Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]

Capítulo 40 parte 1

Suga no quería sacar sus manos de su rostro, quería seguir evadiendo, aunque fuera por unos segundos, la realidad. ¿Cuánto tiempo estuvo Daichi presente?, ¿qué fue lo que vio?, ¿cuánto alcanzó a escuchar?, ¿qué estará pensando en estos momentos?, ¿qué le dirá Kenji?, ¿cómo reaccionará Daichi al escucharlo?, fueron sólo algunas de las preguntas que atormentaron a Suga que yacía en el suelo del departamento que compartía con su tal vez futuro ex.

Kenji se sujetaba la mejilla adolorida, estaba sentado en el suelo apoyado en una mano, cuando el aturdimiento se disipó enfocó la vista y divisó a su amor en el piso y a su rival a su lado, quiso pensar adecuadamente pero sus ideas eran inconexas, definitivamente no se esperaba este desenlace, él pensó que Koushi correspondería sus insinuaciones, que lo elegiría a él, nunca esperó que Daichi apareciera y que los descubriera, no estaba saliendo como lo planeó, no quería una confrontación, quería que Sugawara terminara su relación con Daichi por voluntad propia, era lógico que lo elegiría luego de hacer el amor, Suga se habría dado cuenta de que eran tal para cual.

Daichi sujetó las muñecas de Suga que inmediatamente forcejeó para mantener sus manos cubriéndole el rostro, no quería que lo viera, tenía miedo y vergüenza, pero su amor estaba acostumbrado a forcejear de aquella forma por lo que ganó la disputa.

- Suga, déjame ver tu rostro – le solicitó Daichi con mucha ternura.

- No, no quiero que me veas – contestó pero dejó de hacer fuerza y sus manos descubrieron sus facciones.

- Eso amor – lo examinó rápidamente con la mirada.

Los ojos de Sugawara estaban rojos, inyectados en sangre y en lágrimas, expresaban un temor irracional, Daichi le sonrió con ternura.

- Ya todo pasó amor...

- Yo... no quería... – su voz era a penas audible – yo... ¡perdón Daichi! – lloró con fuerza, un sollozo desgarrador.

- Tranquilo, ya pasó – comenzó a hacerle cariño en el pelo – shhhh, shhhh, ya pasó amor, ya pasó.

Kenji al verlos supo de inmediato que había perdido la guerra, negó con la cabeza y se intentó parar.

- Yo, me voy – dijo a nadie en particular.

- ¡Te quedas! – gritó Daichi al girarse fiero.

Kenji quedó de pie inmóvil, instintivamente le hizo caso, Daichi tenía voz de mando, no por nada era el capitán del equipo. El moreno se agachó y besó la frente de Suga.

- Si no quieres levantarte quédate aquí yo tengo que conversar unas cuantas palabras con ese – le dijo firmemente.

- No... no quiero que converses con él... quédate conmigo.

- Esto lo debo solucionar ahora, o si no, no me quedaré tranquilo.

- Pero Daichiiiiiiii – "Kenji le dirá, Kenji le contará que lo disfruté, él le dirá la verdad y estaré perdido, perderé su amor, se desilusionará de mí, me dejará... estoy seguro".

Sawamura se puso de pie y volteó hacia Kenji que estaba parado con los brazos a los lados mirando el suelo, parecía un niño regañado por sus padres, su mejilla estaba roja y comenzando a inflamarse, tenía un pequeño hilo de sangre que caía de su comisura labial, tragó y sintió el sabor metálico de la sangre, se limpió el mentón con el dorso de su mano y observó el color rojo, "me lo merezco... si alguien me intentase robar a Koushi yo también habría actuado igual".