atormentó, "no creo que me haya crecido la cintura, pero no he hecho los ejercicios, debo retomar el ejercicio, lo debo hacer", al distraerse de que lo que estaban haciendo dejó de corresponder como era habitual y Kageyama lo notó de inmediato.

- Amor,  ¿te pasa algo? – dijo una vez que detuvo el contacto de sus labios.

- No, nada... es sólo que me preocupa que lleguen mis padres – mintió, cada vez era más astuto en la mentira rápida.

- Tienes razón, es tarde, ya deberían estar de vuelta, te demoraste mucho en despertar idiota – le golpeó suavemente la cabecita con el canto de su mano.

- Auch – alegó mientras se sobaba, no le había dolido nada pero le encantaba hacer el show.

- No seas exagerado, no te golpeé fuerte.

- Shi, me dolió – se cruzó de brazos e hizo un precioso puchero.

- Jajajajaja, ven para acá pequeña pulga hiperactiva.

Hinata se abalanzó a los brazos de Kageyama y recibió encantado los mimos de parte de su novio que acariciaba su cabello con delicadeza. El peli negro amaba el olor 'Hinata', era casi adictivo, siempre que podía lo olfateaba, y como ahora era una oportunidad no la desperdició y eso hizo, inspiró fuertemente por su nariz que estaba pegada en el cabello anaranjado de su novio, no entendía muy bien el porqué amaba su olor, sólo era así, lo adoraba, tenerlo cerca y oler su aroma era una delicia.

- Amor, no te bañes hoy, quédate así.

- ¿Ah? – levantó su rostro para mirarlo a los ojos.

- Sí, quédate así, me gusta el aroma de tu cuerpo – dijo para después hacer otra gran inspiración.

- ¡Aaaaaaaaah Kageyama!, eso es raro, me da vergüenza.

- Pero es cierto, me gusta como huele tu sudor.

- Aaaaah no quiero escuchar eso – inevitablemente se puso fucsia.

Hace tiempo ya que no se sonrojaban, estar en una relación tan cercana, viviendo juntos, hace que el pudor se vaya disolviendo en el tiempo, pero esto definitivamente le dio vergüenza a Hinata.

- No seas tonto, ven, deja olfatearte – lo aprisionó con sus brazos y lo atrajo hacia sí para hacer una inspiración ultra sonora y al exhalar dijo – aaaaaaah, rico, olorcito a Hinata.

- Ay Kageyama – alegó pero se rindió en los brazos de su novio.

- No te bañes hoy.

- Y dale con lo mismo.

- Pero no te cuesta nada, al contrario es más fácil.

- Pero hoy voy a hacer ejercicio y por lo tanto me debo bañar después.

- No, quédate así.

- Kageyama voy a olor a diantres, ¿en serio quieres que eso suceda? – preguntó abriendo los ojos incrédulo.

- Sí, además nunca hueles mal.