- Lo que pasó fue que hubo una discusión y un borracho tiró un golpe que si no me interpongo le hubiese llegado a Kaori, eso pasó.
- Oh Hijo, pareces un pendenciero así – lo abrazó con fuerza, casi lo estrangula.
- Mamá me estás apretando muy fuerte.
- Lo siento mi pequeño pero no me gusta verte así, me hace recordar cuando te secuestraron y eso me da pavor hijo...
- Lo siento mamá.
La madre de Kageyama observaba en silencio la escena, "eso fue lo que pasó... no me convence, Tobio no me quiso decir lo que pasó anoche, pero eso no debe haber sido, no puede ser la causa del enojo de mi hijo y menos de las lágrimas que ha derramado... pero no puedo interrogar a Hinata...".
- Hinata querido – le llamó la atención.
- ¿Sí? – "definitivamente a ella no la convencí... ¿qué hago?".
- Me gustaría hacerte unas preguntas acerca de mi hijo.
- Sí, claro – "mierda, ¿qué querrá saber?.
- ¿Ayer Tobio fue a la fiesta donde tú estabas?.
- Sí, fue... pero él está molesto conmigo – desvió la vista apenado – pero él está en una relación con una compañera...
- ¿qué? – ambas madres se miraron sorprendidas.
- Sí, tal vez la conocerá luego, se llama Suzuki Aiko, si me disculpan, me voy a retirar-"Bien, desvié la atención hacia ellos, mejor me voy a encerrar a mi pieza".
- Sí, ve hijo, descansa, mañana me cuentas todo el embrollo – le dijo con una sonrisa tierna su madre.
- Hinata, no lo sabía... yo creo que mi hijo está cometiendo un error, yo sé que él te ama a ti.
- Gracias pero esta vez creo que él ya tomó una decisión.
Hizo una reverencia y corrió a su pieza, se encerró en el acto, luego se tiró a la cama, se colocó en posición fetal, todos los sentimientos camuflados y escondidos en su interior florecieron de súbito, fue como una avalancha de sufrimiento que lo golpeó, lo empujó y lo revolcó, sentía que se estaba ahogando de la tristeza. Cerró los ojos con fuerza, se agarró la ropa a la altura del pecho, pegó su mentón al pecho y lloró, derramó incontables lágrimas al recordar que nunca más estaría con Kageyama, al tener la certeza de que su amado armador no volvería a abrazarlo como lo hacía antes como cuando se quedaban dormidos juntos sobre esa misma cama. Lloró con fuerza pero intentando mantener el silencio, gruñía para no dejar salir los gritos de angustia, sentía que lo estaban desmembrando, que cada parte de su cuerpo era separada a la fuerza, tenía miedo, tenía odio, sentía dolor.
"Kageyama... nunca más estarás acá conmigo, te extraño, te extraño, te necesito a mi lado, sin ti no sé como hacerlo, sin ti no sé como seguir, ayúdame por favor, no me dejes solo, no me abandones, por favor piensa en mí, no, en nosotros, Kageyama yo te amo, te amo demasiado, me duele el pecho, me duele no tenerte a mi lado, por favor, vuelve, no desaparezcas de mi vida...".
El dolor fue en aumento al tener más claro lo que se avecinaba, al comprender que esta vez era definitivo, algo dentro de él le decía que Kageyama no lo buscaría, que todo lo vivido fue un lindo sueño y así se quedaría, la angustia fue desbordante, a tal grado que apretó los dientes con fuerza reprimiendo un grito de amargura, que al intentar salir revolvió su estómago llevándose consigo parte de los jugos gástrico que llegaron a su boca quemando todo a su paso, se lo tragó de vuelta y tosió para que lo rasposo se pasara pero fue contraproducente porque éste vino en aumento, sintió nauseas e inmediatamente llegaron las arcadas, se levantó con celeridad, sacó el seguro y corrió al baño, casi choca con Natsu pero la logró esquivar, abrió la puerta del baño, la empujó y pegó un portazo, levantó la tapa del inodoro y de forma explosiva eliminó todo su contenido estomacal, arcadas feroces arreciaban, contracciones involuntarias lo atacaban provocando la expulsión dolorosa de lo último que quedaba en su estómago. Asco, asqueado de sí mismo lloró sobre la taza del baño, inmediatamente llegó su madre que fue avisada por Natsu que algo malo ocurría con su hermano. Ella abrió la puerta, lo encontró arrodillado y llorando.
