Capítulo 20 parte 4

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"Maldito y sensual capitán, quieres que diga cosas sucias, lo sé, quieres que lo haga..." – quiero que me bese...

Daichi se sonrió y se abalanzó sobre su amado, unió sus labios en un beso tierno, se separó y lo quedó observando – ¿algo más que desee?, recuerde que este príncipe está a su servicio.

- Yo... quiero... un beso pasional – solicitó sonrojado.

El príncipe novato cumplió el deseo, otra vez se inclinó, ahora lentamente, sin quitar los ojos de las pupilas de su amado, presionó sus labios contra la boca semi abierta de Suga, suavemente introdujo su lengua recorriendo e inspeccionando todo a su paso, la supuesta damisela correspondió el beso con su lengua, la movía al compás de su homónima, abría y cerraba sus labios comiéndose los de su capitán, sus salivas se mezclaron dando un nuevo sabor, pero sólo llegaba ahí, Daichi no hacía nada más, esto desesperaba un poco a Suga que agarró la nuca de su amado e hizo presión para hacer más profundo el beso. Con la otra mano acarició el pecho de Daichi sobre su ropa, su corazón se estaba acelerando, ya no hacía tanto frío, al contrario su temperatura fue en aumento, quería más, pero su amado no se lo daba, "entiendo tu juego... quieres que te lo pida... maldito Daichi", lo sabía pero su vergüenza era suprema, no se atrevía a seguir pidiendo por lo que él quiso atacar, siguió haciendo cariño en el pecho de Daichi en dirección descendente, caricias desesperadas, llenas de pasión, agarraba sobre la ropa masajeando, sintiendo esa musculatura definida y firme. "Reacciona Daichi, acaríciame también", lo pensaba pero no recibía nada más que el beso, el cual no se detenía, decidido, bajó su mano hasta el borde del pantalón de su capitán y detuvo el contacto de la otra mano con la nuca de su amado, quería tomar la iniciativa y desabrocharlos de una vez por todas pero al sentir las manos de su novio en el botón de su pantalón el moreno detuvo el beso.

- Señorita, yo haré lo que usted me solicita nada más – se relamió los labios y sonrió.

"debo seguirle el juego..." – oh mi querido príncipe, ¿usted sería tan amable de... – "mierda lo debo decir" – de... tocarme...

- Como usted ordene mi bella dama – levantó su mano y acarició el rostro de Suga, lo que exasperó al de cabellos plata.

"No lo puedo creer... ¿También debo decirle donde?" – tócame el cuerpo – solicitó con voz profunda.

Daichi se sonrió y acarició el cuello, fue bajando y acarició los brazos...

- Tócame más Daichi... tócame entero...

- No sé a quién llama dama – dejó de acariciarlo.

"no lo puedo creer Daichi... eres cruel" – príncipe, por favor tócame entero...

- ¿entero?.

- Entera... tócame toda...

El supuesto príncipe acarició el pecho de Suga, rozaba, de vez en cuando, con su palma los pezones erectos de su amado, éste estaba ardiendo, la expectación era demasiada, comenzó a moverse de forma ondulante incitando a Daichi a que siguiera en la tarea.

- Bésame mi príncipe... bésame toda – el poco de vergüenza que quedaba se iba diluyendo con lo excitado que se ponía.

- Como usted ordene.

Daichi besó los labios de Suga, metió su lengua ferozmente y comenzó un beso que a cualquiera le revolucionaría las hormonas, de Suga se escapó un lindo gemido cuando Daichi posó su mano sobre su entrepierna.

- Fróteme mi príncipe, frótame por favor – dijo contra los labios de Daichi.

Suga se deshacía en placer al recibir las caricias de su amado, arqueó su espalda y luego subió sus caderas.

- Aaaah mi príncipe... ssss... quiero que me lamas aquí – con ambas manos se sujetó su miembro sobre la ropa.

Daichi sonreía, amaba a su sensual Sugawara, lo adoraba, amaba como poco a poco iba perdiendo la vergüenza inicial y se iba desinhibiendo.

- Mi apreciada dama creo que lo que me solicita será imposible si usted no se despoja de esos molestos ropajes.

Suga sonrió – desvístame príncipe – se desabrochó el pantalón y luego levantó las manos.

Daichi agarró el borde su polera y polerón, tiró hacia arriba, Suga ayudó levantándose lo suficiente para que las prendas de ropa salieran a través de su cabeza, ya desnudo de torso se veía aún más sexi que antes, lo que encendió en demasía a Daichi que no aguantó y comenzó a lamer aquellos botones rosados, pasaba su lengua por encima sintiendo esa dureza y firmeza que le contaban que era correspondido. Suga agarró la cabeza de Daichi y lo detuvo, lo miró fijamente y le dijo:

- Mi querido príncipe ahí no es donde le solicité que lamiera.

Daichi se sonrió, se arrodilló y en un movimiento tanto veloz como hábil, le sacó ambas prendas inferiores dejando al descubierto el rosado y erecto miembro de su supuesta doncella. Suga estaba excitado a más no poder, su miembro se movía con cada latido de su corazón, abrió los ojos y observó a su amado que se sonría satisfecho con la vista, aún no se acostumbraba a que lo miraran con esos ojos pervertidos, no era que no le gustara, sólo lo avergonzaba por lo que se tapó la cara con el brazo derecho.

- Oh usted no debe hacer eso, se lo he dicho incontables veces – con extremo cuidado pero firmemente removió el brazo que osaba tapar el rostro excitado y avergonzado de Suga – eso es.

El príncipe atacó los labios de Suga, sin recato, con un poquito de fuerza, mordisqueó el labio inferior luego besó y succionó su mentón, fue creando un camino de besos húmedos por su cuello, su lengua jugó nuevamente con el pezón derecho sin descuidar el izquierdo que era pellizcado con delicadeza.

- Mi príncipe... por favor... – suplicó Suga, que con sus manos empujó el rostro de su amado capitán hacia abajo.

Daichi obedeció sin chistar, humedeció sus labios antes de succionar, Suga se estremeció al sentir la humedad rodear su miembro, su cuerpo onduló y presionó sus caderas hacia arriba, se agarró el pelo cuando los labios de su amado llegaron a sus cabellos rizados.

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Un poquito de lemon pero soft. Ojalá haya sido de su agrado.
Un abrazo ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora