Capítulo 36 parte 1

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Kageyama miró a Hinata, observó como apretaba con fuerza el manubrio de la bicicleta, "está nervioso... ¿será por mi padre?, ¿será porque me ha mentido?... tal vez está nervioso porque lo puedo pillar en la mentira de que se cagó en ese local", miró la hora en su reloj, eran las ocho y media.

-    Hinata, vamos a esa tienda antes de ir a mi casa, así nos distraemos un poco, como dicen por ahí: matamos dos pájaros de un tiro.

-    Claro Kageyama, jajaja además ese local de llama pájaro azul – dijo divertido.

-    Hinata... oye – "espero que no me hayas mentido" – ¿me dijiste la verdad?.

-    Sí Kageyama – "entiendo tu desconfianza", le sonrió desde el fondo de su alma.

-    Bien, dime dónde queda.

Hinata asintió, sacó su teléfono y le mostró el mapa a Kageyama – podemos ir en bicicleta, será más rápido.

El paseo concurrió sin percances, llegaron a las nueve y un cuarto. Cual fue la sorpresa de Kageyama al ver sentado en las mesas de la calle a ese pelafustán junto a Taka chan. El ceñudo chasqueó la lengua lo que llamó la atención de Hinata que se pasó rollos de que había hecho algo que le molestó a su novio pero inmediatamente se dio cuenta de su error al ver a Tanaka Yuu compartiendo una copa de helado con Taka chan. Hinata miró a su amado y sonrió.

-    Si quieres podemos venir otro día – dijo condescendiente.

-    No, está bien – "¿quieres escapar Hinata?".

-    Vamos a saludar, no podemos hacer como que no los hemos visto.

-    Tsk.

Así Hinata y el ceñudo se acercaron a la pareja que estaba acaramelada. Tanaka sostenía la mano libre y enyesada del pequeño y con su pulgar acariciaba su dorso. Taka chan le sonreía todo el tiempo, incluso ahora se atrevía a coquetearle un poco, cuando sacaba la cuchara de su boca lo hacía lentamente y luego se relamía los labios. Tanaka sentía los efectos de ese pequeño coqueteo, aunque nadie lo pueda creer, ellos aún no concretaban, a lo más habían llegado a los manoseos y sería, Taka chan siempre ponía el freno cuando Tanaka osadamente escabullía su mano hacia el interior de los pantalones del pequeño, el amonestado en vez de insistir e incitarlo, reculaba, pedía disculpas y se alejaba un poco para disminuir sus pasiones, definitivamente lo respetaba bastante para aguantarse. Taka chan tenía miedo, no quería sufrir, tanto por el dolor físico como el espiritual, pero sabía que esa situación no la podría mantener por mucho tiempo, comprendía a su novio, él era un ser humano también y sí, se sentía excitado en demasía pero aún no se podía entregar del todo.

Taka chan fue el primero en ver a la pareja llegar, se atragantó con su helado por lo que se soltó del agarre de Tanaka para taparse la boca al toser.

-    ¿qué te pasó lindura?... ¿quieres agua? – le acercó el vaso con agua mineral que había pedido.

Taka chan negó con la mano y luego apuntó hacia atrás. "No puedo creer que aparezcan justo ahora que el ambiente estaba tan bueno... incluso pude demostrar mi amor hace sólo unas horas...".

Exactamente, hace un par de horas atrás se armó de valor y tomó la firme decisión de no esconder su amor por Tanaka, así que cuando éste lo fue a buscar a la prepa Salió corriendo y se tiró a sus brazos, Tanaka quedó estupefacto pero reaccionó y lo abrazó de vuelta, fue tan cariñoso este acto que se sonrió, "¿no que no querías que se enteraran?, ay lindura, me sorprendes, eres tan dulce". El más alto lo apretó y le susurró al oído.

Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora