Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]

Capítulo 2 parte 1

Caminaron hacia su nuevo departamento, era pequeño pero quedaba cerca de la preparatoria, consistía en dos piezas, una de ellas con baño, cocina y un estrecho balcón donde se podía colgar la ropa. Era muy compacto para dos pero era lo que les alcanzaba porque querían hacer durar la herencia que le había dejado el abuelo a Daichi, quedaba en el tercer piso de un edificio de departamentos muy similares, las paredes eran delgadas pero no tenían vecinos, el departamento contiguo estaba vacío y el suyo quedaba al fondo del pasillo, el 305 para ser exactos.

Pasaron por la tienda 24/7 que quedaba a cuatro cuadras mas allá del departamento y compraron: pan, azúcar y salchichas; Suga se acordó que había arroz y huevos. Comerían algo simple al otro día.

Daichi rebuscó en su bolso la llave pero no la encontraba.

- ¡Mierda!, parece que no la tengo.

- Deja ver si yo ando con la mía – Suga hizo el mismo movimiento de buscar la llave dentro del bolso.

Daichi lo miraba expectante, si no encontraba la llave tendrían que ir a casa de los padres de uno de ellos porque a estas horas no iban a encontrar un cerrajero.

- ¡La encontré! – gritó Suga.

- Gracias amor, eres tan confiable.

- Ah jajaja Daichi – introdujo la lleve en la ranura y giró abriendo la puerta.

Era muy distinto vivir solos, ya no estaba ese calorcito que te recibía, ya no había luz ni olor a comida, era todo oscuro y frío. Aún así, ambos al llegar dijeron:

- Hemos llegado.

Lo dijeron por costumbre, ambos se miraron y sonrieron con tristeza.

- Perdimos – Daichi fue el primero en romper el silencio.

-     Lo sé...

- Yo quiero seguir en el club... ¿ y tú amor? – antes de preguntar dijo lo que él quería para coaccionar a su amado vice capitán.

Daichi se sacó las zapatillas con los pies y las tiró a donde cayeran, dejó la bolsa con el pan, azúcar y salchichas en el mesón de la cocina y su bolso en el suelo. Suga en cambio, se sentó y se sacó las zapatillas desabrochando los cordones y las colocó en un rincón ordenadas.

- Yo igual quiero seguir... pero también quiero tener tiempo para estudiar para los exámenes de ingreso a la universidad – "quiero que vayamos a la misma universidad".

- Los fines de semana estudiamos, debemos seguir, tenemos que seguir.

- Ay Daichi, yo no juego tanto como tú pero...

Daichi estaba expectante, quería una respuesta afirmativa, no se imagina el club sin su amor, él era su apoyo constante desde el comienzo.

- Por favor, continúa a mi lado – lo interrumpió.

- Esta bien Daichi, seguiré en el club – "me encanta que me necesites, fui un poco malvado al no contestarte de inmediato mi decisión".

- Gracias amor – se abalanzó y lo abrazó – te amo señor Sugawara – dijo cerca de su oído.

- Yo igual te amo mi capitán.

Se besaron castamente, nada de fogosidades, primero tenían que bañarse y preparar el futón, eso mismo hicieron.

- Báñate tu primero – dijo Daichi como todo un caballero

- Extraño bañarnos juntos.