- Hijo... ¿estás bien mi tesoro? – dijo mientras se agachaba a su lado.
La madre de Kageyama, los miraba desde el umbral de la puerta, "así que tú tampoco estás bien, Dios, estos niños, ¿hasta cuando estarán distanciados?, tengo que hablar con Tobio a penas llegue a la casa".
- Mamá no es nada, sólo que... sólo... – no pudo seguir hablando el llanto no lo dejaba, se atoró con su saliva, se limpió la nariz que goteaba con la manga de su abrigo.
- Hijo, no hagas eso, estás ensuciando todo.
- Ya todo está sucio mamá – respondió.
- No hijo, no lo está lo acabas de ensuciar – ella no tenía idea que su hijo no se refería al gamulán – a ver, sácate eso – lo ayudó a liberarse de la prenda – eso, ¿estás bien para levantarte?.
- Sí – dijo cabizbajo.
- No me fío – miro a la madre del ex novio de su hijo – por favor tenlo – le pasó el gamulán – gracias... hijo mejor yo te ayudo a levantarte – eso hizo, lo ayudó y lo llevó al lava mano – lávale el rostro pero no los dientes, sólo enjuágate la boca.
- Sí mamá – a duras penas se puso en pie, su madre le sirvió de apoyo, se lavó la cara y se enjuagó la boca.
- Vamos a acostarte, mañana no iras a clases.
- Pero el volei...
- Me da igual, estás enfermo y te quedarás en cama mañana.
- No mamá – las lágrimas no cesaban, al contrario se intensificaron – no lo voy a ver... no podré ver a Kageyama... por favor, déjame ir.
- No, te quedas en cama, ¿qué pasa si te sientes mal allá?, me van a llamar para irte a buscar y eso será peor, prefiero tenerte cerca hijo, además si sigues mal mañana te llevaré al doctor inmediatamente, tal vez tienes algo.
- No mamá, no, estoy bien, sólo... sólo me mareé eso es todo, pero por favor permíteme ir mañana, no quiero faltar.
Ella lo acarreaba a su dormitorio, la mamá de Kageyama con el gamulán en brazos observaba el actuar de Hinata, "parece que aún lo quieres y estás sufriendo por él, ¿qué fue lo que pasó entre ustedes niños?, por Dios la juventud de hoy en día que no se sabe comportar en pareja".
Hinata ya estaba en su pieza, su madre lo obligó a que se acostara, lo arropó y besó su frente. Naranjito seguía llorando y suplicando que lo dejara ir mañana.
- Mamá si no voy no lo veré... no jugaremos volei...
- Lo sé cariño, pero es por tu bien, entiéndelo.
- Mamá... yo no quiero que Kageyama este con otra persona – se colocó en posición fetal escudado por las frazadas.
Su madre le hizo cariño en el pelo, se quería quedar acompañándolo pero tenían visitas y era precisamente la madre de la persona por la cual su hijo estaba llorando. Le dio otro beso en la frente.
- Hijo voy a hacerte un agua de hierbas, vuelvo de inmediato – despacio cerró la puerta, no contaba con que Natsu estaba dentro de la pieza de Hinata en un rincón, a penas se marchó la mamá ella ocupó su lugar
para consolar a su amado hermano.
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Un abrazo 🤗 rompe costillas
Otra vez la imagen no tiene nada q ver.
Gracias x su apoyo
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Volemos 2 (yaoi), [kagehina] [daisuga]
FanficEsta es la continuación de "volemos", no vas a entender mucho si lees sólo esta historia. Aunque sea obvio lo que voy a escribir pero lo diré igual, TIENES QUE LEER PRIMERO VOLEMOS para poder entender esta... Portada hecha por "eli soraru", por fav...