Hinata terminó llorando con la historia de su suegro, éste conmovido por los recuerdos y por ver al novio de su hijo emocionarse, fue mágico y espontáneo el abrazo que se dieron, Tobio observó desde el umbral y se sonrió, no entró de inmediato, esperó hasta que el abrazo se detuvo.
- Lo siento tanto señor, lo comprendo y lo perdono – dijo con humedad en sus ojitos avellana.
- Gracias Hinata, o debería decir hijo – le sonrió con ternura.
Tobio se hizo presente – papá, es tarde... Hinata debe dormir.
Sí, claro, dormir. Pero obviamente no le podía decir vamos a tener relaciones sexuales. El padre hizo una inclinación. Tobio tomó la mano del pequeño y lo guió hasta su habitación.
- ¡Por fin solos! – exclamó a penas cerró la puerta tras de sí.
- Kageyama la historia de tu papá es muy triste... yo, tengo tanta pena – sus ojos llorosos se derramaron.
- Oh amor, no sigas llorando, esa es historia antigua, mi papá está mejor y si no te has dado cuenta ya aceptó lo nuestro, ¿no es lo que queríamos? – dijo acariciando el cabello largo de su amado.
- Sí, pero... es tan triste.
- Ya, ya, ven – estiró los brazos y lo aprisionó con fuerza – mi amor, en este minuto soy tan feliz que creo podría explotar.
- Yo igual Kageyama – correspondió el abrazo y hundió su rostro en el pecho de su amado.
El ex ceñudo deslizaba sus manos por la espalda de naranjito, esto le producía sensaciones deliciosas a Hinata, el tacto de su amado era reconfortante, Kageyama comenzó a besar la coronilla del pequeño, luego fue bajando por su frente, punta de nariz, hasta llegar a los labios deseosos del número diez de Karasuno. El beso que comenzó tierno poco a poco se volvió pasional, ambos introdujeron la lengua en la cavidad del otro, éstas se masajeaban, sintieron el sabor de la comida mezclado con el sabor característico de cada uno, Hinata metió sus manos bajo el uniforme de su amado acariciando la espalda, la cintura, los abdominales y la zona del oblicuo del peli negro, Kageyama lo imitó, siempre sin detener el contacto de sus labios. Movían la cabeza a los lados en perfecta sincronía, sus respiraciones cada vez se hicieron más rápidas, mas profundas, el ceñudo fue por el cierre del pantalón del pequeño, lo desabrochó con habilidad y lo bajó junto con el bóxer de un solo movimiento, el miembro rosado y erecto de naranjito saltó y quedó ahí orgulloso exhibiéndose, Tobio detuvo el contacto de sus labios, miró directamente a los ojos avellana, le sonrió de medio lado y se arrodilló, Hinata sujetó de los cabellos a su amado, echó la cabeza hacia atrás en el mismo instante en que Kageyama deslizaba su lengua por toda la superficie de su eje. Naranjito pasó sus manos por aquellas hebras negras e hizo presión hacia él, Tobio entendió y abrió su boca para recibir en totalidad la extensión del miembro de su amado, ondas de placer recorrieron el cuerpo de Hinata, al cual se le escapó un gemido profundo, éste se repetía mentalmente no subir el tono de su voz, no quería ser escuchado por lo que reprimía sus expresiones de placer, esto no le gustó al ceñudo que dejó su tarea.
- Quiero que gimas para mí.
- Pero Kageyama, tus padres nos pueden escuchar.
- No importa, saben el porqué estás acá, saben lo que vamos a hacer.
- Pero...
- Amor, por favor, relájate, quiero que esta vez sea mágica, quiero dejar huella en ti, quiero que me recuerdes siempre y que jamás tengas la necesidad de buscar a otra persona.
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Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]
Hayran KurguEsta es la continuación de "volemos", no vas a entender mucho si lees sólo esta historia. Aunque sea obvio lo que voy a escribir pero lo diré igual, TIENES QUE LEER PRIMERO VOLEMOS para poder entender esta... Portada hecha por "eli soraru", por fav...